domingo, 31 de julio de 2022

VALENCIA 1900 - EL LEGADO DE MARTÍNEZ ALOY

 

Una fotografía atribuida a J. Martínez Aloy (1865-1924), recogida en el libro “Valencia 1900. El legado fotográfico de J. Martinez Aloy”, situada en la confluencia de la calle las Barcas -después titulada Joaquín Sorolla- con la calle de la Universidad, con taza y monolito de piedra a la que acuden mujeres con sus cántaros, con una casona de dos plantas a su espalda que los autores del libro dicen que se corresponde con el Colegio de la Presentación de Nuestra Señora, en realidad no es así.

Se habla de la presencia de un mercadillo por unos puestos con toldos, pero éste se corresponde con el de la plaza de San Sebastián, lugar dónde en realidad está tomada la foto.

La casona está situada en la calle Cuart, junto a la plaza, como se puede observar en esta foto del mercadillo de San Sebastián, más tardía, pero la coincidencia en su alero, los balcones y la situación de las ventanas no ofrece duda.

Plano de 1909 donde un circulito verde es la referencia a la existencia de una fuente en la plaza de San Sebastián, en un recurso del mismo plano utilizado para las fuentes de las plazas de la Constitución, del Cid, entre otras.

Por otra parte, la fuente que estaba situada en la calle de las Barcas desde 1853, la de las Tres Gracias, como se puede observar en esta foto decimonónica, donde la semejanza con la casona de la foto de Martínez Aloy es inexistente, es la misma que en el año 1909 se trasladó a la plaza de Rodrigo Botet, donde en la actualidad la adorna. 

La foto de la calle Pintor Sorolla, antigua de las Barcas, nos muestra el Colegio de la Presentación, la esquina de la Universidad y los edificios tras la fuente de las Tres Gracias.

sábado, 30 de julio de 2022

COSTUMBRES ÁRABES QUE PERDURAN EN LA HUERTA

Archivo Municipal

Dos cosas evidencian,  aunque los siglos pasen, que la dominación morisca dejó impregnados sus usos en el labrador valenciano, y aunque pasaran muchos siglos más no bastarían para borrar las huellas. 

Estas dos muestras son la barraca y el uso en el vestir cotidiano del huertano.

El interior de las barracas era de lodo o barro a semejanza de los aduares de los árabes en el desierto. Formadas por un sencillo armazón de madera para la parte superior, cubierto de una capa de enea o de paja. La barraca o casa de venganza, que así se le llamaba por la facilidad que tenía de incendiarse, se hacía de pequeño tamaño, para aprovechar el máximo en terreno de cultivo, sin dejar atrás el goce necesario de sus moradores. 

El estudi ocupaba un tercio de la barraca, y era el cuarto para dormir el padre y la madre, con una cama, una arcón para la ropa y pocos muebles más de importancia. Los pequeños y más mayores, como podían en colchones al suelo. 

Contiguo al estudi estaba el estable o cuadra, habiendo una escalera de madera, en uno de los ángulos, para subir a la andana o piso de arriba, como lugar destinado a guardar las cosechas y donde solían colocarse los cañizos para el cultivo de los gusanos de seda.

Fuera de la barraca y muy pegado a ella había una construcción mucho más pequeña que es la que servía de cocina, y un poco más allá todavía habían dos más: Una en la que habitaba lo que era la esperanza de la familia, o sea, un cerdo y algunas gallinas, y la otra, un horno moruno (Ya estamos otra vez de árabe) en forma de medio huevo. 

Y ahora entramos en la vestimenta del hombre de huerta valenciano. Ahí todavía se hace más evidente la influencia árabe.

Si vamos al traje de verano, portaba unos zaragüells o camalets de lienzo crudo, atados por la cintura,  de camales muy anchos que no pasaban de las rodillas. La camiseta del mismo lienzo que el pantalón, un gorro encarnado o barret, diríamos muy semejante al bonete tunecino, o en su defecto un pañuelo en la cabeza. ¿Suena algo el pañuelo en la cabeza y el turbante árabe? ¿Y la manta con la que se cubría el huertano y el alquicel.? Cuando subía al caballo se cubría con esta manta rayada valenciana, sin más estribo  que enrollar el pie con la cola del equino para impulsarse y caer sobre un serón y sin más bridas que un sencillo ramal, ordinariamente de esparto y pocas de correa.

Completaba al atuendo unas espardeñas y un pañuelo en la cintura, metiendo en él una buena navaja (Aquí recordamos el Yatagán, o daga curvada que llevaban los turcos y árabes). Si tenía fe a prueba de bomba le acompañaba el rosario colgado en los hombros sosteniendo algún escapulario o algunas medallitas milagrosas. 

Para el traje de invierno se servía de un pantalón de tela barata y que fuera sufrida y sobre todo ancho como el de verano, un chaleco sin solapas, escotado por la espalda muchas de las veces, y el gorro o pañuelo y las alpargatas. 

Si a semejanzas vamos, podríamos decir que la piel del rostro era tostada a prueba de sol, viento y lluvia. Y que cabalgaba con el mismo reflejo árabe: frente elevada y aire guerrero.

Texto de Amparo Zalve

Fotos del Archivo Municipal

jueves, 28 de julio de 2022

ARTESANÍA YUSTE

1977.- Enrique Yuste Burgos con su hijo César.- Archivo familia.

En el número 5 de la plaza del Miracle del Mocadoret, está Artesanía Yuste, uno de los establecimientos que le añaden atractivo y vitalidad a la zona de La Tapinería, que de pocos años acá se ha hecho un hueco entre los lugares peculiares de moda de la ciudad.

Enrique Yuste Estudillo, gestiona la tienda como continuador de la labor iniciada por sus padres Enrique Yuste Burgos y África Estudillo Castillo.

1983.- Enrique Yuste Estudillo con su padre.- Archivo familia.

Tienda repleta de cerámica para pasar el tiempo antes de elegir algo para colocarlo en la vivienda o regalarlo como recuerdo de su paso por València. Su plato fuerte son los socarrats, con muy variados dibujos, y con la particularidad que doña África continúa pintándolos a sus cumplidos 86 años.

1990.- Enrique Yuste Burgos trabajando en la puerta del taller-tienda.-Foto Francesc Jarque en Tiendas Valencianas.

La peculiar historia, sobre las dotes artísticas y admirable constancia de Enrique Yuste padre, está magníficamente relatada en cinco largos artículos de la periodista María Ángeles Arazo en el diario Las Provincias, y tres, de Cristóbal Aguilar, M. Lloret y Ricardo Dasí, respectivamente, en el diario Levante, todos enmarcados en un lugar muy visible de la tienda. Asimismo, en Tiendas Valencianas, obra de María Ángeles Arazo con fotografías de Francesc Jarque.

Construido en años sesenta.- Archivo familia

Historia familiar que Enrique comenzó en 1936 a los nueve años, ya que, al no gustarle estudiar, su padre lo colocó como amasador de barro para una industria cerámica. Inicio de sus actividades laborales, hasta que cuando pudo se metió en el negocio de los derribos, donde vio futuro en la madera supercurada procedente de viejas viviendas, en antiguos azulejos y en muchos materiales de desecho en los que veía utilidad. Con ellos emprendió, a los 38 años y como ebanista autodidacta, su larga etapa en la decoración, enmarcando azulejos y tallando resistentes muebles, en una labor incansable, hasta doce horas diarias, en la que incluso utilizó como taller un solar en el número 173 de la avenida Peris y Valero, donde le ayudaban sus hermanos Juan y Luis.

Variada exposición.- 2021.- Esteban Gonzalo

En 1973 se trasladó a la actual ubicación, un edificio construido en el año 1900 y rehabilitado en 1997. Por ello tuvo que buscarse un lugar cercano para los años que duraron las obras.

Enrique Yuste Estudillo en la tienda.- 2021.- Esteban Gonzalo

Siempre dijo que era un taller donde también vendía, con la característica de dadivosidad más que de negociante, aunque conciudadanos y visitantes creyeran que era una tienda de antigüedades, debido a que recogía todo aquello en lo que pudiera encontrar provecho.Tenía tan lleno el local, que sacaba a la puerta el banco de carpintero y se ponía a trabajar ante la sorpresa de vecinos y visitantes.

Bajo en el inmueble donde, según la tradición, sucedió el “miracle del mocadoret”, que está recordado con un retablo de azulejos. 

Fachada calle Miracle del Mocadoret.- 2022.- Esteban Gonzalo

Medalla nacional de artesano distinguido en 1970, diplomado en el concurso de arcones, cajas y estuches artísticos celebrado en Madrid, e invitado numerosas veces a participar en ferias de muestras.

Trabajando en lo que le gustaba consiguió sacar adelante a su familia, lo que me manifiesta orgulloso su hijo Enrique.

Solamente no pudo superar el fallecimiento de su hijo César en 1997

Texto de Esteban Gonzalo Rogel      

martes, 26 de julio de 2022

FARMACIA ROYO, LA CATEDRAL DE LA MAGNESIA

 

Farmacia Royo - Años 20.

Si no hay que confundir la gimnasia con la magnesia, los valencianos del cap i casal lo hemos tenido siempre muy claro. La mayor evidencia de ello se manifestaba en la esquina de la calle Ruzafa 37 con Cirilo Amoros 1, donde la ya centenaria Farmacia Royo fue todo un referente desde 1879. La magnesia efervescente de D. Adolfo Royo ocupaba todas los botiquines domésticos y significaba el mejor alivio para los trastornos estomacales.

Su venta y en exclusiva en la farmacia situada en la calle  por unos años nominada de Pi y Margall, una de las más concurridas de la ciudad, hizo que fuera uno de los establecimientos de mayor popularidad.

Y con los años, tal era su popularidad, que su mayor publicidad se evidenciaba en la prensa, donde, además de la que se publicitaba con su nombre, otras tiendas  y negocios proximos se anunciaban con su vecindad a la Farmacia Royo, la mejor llamada para su propia localización.


Entre sus muchos fármacos, los sellos pilulares del Dr. Deschamp aseguraban el adelgazamiento corporal, el fin de la obesidad.

El Ferinol ponía punto y final a la Tosferina; al igual que el Agua de Rocafort que era la "curación segura" para las enfermedades del estómago, higado, riñones y la diabetes.

El Disco Ebar hacía desparecer los dolores de cabeza en cinco minutos, todo un prodigio. 

Para la tos las Pastillas Aspaine, que de forma radical aseguraban su desparición por el módico precio de 1 pts. la caja.

Farmacia Royo aseguraba la salud y la magnesia fue su principal reclamo.

domingo, 24 de julio de 2022

CHAFLÁN FÉLIX PIZCUETA - CIRILO AMORÓS

 MIRANDO HACIA ARRIBA

Chaflán Félix Pizcueta- Cirilo Amorós. Foto E. Goñi, enero 2022.

En el chaflán del cruce de calles Félix Pizcueta y Cirilo Amorós podemos ver levantando la vista, mirando hacia arriba, un ejemplo de un jardín en las alturas, es decir en la azotea de la finca. No hay duda de que hay una cantidad apreciable de estos jardines a lo largo y ancho de la ciudad, pero este me gusta precisamente por estar en un chaflán con las ventajas visuales que aporta. 

Distinto aspecto con árbol desde casi el punto de vista anterior. Foto E. Goñi, enero 2022.

Suelen ser edificios de mediana edad con alturas entre cuatro y ocho pisos con viviendas retranqueadas y plantas de buen tamaño en macetas también de buen tamaño que casi se apoyan en las barandas que miran a la calle. 

Vista desde el lateral de Cirilo Amorós. Foto E. Goñi, enero 2022.

Cuando son chaflanes nos permiten variados puntos de vista que pueden traer nuevos aspectos. 

Vista desde el lateral de Félix Pizcueta. Foto E. Goñi, enero 2022.

Para su visita cualquiera de las líneas de la EMT que pase por la calle de Ruzafa o Colón nos acerca, o en su lugar la bici. 

Texto de Enrique Goñi Igual

viernes, 22 de julio de 2022

EL D'OR. LOS CINES DE VALENCIA

 

Cine D’OR

Calle Almirante Cadarso, 23

Fecha inauguración: 1 de septiembre de 1953

El cine D’OR después de sus sesenta y nueve años funciona en la actualidad ofreciendo  cine día a día. Sesiones de buen cine para los vecinos de Ruzafa y el Ensanche, así como a cualquiera que se acerque allí con la intención de pasar buenos ratos, disfrutando del buen cine de reestreno de primer nivel, por tan sólo 5 euros. 

Programa sus excelentes sesiones Don Enrique Fayos, importante veterano empresario del cine de Valencia que en su día ideó el “Día del Espectador”, con el fin de facilitar las entradas a precios muy reducidos. 

El cine D’OR se edificó sobre un solar que un día ocupó la importante empresa Fundiciones Moreno.


Fotoplano 1957

Ficha técnica: Miguel Tejedor

*LOS CINES DE VALENCIA

miércoles, 20 de julio de 2022

SUCESOS ACONTECIDOS EN LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX EN VALENCIA

  

Suceso en el mes de Junio de 1924

Sin pretender ser los sucesos que más páginas ocuparon en los periódicos, pero sí hechos que han aportado páginas para la historia de la ciudad. Estos son algunos de los que puede que un siglo después carezcan de gran importancia, aunque en aquellas mentes, muchas de principios de siglo, quedaron grabados por la escasez de medios para solventarlos, por la intrepidez, o por algo tan importante como el dolor familiar tras el suceso acontecido. 

El orden cronológico es imprescindible para poder asimilar cada suceso dentro del contexto, aunque le daremos mayor importancia al de junio de 1924, coincidiendo con la visita de los reyes de Italia, Victor Manuel y Elena, a nuestra ciudad tras recorrer otras ciudades españolas. En el Grao existían los talleres de la Casa Gómez, que se fundaron en 1878, dedicados a la reparación y construcción de maquinaria, que dieron origen a los afamados astilleros y más tarde a la Unión Naval de Levante.

Acompañaba a los reyes italianos como escolta un hidroavión de la Armada italiana, y pasando por el puerto este cayó sobre los talleres da Casa Gómez, y aunque los tripulantes no sufrieron ningún daño, la avioneta quedó destrozada. En la foto vemos piloto y mecánico. 

Otro accidente de aviación ocurrió en el año 1911. Esta vez por osadía. Durante las fiestas de Feria, uno de los actos era el raid de la aviación Valencia-Alicante que creaba gran expectación entre las dos ciudades, presenciando las proezas que los “hombres pájaro" querían demostrar. Ese año se habían inscrito tres pilotos, un francés, un suizo y un español, este último con un aparato de su invención, todos optando por el premio en metálico. 

A las ocho y veinticinco minutos el francés remontó el vuelo desde Valencia, que en aquel momento la arena de la Malvarrosa se había convertido en aeródromo para este tipo de vuelos, llegando a Alicante a las diez y pocos minutos. El suizo inició el vuelo a las diez menos cuarto, pero a las diez y veinte retrocedió, por causa de la niebla. El español, Gregorio Campaña, tardó tres intentos para poder despegar de tierra, pero en el último advirtió que se precipitaba sobre la multitud, virando rápidamente hacia la izquierda, hacia el mar, cayendo y destrozando su aparato. 


En el mismo año, 1911, en el penal de San Miguel de los Reyes, se inició un incendio en el taller de alpargatería, donde a diario trabajaban unos 250 penados. Inimaginable la rápida extensión debido al material. El caos que se organizó fue inmenso. Contaba con 1700 penados, entre ellos 600 con cadena perpetua. Había riesgo de fuga. El edificio se rodeó con intensa vigilancia mientras los bomberos lograron atajar el incendio. Toda la cuadra quedó reducida a escombros. 

En esta fotografía vemos el penoso estado en que quedó el tranvía del Cabañal al ser arrollado por el expreso de Vinaroz. 

En 1914 una obstrucción en los filtros de las conducciones del agua potable produjo su escasez durante unos días, así que tuvieron que acudir a recogerla a las cubas que la repartían por las calles. 

1933. En la línea central de Aragón, la colocación de unas bombas levantaron los raíles del tren al hacerlas explotar. Gracias a un empleado de la linea que se percató no ocurrió ninguna desgracia. Avanzó hacia Sagunto, e hizo detenerse en el trayecto a un tren de viajeros que tenía que pasar por ese lugar, abortando el atentado.

Un edificio de la calle Jesús, en 1934, se redujo a escombros debido a su hundimiento. Murieron trece personas y otros veinte heridos de varias consideraciones. 

Y el gran suceso, y bien conocido, contado a través de prensa, ocupando páginas y páginas, fue en 1957, el año de la gran riada. Esta dos fotos nos muestran los alrededores donde el Turia se desbordó cegando los ojos del puente de la Trinidad y una sala de San Pio V tras la inundación.

Texto Amparo Zalve

lunes, 18 de julio de 2022

HORNO-PASTELERÍA V. GARCÍA

·         1982.- Llibret Falla Regne de Valencia-San Valero.- Hemeroteca valenciana.

El gran protagonista de este año, con el primer premio en monas, panquemados y tortas con pasas y nueces, en el XXXV Concurso del Gremio de Panaderos y Pasteleros de València. Y para completar el éxito, el primer premio de escaparates.

Aunque han conseguido muchos e importantes premios en 36 años, cuyos galardones están expuestos en la parte de atención a los clientes, un cuadruplete en las pasadas Pascuas es muy notorio, siguiendo, además, la tónica iniciada en el 2015 y repetida cuatro años después.

·         Padre e hijo con apetitosos cruasanes.- 2022.- Esteban Gonzalo

Horno pastelería donde las variadas tartas, empanadillas, pasteles de manzana, de chocolate, y un largo etcétera de productos gozan de justa fama, como también la oferta para endulzar a clientes diabéticos y celiacos. Sin olvidar sus deliciosos panetones que casan admirablemente con chocolate.

·         Vicente García Corbera en el horno.- 2022.- Esteban Gonzalo

Mundo aparte son sus famosas rosquilletas reguladoras de la circulación intestinal, donde a su beneficiosa labor para la salud de un elevado porcentaje de conciudadanos, se une su buena degustación.

·         Vicente García Rutia, Alberto Fabra, Vicente García Corbera y Loli Corbera, con panquemaos y tortas premiados en el 2015.- Foto familia.

El Horno Pastelería V. García está en el número 6 de la avenida Reino de Valencia y lo gestiona Vicente García Corbera como continuador de su padre Vicente García Rutia, quien después de trabajar veinte años en el Horno Alonso de la calle Pelayo de València, en 1986 adquirió Dulces Moraima, modificando únicamente la razón social en la fachada del establecimiento.

·         Escaparate en Todos Santos.- 2020.- Esteban Gonzalo

Vicente padre, con jubilación activa, ayuda en el obrador a su hijo y sus compañeros, mientras que su esposa, Loli Corbera y dependientas, atienden a la constante afluencia de clientes.

Pertenece al selecto grupo de los establecimientos históricos de Ruzafa que aportan calidad comercial a su entorno.

·         Escaparate en Sant Donis.- 2020.- Esteban Gonzalo

Según Juan Luis Corbín en su libro “Ruzafa la bien plantada”, ediciones de 1981 y 1995, la Pastelería Moraima fue creada en 1955 en la entonces avenida José Antonio, como continuadora de La Favorita, cuando derribaron el edificio donde ésta estaba en la calle Ruzafa, en el tramo entre la calle Cirilo Amorós y la Gran Vía Germanías. Los últimos que las rigieron fueron, sucesivamente, Antonio Ibáñez y su hijo Enrique Ibáñez Martínez, quienes tenían como especialidades almendrados y tortadas.

·         Escaparate premiado 2022.- Esteban Gonzalo

La última creación de Vicente García Corbera son los macarons, atractivo dulce preparado con almendras, azúcar glas y merengue, y relleno muy variado: trufas cocidas, chocolate, menta,…

·         Vicente García Rutia, Rebeca García, María José Catalá, Loli Corbera y Vicente García Corbera, con panquemaos y tortas premiados en el 2022.- Foto familia.

Horno pastelería a tener en cuenta con los dulces específicos de València en Nou d’Octubre, Todos Santos, Navidad, San Juan,…. 


·         Macarons.- 2022.- Esteban Gonzalo

Texto de Esteban Gonzalo Rogel