martes, 29 de junio de 2021

PASAMANERÍA-MERCERÍA EL DILUVIO.

 


Fachada edificio calle San Vicente nº 47.- Foto Catastro.

En el número 47 de la calle San Vicente Mártir, ocupando uno de los bajos de un edificio de estilo modernista con cuatro columnas, que dan la sensación de sostener la fachada, y con elegantes herrajes en los balcones, está la Pasamanería-Mercería El Diluvio, que gestiona desde el año 2015 José María Gómez Rosalén, después de estar con su progenitor, José María Gómez Lorente, desde jovencito.

José Mª Gómez en la tienda.- 2021.- Esteban Gonzalo

José María vende, principalmente, grecas, flecos y puntillas, aunque también complementos falleros, botones, borlas, cordones, cintas, cremalleras, corbatines,…. de tal manera que lo ofertado cubre anverso y reverso de su tarjeta de visita.

Choca entrar en un establecimiento de complementos textiles con la razón comercial El Diluvio, pero tiene su explicación por el cambio de productos ofertados según épocas.

José Mª Gómez y la tienda .- Esteban Gonzalo

José María Gómez Lorente, continuador comercial de su padre Florencio Gómez, cambio la camisería por los abanicos, los paraguas y los tapetes, hasta que en los años ochenta dejó lo anterior y se decantó por la pasamanería y mercería.

Rótulo que había en la tienda de la calle Bordadores.- Foto autor desconocido.

La misma denominación comercial y rotulación que otro establecimiento en la calle Bordadores, frente al Micalet, donde Gonzalo Rosalén, tío de José María Gómez Rosalén, también vendía abanicos y paraguas y cerró años atrás.

También extraña que tenga un letrero provisional sin incluir El Diluvio, pero me aclara José María Gómez que,desde la restauración del edificio, realizada en el año 2010, está esperando le autoricen colocarlo y de qué tipo.

Fofucha.- 19-02-2021.- Esteban Gonzalo.

Destaca en el mostrador una “Fofucha”, muñeca artesanal hecha con gomaeva y personalizada a gusto del cliente.

Texto de Esteban Gonzalo Rogel

domingo, 27 de junio de 2021

PLAZA DEL AYUNTAMIENTO. VALENCIA

 MIRANDO HACIA ARRIBA 

Si una vez más elevamos la vista desde el centro de la plaza mirando hacia el sur, junto al antiguo edificio de Telefónica, podemos ver en lo alto de un edificio de la fundación “Rosillo” y denominado “La Equitativa” supongo que su origen es el de una compañía de seguros. 

Edificio “La Equitativa”. Foto E. Goñi, enero 2019.

Allí arriba y desde 1927, cuando se alzó el edificio, tenemos la estatua de una señora que sostiene una balanza, para ser justa y equitativa.

La Equitativa. Foto E. Goñi, noviembre 2019.

Si ahora giramos la vista hacia la derecha nos encontramos con el edificio que forma la esquina de la plaza del Ayuntamiento con Periodista Azzati, cuyo arquitecto fue Goerlich, edificado sobre 1930 para otra compañía de seguros la “Assicurazione Generalli” y que en su parte más elevada tiene una hermosa cúpula, digna de cualquier iglesia, revestida de tejerío cerámico; en la parte más cercana al chaflán sobre un pequeño templete, aunque más bajo que la cúpula, se mantiene en pie un hermoso león. 

León del edificio de Generalli. Foto E. Goñi, enero 2019.

León que, gracias a otra foto de una postal que en su día viajó por el correo nacional, podemos ver de más cerca y desde el lado contrario al habitual en el que miramos hacia arriba desde la calle. 

Postal de época, Remember-València, pg 427 (III). 

Texto de Enrique Goñi Igual.

viernes, 25 de junio de 2021

EL PALACIO DE FOS


Casa Palacio en la calle del Bany

En 1686 existían en la ciudad unos 800 telares, pero con los adelantos de la época, cien años después, para ser precisos en 1786, había aumentado su número a 3.535 que daban ocupación a 5.295 operarios y 1.200 mujeres, llegando a fabricar aquel año cerca de 30.000 piezas de toda clase de tejidos de seda.

Y para mantener su pureza y en beneficio de la industria sedera, el 28 de septiembre de 1777 se había nombrado un inspector general para la buena dirección de las fábricas de seda en la persona del valenciano del cap i casal Joaquín Manuel Fos, quien por sus constantes viajes por toda Europa y lugares más lejanos, había adquirido los más adelantados métodos para la confección de la seda.

Su meticulosidad se vio manifiesta cuando en enero de 1784 ordenó fuesen quemadas frente a la Lonja en la plaza del Mercado y por manos del verdugo, unas piezas de seda que se hallaban tramadas por un cabo, con la multa correspondiente al fabricante, quedando su nombre grabado en el tablado para su escarnio público.

Joaquín Manuel Fos (1730-1789) fue el impulsor de los "serenos" en Valencia, los primeros de España, para dar trabajo a los pirotécnicos cuya actividad había sido prohibida.

En la Corte tuvo su gran promotor, que no fue otro que Carlos III, en reconocimiento a su importante actividad en el mundo de la seda, quien le otorgó el título de Marqués de San Joaquín, por su ayuda a las mejoras de la iglesia de las Escuelas Pías de su barrio "dels velluters", donde tuvo su palacio en la calle del Bayn, así rotulada por la existencia de unos baños al final de la calle, que también tuvo otros nombres en razón de su nominación, como lo fueron de Embany y Enbany, siendo enterrado en la Iglesia del Pilar.

miércoles, 23 de junio de 2021

HISTORIA TRAS LA PUERTA DE LA TRINIDAD

1704 - Del plano de Tosca

Mencionar esta puerta de la época de dominación musulmana, es atravesar y visitar la primera casa de la derecha.

Es colocar la casa donde habitó y murió el invicto Rodrigo Díaz de Vivar, del que Valencia se honra distinguir con el epíteto del Cid.

Se construyó en el solar que había dejado su anterior dueño, el rey moro Yaye. Tiempo después, a la muerte del Cid, se transformó en almacén y factoría de utensilios.

La casa palacio resistió tal cual hasta mediados del siglo XVI. Posteriormente la compró el marqués de Moya, que era llamado “Señor de las casas del Cid Ruí Díaz en la ciudad y reino de Valencia”, que hizo levantar solo los suelos al reedificar, respetando la disposición que había pisado tan heróico varón.

Después pasó al dominio de don Pedro Valda, marqués de Bucianos, convirtiéndola en almacén de trigo, “Almacén de Valda”, hasta que la vendió a la ciudad en 1690. Pasó a llamarse “ Almacén de la Balda”, por lo que se ve no estarían muy contentos con él.

Un teatro provisional cerró esta historia en 1761 y hasta julio de 1832.

Texto de Amparo Zalve Polo

lunes, 21 de junio de 2021

PAISAJES URBANOS CAMBIADOS: DE ESTACIÓN, HUERTA Y EDIFICIOS A PASEO CENTRAL DE LA AVENIDA ALFAHUIR.

1 - Lugar de la foto del 04/05/1995  y parada Alfahuir del tranvía

La avenida Alfahuir fue el resultado de la urbanización de los terrenos que ocuparon hasta 1995 la vía del trenet Pont de Fusta-Rafelbunyol, entre la avenida Primado Reig y la rotonda de la Ronda Norte, y el apeadero Sant Llorenç, con el añadido de una ancha franja de terrenos, mayoritariamente de huerta, a cada lado de la explanación ferroviaria.

València tiene varias avenidas y calles amplias donde hubo trazados ferroviarios. Son de gran ayuda para la circulación de vehículos en una ciudad diseñada con planes parciales, sin grandes avenidas transversales, y, mayoritariamente, estrechos viarios hasta pocos decenios atrás.

Trenes San Llorenç- 04/05/1995 - Esteban Gonzalo 

En la foto, tomada a las 15:30 horas del día 4 de mayo de 1995, se cruzan en el apeadero Sant Llorenç los trenes con destinos: estación Pont de Fusta el 3505, y Rafelbunyol el 3501. Fue el último día de circulación ferroviaria en los primeros 2,5 kilómetros, hasta el apeadero Palmaret, de la línea que sigue hasta Rafelbunyol. Tramo sustituido el día siguiente por la sección soterrada entre la nueva estación Palmaret y la de Alameda, como primer adentramiento urbano de la línea 3 de Metrovalencia.

Mismo lugar en 2021 que en la foto de 1995 .- Esteban Gonzalo  

Lo cerraron a la explotación, a partir de las veinticuatro del citado día 4 de mayo, con el paso hacia las cocheras Machado de la unidad eléctrica 3503-6503, que realizó el último servicio entre Rafelbunyol y València, y el viejo automotor nº 15 “Bujía” que estaba de reserva en València para solucionar emergencias. Con ello, jubilación de las citadas estación Pont de Fusta y apeaderos Sant Llorenç y Palmaret en el tramo eliminado, así como las unidades eléctricas de la serie 3500, conocidas como las Alcoyanas, ya que en la desaparecida empresa Miró Reig de Alcoy recarrozaron seis unidades eléctricas de la veterana serie mil, para que resistieran hasta que terminaran la transformación del citado ferrocarril hasta Rafelbunyol.

2021 - Parada Alfahuir.- Tranvía con destino Maritim-Serrería - Esteban Gonzalo

Raíles que doce años después, el 24 de septiembre del 2007, volvieron entre la avenida Primado Reig y el cruce con la calle Duque de Mandas y la avenida Valladolid, para el tramo tranviario Almazora-Tossal del Rei, primero del proyecto de la T-2 Orriols-Nazaret.

En el resto de la avenida Alfahuir, hasta el entronque con la Ronda Norte, por donde pasaron trenes durante 102 años y hubo cultivos de verduras y hortalizas, ahora juegan niños y los mayores toman el sol, pasean y comentan recuerdos.

Texto de Esteban Gonzalo Rogel   

sábado, 19 de junio de 2021

LOS TRANVIARIOS VALENCIANOS

 ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES TRANVIARIAS

A lo largo de la publicación de las Anécdotas y Curiosidades Tranviarias he procurado tratar de distintos aspectos sobre los antiguos tranvías de València, pero apenas han surgido fotos de tranviarios en activo, hoy acabamos el tema con ellos en situaciones variadas. 

Típica foto de época con un tranvía de caballos en las primitivas cocheras del Camino del Grao, donde ahora está la boca del puente de Aragón. La foto comienza con el caballo y acaba con un limpiavias, entre medio hay uniformes de todo lo imaginable. Foto autor desconocido.

Conductor de tranvía de caballos de la Sociedad Valenciana de Tranvías, (SVT) en invierno, tapado con una manta auxiliar como el paisano de a pie. Foto autor desconocido.

 

“Divertimento” sobre una foto de Gadea, ca. 1950. “Conductor” y cobrador reposando en Manises, Compañía de Tranvías y Ferrocarriles de Valencia (CTFV).

 

Foto Finezas ca. 1938, calle de Periodista Azzati. Par de equipos tranviarios de CTFV calentándose en una invernal mañana a la espera de hacer el servicio a Catarroja,  Silla o Cementerio.

 

Preparados para el relevo, pl. Ayuntamiento ca 1945. Los uniformes grises aceptables, CTFV. Foto autor desconocido.

Final de trayecto en Pont de Fusta, línea nº 11 a Patraix. Conductor o quizá inspector esperando dar la hora de salida. Época de la Sociedad Anónima Laboral de Transportes Urbanos de Valencia, (Saltuv). Foto autor desconocido.

Conductor al mando de un coche 400. Viaje oficial de despedida. Último día del tranvía, Saltuv. Foto José Antonio Tartajo, 20.06.1970.

Cobrador, que podía trabajar cómodamente sentado, ejerciendo su labor en un coche 400. Despedida del tranvía antiguo, Saltuv. Foto Finezas. 20.06.1970

Texto de Enrique Goñi Igual

jueves, 17 de junio de 2021

GREMIO DE SASTRES

Archivo Municipal

Para saber del origen de este gremio y de sus primeros pasos, hay que remontarse a tiempos del rey don Jaime I, cuando su fundación tras la conquista  de Valencia, habiendo adquirido gran preponderancia en aquellos años, hasta el extremo de que pronto se sitúa a la vanguardia de las primitivas instituciones de su clase, conquistando entre otros derechos el de tener presencia oficial en el Consejo de la Ciudad, cuya representación era elegida libremente por los miembros de la cofradía, hecho que tuvo lugar en el año 1283. 

La importancia de las cofradías era cada día mayor, hasta el punto de considerarlas peligrosas, por lo cual  Jaime II ordenó su disolución, exceptuando únicamente de tan real orden la llamada de San Jaime. No obstante, las cofradías siguieron funcionando al margen de la ley.

Pero en lo que hace referencia a la de los sastres, quienes deseaban  desenvolverse con entera libertad, acordaron que sus promotores se pusieran al habla con  Alfonso IV para pedirle la rehabilitación de sus derechos, que le fue concedida el 4 de septiembre de 1329, aprobando, asimismo, los correspondientes capítulos que le presentaron, y que por estar inspirados en un alto espíritu de filantropía y moralidad, sirvieron de norma base para todas las cofradías, organismos que así se denominaban y que con el tiempo aparecieron con el nombre de gremios.

La cofradía de los sastres funcionaba en sus primeros tiempos bajo la advocación de San Antonio, con altar propio en el convento de San Francisco, hasta que por su afecto por la devoción hacia san Vicente Mártir, consiguieron tener a éste como patrono. De la  iglesia convento de San Vicente de la Roqueta alcanzaron el patronato de su altar mayor, cuyo retablo costearon.

martes, 15 de junio de 2021

ALQUERÍAS DE LA HUERTA VALENCIANA

 

1960 - Alquería de la Font

Se trata de pensar hacia atrás hasta llegar a ver la espectacular huerta de Valencia en la que no podían faltar entre sus terrenos las viviendas agrupadas si nos vamos al siglo XI, de origen árabe con importante difusión en la Taifa de Valencia, donde vivían familias de la agricultura y la ganadería. En menor cantidad, las que estaban aisladas, con una gran superficie de terreno para cultivar.

Justo estas aisladas, tras la conquista de Jaime I, iban siendo donadas a los nobles. Las grupales ya no se podría, pues formaban parte del municipio.

Es lo que iba conformando el paisaje rural valenciano. Pero su historia no acababa así, ya que llegado el siglo XIII, las que estaban situadas en los alrededores de las murallas de la ciudad, empezaron a fragmentarse, dejando muy claro el concepto de Alquería como una entidad con explotación agrícola, de 1 a 6 hectáreas que se autoabastece y sólo se comerciaba con los escasos excedentes.

Alquería del Pi

Bien entrado el XVII una minoría burguesa pensó en transformar el autoconsumo en producción, aumentando la expropiación. El labrador ya no sería dueño, sino trabajador, aunque su vivienda estaría allí, junto a la de los amos, que la usarían como casa de recreo en temporadas, sobre todo cuando llegaba el buen tiempo. De esta manera el paisaje rural anterior había cambiado, dando paso a grandes edificaciones y mayor huerta.

Y llegamos a finales del siglo XIX, más bien comienzos del XX, cuando la población de agricultores tuvo una gran mejora económica. Volvieron a ser amos, y el paisaje retomó de nuevo la imagen de unos siglos atrás. Pequeñas alquerías de propiedad familiar con vivienda propia.

Antes de continuar para saber cómo eran, hay que recordar algo tan importante como que en ellas se utilizaba la zona superior para la cría de gusanos de seda, desde el siglo XV hasta mediados de XIX.  Los viajeros que por aquí pasaban volvían con el recuerdo de unas tierras que rodeaban la ciudad amurallada con unos árboles frondosos y verdes, que se plantaban en los caminos junto a las acequias y hasta campos enteros de ellas, las moreras. Alimentación de esos lepidópteros que sufren varias transformaciones, hasta llegar a la obtención de tan preciada joya como es la seda,  y que Valencia fue una gran productora, hasta que llegó la decadencia de esta industria.

Las alquerías de la huerta tenían en el último piso andanas o desvanes, con estructuras de cañas y madera, donde criaban los gusanos, cuyos capullos de seda, o la seda hilada, eran vendidos para su comercialización. En algunas alquerías que quedan todavía se puede sospechar la utilización de la andana para estos menesteres, si nos fijamos en las pequeñas ventanas situadas casi a ras del tejado, aislando de la humedad y del frío de la tierra, a la vez que ventilaban la cámara y eliminaban las bolsas de aire cálido del verano.

Alquería del Moro

Al cese de la industria sedera volvió a cambiar el paisaje que acompañaba a la alquería y el aire se llenó de azahar.

Pues hagámonos una idea de cómo eran habitualmente:

Una construcción sólida con cubierta uniforme, o bien fraccionada, de teja árabe a dos aguas para los cuerpos principales, y para los adosados de un agua.

La mayoría de dos alturas, y hasta tres podrían tener si se usaban como almacenamiento o como ya he comentado, para la cría de los gusanos.

Una espaciosa entrada con su portal de medio punto, aunque tiempo después ya se hacían rectangulares.


En la primera crujía, a derecha e izquierda , los dormitorios, y en la segunda, la cocina, el comedor, la bodega, el acceso a las cuadras y la escalera.

Rodeaban la alquería graneros, aljibes, cuadras, un jardín cerrado, un camino de acceso, acequias y hasta en algunas una pequeña capilla.

En el corral un cobertizo para cobijar los carros y guardar los aperos de labranza, así como gallineros y conejeras.

Al principio tenían torres, que actuaban de elemento defensivo al provenir de los árabes, pero con el tiempo perdieron este concepto, para ser unicamente elemento señorial, como mirador, tomando el nombre de miramar.

Texto de Amparo Zalve Polo

domingo, 13 de junio de 2021

SIGLO XVIII VALENCIA

 Vestidos y accesorios tradicionales

Fachada Avellanas 22.- 2021.- Esteban Gonzalo

En el número 22 de la calle Avellanas, barrio de La Seu, está Siglo XVIII València, taller y tienda donde reproducen ropa antigua valenciana y su venta la complementan con los accesorios correspondientes. 

Los regenta María Victoria Liseras Ferreres, quien tras comenzar como coleccionista de indumentaria autóctona del siglo mencionado, en 1981 y para que no se perdiera su utilización, decidió reproducirla, principalmente, para atuendo de falleras. 

Para ello montó una tienda-taller en la Gran Vía Ramón y Cajal, desde la que se trasladó en 1995 al número 3 de la calle Avellanas, y diez años después al número 22 de la misma calle, ya que en el anterior local le faltaba capacidad para el desarrollo de su industria artesana.

María Victoria en la tienda.- 2020.- Esteban Gonzalo

Para comenzar su tarea de confeccionar vestuario del siglo XVIII, buscó telas apropiadas y los complementos adecuados, como son el calzado, los sombreros y los aderezos, éstos realizados con plata, plata sobredorada y latón, por orfebres valencianos.

Telas de seda estilo siglo XVIII.- 2020.- Esteban Gonzalo

Larga historia de Avellanas nº 3, ya que tras muchos años ocupado por una verdulería, dos consecutivas tiendas de antigüedades y la indumentarista, se han sucedido desde el 2016 dos expositoras de arte que no han tenido éxito. Por ello, está el local a la espera de nuevo inquilino, que, como está legislado, tiene que respetar la fachada e interiores de época.

Pintura con la fachada de la tienda en Avellanas 3 - 2020.- Esteban Gonzalo

Texto de Esteban Gonzalo Rogel

viernes, 11 de junio de 2021

VALENCIA, SU TÉRMINO MUNICIPAL

 

Plano de 1695. Huerta y Contribución Particular de la Ciudad de Valencia.

Cuando hablamos de la ciudad de València vale la pena en algunas ocasiones definir el año, o la época, ya que aunque a lo largo de los últimos ciento veinte años no se ha modificado su término municipal, salvando alguna pequeña permuta de tierra con alguno de sus ayuntamientos vecinos motivada por alguna mínima rectificación para facilitar el encaje de calles entre los dos municipios, como ha podido pasar con nuestros vecinos de Alboraya, Mislata, Xirivella o Burjassot.

Arriba tenemos un fantástico plano de 1695 titulado Huerta y Contribución Particular de la Ciudad de Valencia” destinado a los Jurados de la ciudad, en el que se muestran los cuatro cuarteles en que estaba dividido el territorio anexo a la ciudad, Campanar, Benimaclet, Ruzafa y Quarte, lo que podríamos considerar el dominio de València, que incluía prácticamente la mayoría de lo que aparece en el plano. Ampliad el plano y disfrutad de él, es asombroso el lujo de detalles, poblados, caseríos, alquerías, jardines, caminos, acequias, ríos, barrancos, etc.

A partir de finales del siglo XVII hasta finales del siglo XIX, y sobre todo coincidiendo con la desaparición de los señoríos, tanto civiles como eclesiásticos hubo una proliferación de lugares que pasaron a tener ayuntamiento propio. Algunos solamente con el territorio de sus casas, casi sin territorio, lo que los hizo inviables por su falta de ingresos económicos, no había más gravamen posible que la vivienda, por lo que el municipio no tenía ingresos suficientes para cubrir sus gastos. Solución, incorporarse a un ayuntamiento cercano, o no; bastantes de entre ellos eligieron la capital, y a algunos fue la capital quien los eligió a finales del siglo XIX.

Disponemos de un plano de València y alrededores que nos muestra los municipios sobre 1840. Rápidamente vemos por el sur que Ruzafa tiene un territorio muy extenso, incluye las barriadas de Monteolivete, Nazaret (Lazareto), Fuente de San Luis, Horno de Alcedo (Benimasot), La Torre, Pinedo, El Saler, El Tremolar, El Palmar y El Perellonet. En esta parte sur Patraix era la mínima expresión de sus calles, totalmente rodeada por València. Por su parte Vistabella se integró en Picaña.

En la parte oeste existieron los pueblos, hoy barrios de Beniferri, Benimàmet y Campanar que incluía Tendetes.

 Plano de València tèrmino y alrededores en 1840.

Por la parte de levante solo estaban los marítimos de Villanueva del Grao (El Grao) y Pueblo Nuevo del Mar (Cañamelar-Cabañal).

En el norte València incluía Benicalap, Marchalenes y las barriadas de las calles Alboraya y calle Sagunto. Como pueblos independientes aparecen en el plano Benimaclet, con un minitérmino, solamente las calles del poblado, en el camino hacia Moncada están Carpesa y Borbotó. Pero sabemos que también existieron Poble Nou, Benifaraig y Massarrojos.

Tomando la antigua carretera a Sagunto a la derecha tenemos Orriols, luego encontramos una isla entre Bonrepós y Almàssera son Las Casas de Bárcena y kilómetros más adelante están Mahuella y Tauladella situados entre Albalat dels Sorells y Albuixech y finalmente más lejos, junto al mar, tenemos en la actualidad sin viviendas, alguna granja sí hay, los terrenos de Vistabella y Rafalell entre Massalfassar y Massamagrell. Todo lo citado está situado en la zona rosa del siguiente plano.

 Plano del área metropolitana de València.

Para poder situar un poco mejor los poblados del norte aprovecho un plano del Plan General de Ordenación Urbana del 2008. En marrón las zonas edificadas o edificables y en verde los distintos tramos del término dedicados a huerta, no edificable en su momento. El dedo alto a la izquierda se corresponde con las zonas de chalets y poco más abajo el poblado de Massarrojos, en la parte más gruesa en lo alto está Benifaraig, bajo a la izquierda Borbotó, a su derecha Carpesa y más abajo Poble Nou. La primera isla verde a la derecha se corresponde con Las Casas de Bárcena, la segunda isla contiene Mahuella (la zona cuadrada de caserío) y Tauladella, y junto al mar nos encontramos Rafalell y Vistabella, y sí es la playa esa a la que habitualmente no dejan entrar coches.

 Parcial norte del plano PGOU de 2008.

Para visualizar la zona de los poblados del sur adjunto el siguiente plano, muy esquemático pero clarificador.

 Plano poblados de la zona sur.

Nuestra empresa de transporte colectivo municipal, la EMT, intenta desde hace unos años cubrir todos los núcleos poblados del territorio del término municipal de València. Con los resultados siguientes:

Para ir a los poblados del sur desde el centro nos ofrecen: la línea nº 24 que nos lleva a Pinedo, El Saler y El Palmar, la nº 25 cubre los poblados de Pinedo, El Saler, Perellonet, incluso llega a la entrada a El Perelló. La línea nº 15 nos lleva a La Punta y Pinedo. Por otro lado la línea nº 14 nos acerca a Castellar, El Oliveral y alternativamente sigue un servicio a Tremolar y Pinedo y el siguiente a Horno Alcedo. También podemos llegar a Horno Alcedo con la línea nº 9 pasando antes por San Marcelino y La Torre.

Dentro de los poblados del norte disponemos de la línea nº 26 que nos acerca al Poble Nou, Borbotó, Carpesa, Benifaraig, y además nos deja a la entrada tanto de Moncada como de Alfara del Patriarca. Con la línea nº 16 podemos llegar a San Miguel de los Reyes y Las Casas de Bárcena y aun nos lleva hasta la entrada de Vinalesa. Para alcanzar Massarrojos no hay ningún servicio de bus, pero es un buen servicio el de la línea nº 1 del metro dirección Moncada. Desgraciadamente para la cincuentena de vecinos de Mahuella no hay ningún servicio público directo, dependen pues de sus propios medios o se acercan a los pueblos inmediatos de Albalat dels Sorells o Albuixec y por tren o autobús metropolitano pueden alcanzar la capital.

En la zona oeste la línea nº 62 nos acerca a Beniferri y acaba en Benimàmet.

Con estos servicios tenemos una primera base para el valenciano que quiera conocer a fondo su ciudad, no solo el cogollito de su barrio, el centro, playas y Ciudad de las Artes y las Ciencias, el resto existe y se merece que lo pateemos, conozcamos, en resumen lo disfrutemos.

Considero interesante que al montar en alguna de esas líneas se consulten los horarios, la mayoría de ellas tiene frecuencias de entre 10 y 22 minutos pero en algún caso su frecuencia puede alcanzar los 90 minutos.

 Texto de Enrique Goñi Igual