
El proyecto inicial se realizó en 1775 por encargo del Hospital General sobre el solar del antiguo Corral de la Olivera, aunque hasta la primera década del siglo XIX no se iniciaron las obras, pero en estan ocasión sobre el solar de la desaparecida Cofradía de Ballesteros.
En 1854 se amplió en altura según los planos de Sebastián Monleón, perdurando su fachada del arquitecto Zacarias Camaña hasta nuestros días. El motivo de su mayor aforo fue debido al éxito que tuvo durante el siglo XIX, toda vez que la clase aburguesada estaba deseosa de lucir sus galas, lo que dio lugar a numerosas representaciones de ópera, zarzuela, teatro y conciertos musicales.
En la actualidad es propiedad de la Diputación Provincial, aunque de su gestión se encarga la Consellería de Cultura de la Generalitat Valenciana.
En la foto vemos el aspecto que ofrecía en la primera década del siglo XX.