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miércoles, 30 de noviembre de 2022

LA TORTADA DE GOERLICH

Foto de Enrique Desfilis

Nueva plaza para el cap i casal surgida por el derribo del Convento de San Francisco que le daría su nombre, al igual que a la popular calle que desde la plaza Cajeros y en bajada, la de San Francisco, como lo acreditaba su nomenclator, moría en la que que en 1899 pasaría a ser denominada como plaza Emilio Castelar, en la que desde 1852 figuraba la estación ferroviaria del Marqués de Campo, que abandonó el lugar con su traslado a la cercana calle de Játiva en 1917, una decisión que fue de utilidad para el ensanchamiento triangular de la plaza, en la actualidad la del Ayuntamiento.

Durante algo más de tres décadas la plaza fue sometida a diferentes ornamentaciones, básicamente con la implantación de unos kioscos, primero algo cochambrosos y que con los años fueron decorosamente mejorados, con buen gusto y diseño, con monumentos en su interior a José Campo y al pintor Ribera.


Construido el nuevo ayuntamiento con espectacular fachada a la plaza, abandonando el balcón de la Casa de Enseñanza de la calle la Sangre, se imponía un nuevo diseño y el recientemente nombrado arquitecto mayor municipal, Javier Goerlich, recibió la encomienda de llevar a cabo uno más de sus muchos proyectos. En este caso el de dotar a la plaza de un aspecto diferente, tendente a lo magnífico.

Nada más espectacular que una plaza en superficie alzada, a modo de un pastel, triangular, con espectaculares escalones laterales flanqueados por barandillas de mármol de grueso calibre, por los que se ascendía a un plano muy apropiado para apacibles paseos, con una balaustrada circular para contemplar el nuevo Mercado de Flores, subterráneo. En sus vértices, tres fuentes en surtidor representaban a las tres provincias del Reino de Valencia.

Primero la desacertada ubicación del mercado floral que restó ventas a las floristas, que lo abandonaron para su traslado en superficie, y segundo la avanzada motorización en la ciudad y su cada vez más extensa red tranviaria, necesitada como estaba de un mayor espacio para conectar con ligereza las calles San Vicente, Barcas, Sangre, Periodista Azzati, Lauria y Amalio Gimeno, obligaron a que el Ayuntamiento diera fin a la que aún se recuerda como tortada de Goerlich” de la plaza Castelar.

Las imagenes nos muestran el proyecto de Goerlich mediante un trabajo fotográfico de Enrique Desfilis.

lunes, 28 de noviembre de 2022

PLAZA MARIANO BENLLIURE

 MIRANDO HACIA ARRIBA

Disfrutando de un paseo por la calle de San Vicente al llegar al cruce con la plaza Mariano Benlliure, mirando hacia arriba me encontré con algo que sigo sin poder clasificar, a mi no me parece ni un miramar ni un templete.

Aspecto de lo apreciado a primera vista. Foto E. Goñi, febrero 2022.

En la octava planta podemos ver algo que parece una cúpula vidriada. Se trata de la cúpula de un edificio de aspecto modernista y mirando desde más cerca da la impresión de un faro fuera de uso, pero no sabría definirlo.


Cúpula del edificio. Foto E. Goñi, febrero 2022.

¿Podríamos pensar que junto con la planta inferior, la séptima, forma un gran tragaluz que sirve para iluminar el estudio de algún artista de los pinceles situado en la sexta planta? Como mínimo se trata de algo distinto, que puede hacernos pensar. Ver esa curiosidad justifica un paseo por el centro.


Vista general del edificio. Foto E. Goñi, febrero 2022.

Texto de Enrique Goñi Igual

sábado, 26 de noviembre de 2022

EL ACTEÓN. LOS CINES DE VALENCIA


Gran Vía Marqués del Turia, 26

Apertura: 31 de octubre 1976

Cese: 11 de diciembre 2005

Foro: 350 butacas de patio.

Rango: Cine especial para un público iniciado.

Cine propiedad de los hermanos Cesar y Ernesto Sebastián, expertos programadores de cine especial de categoría dirigida a cinéfilos. Los Sebastián aplican sus conocimientos de programar cine después de haber experimentado buenos resultados en anteriores intentos, desde el cine-fórum medio clandestino que montaron en la facultad de Químicas de Valencia (ellos son químicos de carrera), para más tarde programar en cine-fórum del célebre Colegio de Farmacéuticos y de ahí saltar a programar el mítico e inolvidable cine XEREA, que entre otras ventajas les proporciono popularidad y buenos ingresos.

Estas premisas les proporciona la idea de instalar un cine de bolsillo al estilo francés en la gran vía más céntrica de la capital: la del Marqués del Turia. Un cine que proyecta siguiendo la política de programación que aplica y con buenos resultados los característicos cines Alfaville en Madrid.

Con esos principios en ACTEON funcionan semana a semana, durante treinta años, con excelentes resultados cinematográficos logrando un muy buen prestigio entre los cinéfilos valencianos.

Cesar y Ernesto Sebastián también han montaron los Cines Aragón y los multicines El Osito en L` Eliana.

Sagunto, Atenas, Sónica, Blasco, ACTEÓN… una buena combinación, tiene fuerza, es fácil de recordar, es culto… ¡ACTEÓN!, además comienza por la primera letra del abecedario, la A, por tanto le correspondería el primer lugar en las carteleras de espectáculos. Así pensaban dos jóvenes licenciados en química cuando trataban de combinar sus horas en la Universidad con su afición favorita, el cine, afición, que les llevó a dirigir y programar durante años el cine-club de la facultad de Ciencias de Valencia. 

El ACTEÓN fue uno de esos cines que gustan a los que amamos el cine. En él solamente se proyectaban películas interesantes, elegidas pensando en un público entendido y con ganas de ver cine, gozando de cuidados detalles, es decir: bien proyectado. 

La tarde del 31 de octubre de 1976 abrió por primera vez sus puertas el nuevo cine en los bajos de la Gran Vía Marqués del Turia nº 26 con reducido espacio. Una película argentina que no dejó a nadie vacío, La Raulito, de Lautaro Murúa, y protagonista la joven Marilina Ross que interpretaba a Esther Duffau, la hincha del Boca Juniors de Buenos Aires. El estreno fue un éxito. 

Insalvables divergencias empresariales obligaron a cerrar las puertas al penúltimo de los cines de Valencia que funcionaba con cierta rentabilidad con tan solo una única pantalla. La noche del 11 de diciembre de 2005, una película norteamericana considerada por algunos de culto y con buena crítica en general, se encargó de iluminar por última vez la pantalla del legendario ACTEÓN, Flores Rotas, de Jim Jarmusch. Esa noche la sala del ACTEÓN estaba repleta de público. Allí, en el momento que apareció el último The End todos los asistentes se levantaron de sus butacas y ofrecieron una cálida y cerrada ovación y en silencio abandonaron sus asientos sin entender porque, otra vez más, un apreciado cine cerraba sus puertas. 

Después de varios años permanecer cerrado el local del ACTEÓN, una franquicia “comida para llevar” de la firma Ferrán Adrià, ocupó su lugar durante un par de años, para luego cerrar de nuevo. En la actualidad está abierto, lo ocupa una empresa de la firma Store TEDI. 

Fotoplano de la zona

Ficha técnica: Miguel Tejedor
*LOS CINES DE VALENCIA

jueves, 24 de noviembre de 2022

MINIPUERTO EN LA EXPOSICIÓN REGIONAL DE 1909

Si algo llamaba la atención, por curioso, en la Avenida Central de la Exposición Regional Valenciana era el minipuerto que servía como proyecto para la renovación del puerto de Valencia.

Enfocado al lateral del bonito palacio de la Junta de Obras del Puerto construido por Fausto Elio, se construyó esta perfecta maqueta a escala 1 por 72, superando los 2.600 metros cuadrados y a la que no le faltaba detalle.

Como muestra la fotografía los interesados se recreaban durante tiempo apoyados en una barandilla ante los pequeños detalles que se mostraba de la dársena interior, idealizando lo que sería el puerto de Valencia.



Avenida Central de la Exposición.
Al fondo el Palacio de Agricultura y a la derecha en primer término el pabellón de la Junta de Obras del Puerto

Descubrimos junto a ellos una escalinata por la que se accedía a una galería donde estaban figuras que representaban al Comercio, a la Industria y a la Agricultura, factores todos ellos que se hacían patentes en el puerto. Una figura central representaba a España señalando el puerto de la ciudad.

Al terminar la Exposición Regional Valenciana, la maqueta fue saqueada y no pudo instalarse en ningún parque de la ciudad como era objetivo de D. Tomás Trenor.

Texto de Amparo Zalve

martes, 22 de noviembre de 2022

HORNO-PASTELERÍA ALFONSO MARTÍNEZ

1922. Llibret Falla Plaza Doctor Collado.- Hemeroteca Municipal


En la calle Ercilla número 17, en el barrio del Mercado, está el Horno-Pastelería Alfonso Martínez, gestionado desde 1972 por tres generaciones de la Familia Chanzá.


1972. Llibret Falla plaza Doctor Collado.- Hemeroteca Municipal

Alberto Chanzá, que tenía un horno en la calle Santa Ana de Alcácer, se quedó en 1959 el de la calle Jorge Juan número 12 de València, y en 1972 se trasladó, definitivamente, a otra panadería-pastelería en la calle Ercilla, en el barrio del Mercado, en el bajo de un inmueble construido, según el catastro en 1929, en sustitución del antecesor en el que fundaron un obrador-tienda en 1886, que en 1922 lo gestionaba Primitivo Catalán.


Alfonso Martínez en 1944 y Carmen Chanzá en 1946.- Archivo Familia.

Fueron continuadores de Alberto, su hija Carmen Chanzá con su marido Alfonso Martínez, y actualmente, sus nietas Cristina, Mari Carmen, Laura y Sonia, que además del horno-pastelería dirigen el Hostal Antigua Morellana, que su padre rehabilitó en el año 2000, convirtiéndolo en un establecimiento hostelero muy característico del centro histórico.


Las hermanas Mari Carmen, Cristina, Laura y Sofía en 1973.- Archivo Familia

Alfonso, natural de Requena, entró en 1944 y con 10 años como botones en Billares Colón, y de allí a Ultramarinos Flor, cerca del Mercado Colón, donde conoció a Carmen Chanzá. Posteriormente se independizó y montó Papas Alfonso, actividad que dejó cuando se jubiló su suegro y continuó con el horno de la calle Ercilla.


Cristina y Laura Martínez, Carmen y Ana.- 2022.- Esteban Gonzalo

Fue participante destacado en la regeneración del centro histórico, ya que además del mencionado hostal, rehabilitó en el año 2011 el centenario inmueble del número 1 de la plaza del Doctor Collado esquina con la calle Ercilla. En una plaza donde únicamente desentonan los edificios números 2 y 3, de propiedad municipal y en lentísimo proceso de recuperación.


Atractiva oferta.- 2022.- Esteban Gonzalo

Establecimiento de referencia en el cap i casal con afamados productos: panes clásicos y con harinas especiales (espelta, kanut, centeno, malta,…), bollería dulce y salada, famosos cruasanes, rollitos de anís, tortas de pasas y nueces, trufas, magdalenas de espelta, y muchos más de los que están repletos escaparates y estantes. Y como productos estrella, las cocas con bacón y longanizas y la calabaza asada por ellos.


Fachada horno-pastelería.- 2022.- Esteban Gonzalo

Entrar en el apartado imágenes de su página web es quedar maravillado con su llamativa y variada oferta.

Horno-pastelería tradicional, que juntamente con otros afamados establecimientos, aporta mucha calidad a una de las zonas más transitadas del centro de València.


Hostal Antigua Morellana.- 2022.- Esteban Gonzalo

Su calidad fue refrendada este año con la designación de “Establiment Emblemàtic”.

A las sucesivas generaciones de clientes, entre ellos actores y artistas, se unen los turistas.

Texto de Esteban Gonzalo Rogel

domingo, 20 de noviembre de 2022

PLAZA DEL CEMENTERIO DE SAN JUAN

Años 30 - Enrique Desfilis - BIVALDI

Dentro de la "Reforma interior de la ciudad", en el grueso paquete de proyectos urbanisticos que comprendía para el "cap i casal", elaborado por las manos del avanzado arquitecto municipal Federico Aymami en el año 1908, uno de los más ambiciosos por su afán demoledor, era el de la construcción de una gran avenida, extendida de un extremo al otro de la ronda que circulaba la ciudad, siguiendo el trazado de la medieval muralla cristiana desaparecida en el siglo anterior.

Aymami, y sobre la mesa de su puesto de trabajo, cubierta por un mapa urbano de la ciudad, cogió una regla y trazó una recta desde la plaza de San Agustín con su punto y final en el puente de San José, de acuerdo con su imaginario como diseñador de la reticula urbanística de Valencia. 

Con su aprobación pocos años despúes, se daba luz verde a una futura y amplia avenida que en un principio se denominó del Oeste y que pronto tomaría el nombre del alcalde, Barón de Cárcer, con el inicio de la obras en el primer tercio de los años cuarenta.

Pero su propósito se quedó en un simple boceto. El mordisco al Barrio del Carmen tuvo sus opositores y la nueva avenida se vio frenada justo en la calle Belluga, que nacía en la entonces plazoleta del Cementerio de San Juan, desde la que se divisaba el frontal de "la O de los Santos Juanes", un óculo cegado sito sobre una de la puertas de uno de los laterales de la Iglesia de los Santos Juanes. 

Daba vida propia a la plaza el comercial Pasaje de San Juan, con salida trasera a la Calle de las Rejas.

Un pequeño pasadizo convertido en un lugar de venta de toda clase de articulos de ferretería, tanto de los de uso doméstico como de labranza, con sus ofertas para carpinteros, fontaneros y otros profesionales de oficios varios, al igual que para los "manitas" de turno en sus "arreglos" del hogar.

En la foto de la plaza vemos desde azadas a braseros de casa, desde sierras a pucheros, lebrillos y lamparas de aceite que llaman la atención de quienes la pasean, como invitación directa a que se adentren en el corto pasaje donde encontrar lo que fuera de su necesidad.

Plazuela del Cementerio de San Juan que daría paso a la actual plaza de Brujas, amplia y peatonal, donde la existente Ferretería el Globo entronca con su pasado. 

viernes, 18 de noviembre de 2022

VÍAS METÁLICAS PARA CARROS - 14

Av. Campanar y Tirso de Molina

Con la construcción de este tramo en los años 30 del pasado siglo que comprende la av. Campanar y una parte de la av. Tirso de Molina acaba el círculo de lo que se inició a finales del Siglo XIX como Camino de Tránsitos. Un nuevo camino alejado del centro que rodeaba València haciendo que el transporte de todo tipo de productos agrícolas e industriales, destinados por una parte a la ciudad y por otra al puerto de València y también a las diversas estaciones ferroviarias, no tuviese que pasar por el centro de la ciudad al estar ésta dotada de caminos adecuados con planchas metálicas para el paso de carros, recordemos que era el único modo de transporte todo terreno del siglo XIX y a principios del siglo XX.

Fotoplano 1940 - Remember-València, pg 175.

A partir de la anterior foto aérea en la que a la izquierda nos aparece la av. Campanar y su continuación Tirso de Molina, que se dirigen al puente de Campanar podemos apreciar que si prolongáramos av. Campanar nos llevaría directa al inicio del puente en la parte de Pérez Galdós. Hacer un puente en diagonal ni se pensaba por su excesivo costo, por tanto se realizó el corto tramo en ángulo de Tirso de Molina hasta llegar en ángulo recto al puente en la prolongación de Pérez Galdós.

En la foto se aprecia la similitud del proyecto con el resto del Camino de Tránsitos, líneas rectas, hileras de árboles, mucho campo, pocas casas, vías para carros, y la obligación de hacer un tramo del muro de contención, el pretil del río a lo largo del tramo de Tirso de Molina, ya que hasta el puente de San José no comenzaba el pretil izquierdo del Turia. Así nos lo muestra un parcial del Plano Cartográfico y Catastral de Valencia de 1929-1944.


Parcial 44-II del Plano Geográfico y Catastral de Valencia 1929-1944.

El mayor problema que tuvo este tramo fue durante la riada de 1957 en la que justamente el tramo de Tirso de Molina fue totalmente destruido por el ímpetu de las aguas dejando un puente y una av. Campanar inconexos, como muestra la foto siguiente, en la que se pueden ver los efectos del agua y los del trabajo de los Zapadores del Ejército creando entre las ruinas un camino peatonal a base de sacos terreros entre ambos puntos hasta la reparación de la avenida. A continuación se procedió a la construcción del pretil del rio Turia a lo largo de todo el tramo de la izquierda desde la zona del azud de Robella junto a Mislata hasta el puente de San José.

Foto autor desconocido. Riada 1957, av. Tirso de Molina.

Su visita es fácil con las líneas 89 y 90 (C3) de EMT y también con la bicicleta.

Texto de Enrique Goñi Igual

miércoles, 16 de noviembre de 2022

EL AVENIDA. LOS CINES DE VALENCIA

Avenida de Regne de Valencia, 20

Inicio: 1932

Cierre: 1992

Aforo: 1025 butacas, solo disponía de platea.

Rango: Reestreno de 1ª vuelta.

El inolvidable cine Avenida debido a su privilegiada situación dentro de la capital y a su cuidada programación que consistía en seleccionar y ofrecer a su habitual clientela aquellas películas que durante su estreno habían logrado altos niveles de taquilla, además en lugar de una sola película, como era habitual en las salas de estreno, el cine Avenida brindaba dos películas tras un brevísimo descanso, sin olvidar el obligado pase del inolvidable NO- DO. 

Total aproximadamente cuatro horas de entretenimiento disfrutando del confort de calefacción en invierno y además a dos pasos de casa a un precio asumible para la población de esa zona de Valencia.

La entrada a la enorme sala estaba ubicada en los bajos del edificio que ocupa el número 20 de la avenida del Regne de Valencia, propiedad de José María Baixauli, ahí funcionó el cine Avenida que ocupó la mayor parte del patio de manzana. Julio Porres fue su primer empresario cinematográfico, que tuvo el honor de programar esta sala durante las mejores épocas de su existencia, como fueron los años de las décadas de los cuarenta y cincuenta.

En el año 1992 cerró sus puertas, su amplio local fue reconvertido en un gran aparcamiento de vehículos y un par de bajos comerciales.


Fotoplano 1968

Ficha técnica: Miguel Tejedor
*LOS CINES DE VALENCIA

lunes, 14 de noviembre de 2022

PARECER LA BANDA DEL EMPASTRE


Un atardecer de agosto de 1915 amigos del pueblo valenciano de Catarroja, unos jóvenes que sabían de las rivalidades entre bandas de música que continuamente habían en el pueblo -como las de los otros pueblos en los que era difícil encontrar alguno que no la hubiera, ya que la tierra siempre ha dado grandes músicos- idearon crear entre ellos una nueva banda, que no iba a ser como las demás y pensando que con ello acabarían con las trifulcas.

No podían imaginar en ese momento lo que iba a suceder después. La gente del pueblo, al enterarse, con gran escepticismo y desconfianza comentaba: "Això serà un empastre”, nombre que por cierto se quedó como su seña de identidad: ¡La Banda del Empastre!.


¿Qué es lo que hacían? Pues cada uno ir a su bola, acabando por ser una payasada. Pero esta payasada gustó, y de lo que en su comienzo las representaciones eran en la Plaza de Toros de Valencia, pronto conocieron las del resto de España y de Iberoamérica. La banda igual tocaba música popular del momento que la combinaba con una pieza de ópera.



Fotografía del Museo Valenciano de Etnología

El caso es que el desbarajuste gustaba, hasta para llegar a ser conocidos por todo el mundo. En los carteles se anunciaban como “Banda cómico-taurina musical”. Su unión con el torero Rafael Dutrús, el Llapisera, conformaba un espectáculo único de toreo cómico, que hacía reir a generaciones de aficionados tanto taurinos como no.


Este artículo del diario ABC de la época nos explica perfectamente lo ocurrido una tarde en la plaza de Toros de las Ventas de Madrid:

“Rafael Dutrús, el popularísimo Llapisera, creador del toreo cómico, inspirado artista de fino ingenio, presentó en la Plaza de Toros de Madrid su ya famosa banda El Empastre, compuesta de veinticinco notables profesores, casi todos solistas, que ejecutan las más populares composiciones de nuestra música castiza. Todos los artistas de esta original banda son valencianos, dominan la mímica, y con sus dotes escénicas y vis cómica, encarnan graciosamente algunos personajes del teatro clásico que inmortalizaron, destacando el popular dúo de la Verbena de la Paloma. El público se entrega de lleno a tan notables artistas premiándoles con ovaciones contínuas.

En la última parte se da suelta a un becerro, que pone en dispersión a los músicos, sin que estos dejen de tocar un momento, atentos siempre a la batuta de su maestro y al gran Rafael, que cuidadosamente dirige la lidia, en la que también toman parte los músicos si el torillo reclama su intervención, dando pruebas de su gran pericia en lides taurinas.

Los espontáneos, bien tomando la forma de toro fantasma, de tipos populares o de bailadores regionales, hacen irrupción en el ruedo, y todos los artistas, en perfecta confusión, corren y danzan, sucediéndose escenas de gran comicidad, que producen en el público una hilaridad incontenible.Da fin al becerro uno de los músicos, maestro también en el arte de Pedro Romero.

Mientras se dispone la conducción de la víctima, se congregan en derredor de ella todos los artistas, y en correcta formación desfilan tocando una marcha fúnebre.

Como epílogo, y en justa correspondencia a los incesantes aplausos del público, la banda recorre el anillo tocando otras composiciones, y termina interpretando el himno a Valencia del maestro Serrano.

Y hasta aquí llegamos, porque en 2003 se deshizo "la Banda del Empastre".

Texto Amparo Zalve

sábado, 12 de noviembre de 2022

EL NIÑO LLORÓN

Mateo Crespo Ivars presidiendo la tienda.- Archivo Famliar.

En el número cincuenta y ocho de la calle Russafa hay un establecimiento de alimentación que llama la atención de los viandantes: en el exterior por su peculiar y llamativa denominación y logotipo, y en su interior por la enorme variedad de oferta.

Escaparate y mostradores, vitrinas, paredes, incluso parte del suelo está ocupado, pero bien clasificado, por sacos de legumbres, pastas caseras, fiambres variados, conservas, con algunas que es raro encontrar en otros sitios, vinos, licores, y un largo etcétera de productos alimenticios.

Mateo Crespo Navarro tras el mostrador.- 2022.- Esteban Gonzalo

Están especializados en preparar bandejas de fiambres, frivolidades y dulces para actos diversos.

Comercio nonagenario en el barrio, pero con 117 años contando desde su creación en el barrio del Mercado Central.

Desde la entrada.- 2022.- Esteban Gonzalo

Comenzó la historia comercial Consuelo Prats cuando en el año 1905 se estableció en el número 3 de la calle Ercilla para vender, principalmente y como sucursal de Barcelona, el café y el chocolate que recibían de Naguabo, ciudad de Puerto Rico. Empresa que tenía como logotipo un llamativo Niño Llorón a quien se le había caído la taza de chocolate.

El viejo logotipo entre vinos y licores.- 2022.- Esteban Gonzalo

En 1926, Mateo Crespo Ivars, vino desde su Benissa natal buscando un futuro laboral y encontró acogida, como dependiente, en la tienda de Consuelo.

Fue su gran acierto como empresaria, ya que Mateo demostró ser muy eficiente, de tal manera que cuando en 1930 trasladó el negocio al número 62, ahora 58, de la calle Russafa, donde antes hubo una paquetería, se lo encomendó a su espabilado empleado.

1970.- Fachada antes de la reforma.- Archivo Familiar

En 1936 lo llamaron a filas, pero al terminar la guerra no hizo el servicio militar al ser hijo de viuda, y se puso nuevamente al frente del comercio de la calle Russafa, que estuvo cerrado los años de la contienda.

Poco después, en la década de los cuarenta, como Consuelo no tenía hijos le traspasó la tienda a Mateo, quien en los años sesenta del siglo pasado cambió la titularidad a El Niño Llorón, por popularidad del niño cabezón y por la inutilidad de la marca caribeña, ya que durante la guerra y en la posguerra los gobiernos españoles prohibieron la libre importación de café y los comercios se tuvieron que adaptar a los suministros estatales.

Fachada actual.- 2021.- Esteban Gonzalo

Era época de auge de los ultramarinos y en El Niño Llorón trabajaban varios familiares para atender a los clientes.

Larga historia comercial donde a la venta de café, legumbres y frutos secos, añadieron fiambres y conservas cuando Salvador, hermano de Mateo, volvió del servicio militar, donde estuvo destinado en el economato, y en 1975 vinos y licores cuando cerraron su vecina Bodega Juan Burgos, a quien anteriormente no quisieron hacerle competencia.

En 1970 fue ampliada la tienda cambiando el uso de parte del bajo y quitaron el antiguo letrero Cafés Naguabo en la parte superior de la fachada.

También pasó a la historia años después la vieja y gran balanza Berkel, que fue sustituida por una electrónica de poca altura.

1970 Con su vieja balanza Berkel.- Archivo familiar.

Como el tiempo no pasa en balde, Mateo, que llegó a nonagenario, cedió la gestión de la tienda a sus hijos Mateo y Salvador Crespo Navarro. Mateo siguió, posiblemente se jubile pronto, y, aunque sus tres hijos tienen otras actividades laborales, tiene la continuidad solucionada. Su hermano Salvador se independizó en 1990 con un comercio en la calle Luis Oliag.

La calidad de la oferta y la peculiaridad de la razón social han sido llamativos alicientes para que hayan ocupado páginas en diarios valencianos y en libros especializados, como “Tiendas Valencianas” de María Ángeles Arazo, y “Comercios Históricos de Valencia” de Gumersindo Fernández y Enrique Ibáñez.

Texto de Esteban Gonzalo Rogel

jueves, 10 de noviembre de 2022

EL BARROCO DEL DOS AGUAS

 

BIVALDI

Barroca la puerta del palacio del Marques de Dos Aguas, de alabastro amarillento tirando a barro, fango de las aguas de sus dos ríos. 

Desde sus cantaras, ambas situadas a pie de la puerta principal del Palacio, se desprenden las aguas del Turia y del Jucar. 

Rios y como emblemas que en la actualidad y en su pòrtico se identifican con el gran coleccionista de cerámica don Manuel González Martí, patrimonio por él mismo recopilado y que se muestra ubicado en el interior de la casa palaciega del Marquesado de Dos Aguas. 

Sobre ambas cantaras, seres pensantes e idolatrados. ¡Ellos lo saben!

Desnudos de vergüenzas, pero de partes pudendas cubiertas. Porque se saben observados ante el paseante ensimismado. 

Caracolas abiertas, felinos amansados y reptiles secos, fenecen en la aguas de los dos rios. 

Son adornos barrocos a una puerta de entrada hacia la historia bajo un escudo heráldico sobre el que la Virgen del Rosario, que en su momento giraba sobre si misma, ora hacia dentro ora hacia fuera, estan soportados por ángeles inocentes entre haces luminosos sustentados por mujeres creyentes. 

Arte, fe y mitología se funden entre las aguas.

Los ventanales regios, con figuras desnudas en sus dinteles y sus sirenas desgarradas, se enmarcan bajo cinco águilas imperiales a pie de las dos torres laterales, siempre adornadas con seres mitológicos, situadas de forma altiva en lo alto de sus flancos, cual atalaya que guarda y protege la abierta lucha entre los dos rios enfrentados de su entrada.

martes, 8 de noviembre de 2022

VÍAS METÁLICAS PARA CARROS - 13

Jacinto Benavente

Este tramo fue dotado de vías para carros a partir de 1933 con motivo de la apertura al tránsito del nuevo puente de Aragón. Daba una salida cómoda a los carreteros desde ese punto para enlazar con Peris y Valero, es decir con el sur y el oeste de la ciudad, al mismo tiempo también enlazaba directamente con el camino de las Moreras.

Parcial 54-II puente de Aragón y principio de Jacinto Benavente.

El plano anterior, Catastral 1929-1944 nos presenta una duda no explicada. ¿Por qué comienzan las vías metálicas, una vez atravesado el puente de Aragón, en el cruce con Conde Altea y no en el cruce de la Gran Vía?

Una idea de cómo estaba la urbanización de la avenida nos la da el que pese a que el proyecto de Jacinto Benavente incluye jardín central y un sentido de tráfico a cada lado, se instalan las dos vías, tanto ida como vuelta en el lado más cercano al pretil del río, posiblemente se aprovechó la entonces existente calzada de Orilla del Río.

Parcial 54-IV enlace J. Benavente, Peris y Valero, camino Moreras.

La foto siguiente nos muestra, ya muy cerca de ser eliminadas las vías metálicas su instalación en Jacinto Benavente chaflán con la calle Burriana, justo ante el desaparecido Sanatorio José Antonio y frente a él el edificio que fue del Ejército del Aire, creo recordar que ambos edificios han sido sustituidos por modernas edificaciones de viviendas.

Avenida Jacinto Benavente. Foto Mark E. Palandri, 1944.

Las vías metálicas en Jacinto Benavente fueron arrancadas nada más inaugurarse en 1949 el puente del Ángel Custodio con lo que el recorrido por puente de Aragón y J. Benavente era totalmente innecesario. Realizándose a partir de ese trabajo el ajardinamiento central y la doble calzada proyectada en la avenida, tal como ha llegado a nuestros días.

Texto de Enrique Goñi Igual