Las Provincias - 29/02/1920
sábado, 29 de febrero de 2020
viernes, 28 de febrero de 2020
EL ÚLTIMO VERDUGO. CRÓNICA DE UN FINAL DE SIGLO
Archivo Rafael Solaz
Natural de Pedralba, casado y con tres hijos, treinta y
seis años, algo entrado en carnes, de
baja estatura y bigote. Se empleaba como carpintero, menos cuando tenía que
ejercer de verdugo. Cargo que desempeñaba desde hacía siete años, cuando en
1889 se ganó la plaza de funcionario en la Audiencia Territorial como “Hombre
que mata a otros en nombre de la ley”. Se decía que era poco hábil en el manejo
del garrote vil.
Pascual Ten Molina vivía en la pequeña calle Angosta de la
Compañía en Valencia, donde la pena de muerte por garrote vil se venía
ejecutando en diferentes puntos de la ciudad, como eran la Plaza del Mercado, la
Plaza de La Virgen o el paseo de la Pechina.
Las demás ejecuciones públicas, como la horca o el
descuartizamiento del reo, ya habían sido abolidas desde que en 1832 Fernando
VII retiró la pena de horca; las sanguinarias
condenas a muerte por la Inquisición quedaron abolidas el 15 de julio de
1834.
Dos ejecuciones a cuestas y otra prevista en breve le
quedaban a nuestro verdugo, hasta que ocurrió el suceso en Murcia: Josefa
Gómez, apodada la “Perla Murciana” tenía que ser ejecutada.
Conoceremos un poco el caso:
Mujer de gran belleza, Josefa Gómez, que regentaba una
pensión en Murcia junto a su marido. Un matrimonio con dos hijos y malavenido.
El 8 de diciembre de 1893, el marido, tras tomar un café más
amargo de lo habitual, marchó al teatro, sintiéndose indispuesto antes de
llegar y falleciendo un poco después. La “casualidad” hizo que una joven
trabajadora de la pensión sintiera lo mismo y terminó como su patrón. Josefa estaba sana y pasó por sentir los
mismos síntomas para disimular, aunque al ser reconocida por el doctor
evidenciaba que era su pantomima.
Aparece ahora el tercer personaje de la historia: Vicente,
hombre casado, hospedado en la pensión por motivo de trabajo. Adicto a la
estricnina, pues padecía de fuertes dolores de estómago, el medicamento era
eficaz a dosis mínimas, pero a dosis más altas era mortal.
Sin extenderme más porque la historia ya se puede intuir, tanto
ella como él, fueron condenados. Ella a garrote vil y él a cadena perpetua por
cómplice. Pese a los indultos solicitados, no hubo clemencia para la acusada y
se ejecutaría la condena a garrote vil el 28 de octubre de 1896.
Aquí entra en la historia nuestro verdugo valenciano Pascual
Ten Molina:
Bajó del tren en la estación de Murcia. Vestía traje negro y
camisa con rayas azules y blancas, chaleco con gruesa cadena de la que colgaba
un reloj de plata. Cubría su cabeza con un sombrero hongo. En una mano un
maletín, en la otra un bastón con empuñadura de plata.
Nadie quiso trasladarlo en su carruaje, teniendo que llegar
andando a la ciudad, escoltado por militares y guardias civiles, que no
pudieron evitar cayera alguna piedra sobre su cabeza. Sintió miedo y ello hizo
que se sumara al indulto de la condenada.
Después de pasar por la Audiencia se fue a la cárcel para
alojarse allí.
Ni las revueltas populares ni el amparo por parte del
clérigo, ni un telegrama enviado por él mismo al señor Presidente del Consejo
de Ministros, fueron suficientes para parar la sentencia.
Una hora antes de la ejecución Pascual acudió a la capilla
donde estaba Josefa, e hizo lo que el protocolo mandaba, ofrecimiento de perdón
y disculpas por quitarle la vida. Al momento la vistió con toca blanca que cubría su cara y de
hopa negra.
El verdugo la esperaba sobre aquel catafalco horrendo, junto
al banquillo donde debería sentarse aquella desgraciada y apoyado en el árbol
de la argolla.
Los tambores da la infantería sonaron, momento en el que
Pascual se acercó a ella y con firme voz,
¡Vamos! la incitó a que se sentara, ató sus pies y le colocó la argolla,
entregó su cuerpo al verdugo cuando este dio la vuelta al tornillo y terminó
con su horrible labor.
Tan solo le quedaba testificar la defunción. Para ello
levantó levemente el cubrecaras, se asomó el sr. cura y lo atestiguó. Todos se
arrodillaron menos el verdugo.
Ya pasado el mediodía el verdugo la despojó de las correas,
llevó el tornillo de la argolla a su ranura y ayudó a introducir el cuerpo en
el féretro. Desarmó los horribles artilugios y esa misma noche regresó a
Valencia.
Final de la última ejecución pública en España, de la mano de nuestro valenciano Pascual Ten Molina.
Final de la última ejecución pública en España, de la mano de nuestro valenciano Pascual Ten Molina.
Texto de Amparo Zalve Polo
jueves, 27 de febrero de 2020
miércoles, 26 de febrero de 2020
LA FUENTE DE SAN LUIS HACE 100 AÑOS
Iglesia de san Luis Beltrán hace 100 años. Postal de época.
A partir de una colección de postales, que a la vez eran
papeletas del sorteo de un automóvil para el 1 de septiembre de 1921, podemos
ver aspectos del entonces ya barrio de Ruzafa, algunos insospechados, como por
ejemplo la foto de la iglesia de la Fuente de San Luis, donde podemos ver a los
niños de la escuela en el recreo y realmente pocos cambios alrededor de la
iglesia cuando comparamos con una foto de 2019, después de casi 100 años del
mismo lugar. No olvidemos la histórica fuente que dio nombre al barrio y que de
alguna manera subsiste junto a la iglesia.
En la actualidad nos aparece una recoleta placita, y
seguramente las escuelas se hayan trasladado a otra zona de la barriada, pero
las casas que están junto a la iglesia son las mismas. Los vehículos dan otra
visión del conjunto.
Vista actual de la iglesia. Foto E. Goñi, 03.02.2019
Texto de Enrique Goñi Igual
martes, 25 de febrero de 2020
lunes, 24 de febrero de 2020
DE EL DOS DE MAYO A COPERNIA
Foro Remember
En el número 42 de la calle Bolsería y desde el año 2010
está Copernia, tienda de ropa del diseñador Hugo Díaz, donde los clientes
también pueden encontrar bolsos y variados complementos. Amplio local que está
decorado con pinturas abstractas y figurativas, producto de la afición
autodidacta de Hugo desde el año 2007. Está ubicado en una calle donde se
concentraron tiendas de paños, de confección a medida y de ropa hecha.
Según Comercios Históricos de València (blog 02-10-2014) la
historia artesana y comercial de esta tienda, con esquina a la plaza del Tros
Alt, comenzó en 1883 cuando Antonio Sebadilla abrió allí una sastrería, que
tras su fallecimiento a principios del siglo XX, continuaron regentándola,
primero su viuda y después su hijo, hasta que en los años veinte la adquirió
Antonio Borja Alberola, sastre, quien la tituló El Dos de Mayo en recuerdo de
la gesta de los madrileños ante la invasión napoleónica en 1808. Además, para
acentuar su sentido patriótico puso el letrero de cristal con la razón social
de la empresa con los colores de la bandera española.
Antonio Borja orientó su negocio compaginando pañería con la
confección de ropa, casi siempre para hombres y especialista en uniformes, y
abrió una sucursal en la avenida del Caudillo (actual Del Sequial) nº 20 en
Sueca para que sus paisanos no tuvieran que venir a Valencia para que les
hiciera trajes.
Cuando falleció el 1 de noviembre de 1962, primero regentó
la tienda su viuda y después su hijo Antonio, quien le pasó a Hugo Díaz el
testigo del comercio en València, que sigue con la confección artesanal y el
componente de calidad como sus antiguos propietarios, pero con la razón social
Copernia.
En Sueca continua El Dos de Mayo, trasladada recientemente a
la calle Butxana nº 10 pero continuando con su aportación de calidad para
jóvenes y mayores, que desde el año 2015 gestionan Encarna, María José, Mari
Sales y Ana, hijas de Valeriano Penadés, que estuvo en el negocio cuarenta
años.
Texto de Esteban Gonzalo Rogel
domingo, 23 de febrero de 2020
sábado, 22 de febrero de 2020
LA BATALLA DE FLORES Y EL PASO DE SUS CARROZAS
Archivo Municipal
1927 - Puente del Mar tras la "batalla de flores" en la Alameda, en unos años en los que a diferencia de la actualidad se celebraba en el mes de Agosto. A su final se paseaban las carrozas por el centro de la ciudad, aunque no siempre, al que también concurrían desde los puentes del Real y de la Exposición.
Pero la foto también nos habla del paso de los tranvías, que habían sido eléctricos desde 1900, rumbo al Marítimo, justo donde tras cruzar el puente terminaba la Alameda con sus edificaciones junto a los pretiles, tal y como nos informa la instantánea del Archivo Municipal.
Los postes de hierro sujetan la catenaria ante la mirada atenta bajo sus casilicios de la Virgen de los Desamparos y de San Pascual Bailón.
Acompañamos tres carrozas del año 1927 que fueron premiadas como las más distinguidas entre otras once que también se hicieron dignas de mención en una batalla celebrada el 5 de agosto, en la que participaron sesenta "belicosas unidades", compuestas por carrozas y coches adornados con flores, que tras el estampido de una carcasa comenzó la batalla a las 19 horas discurriendo a lo largo de la Alameda con sus engalanados pabellones.
Carroza Comité Hotelero - Primer Premio de Su Majestad el Rey -
Archivo Municipal
Taza China del Marqués de Sotelo - Premio Extraordinario del Barón de Cortes - Archivo Municipal
Guerrero Japonés - Del Ateneo Mercantil sin opción de premio, pero que resultó la más ovacionada por la multitud - Archivo Municipal
viernes, 21 de febrero de 2020
jueves, 20 de febrero de 2020
LAS TRANSFORMACIONES DEL CONVENTO SAN FRANCISCO HASTA SU FINAL - III PARTE
Habían pasado ya unos cuantos años desde la donación del
solar en 1238 y llegado 1675, con el fin de adaptarse a los influjos
arquitectónicos del momento, se vuelve a reformar el convento. Como siempre se
empieza por la pieza fundamental, la iglesia, en la que se añaden ornamentos
recargados, pues la reforma era dejar atrás el gótico y transformar a barroco. Se añadieron unas cuantas capillas más, que fueron
dedicadas a Ntra. Sra. de los Angeles, a la Inmaculada Concepción o al Buen
Pastor.
Hasta aquí pocos datos teníamos de su estructura. Gracias a
que el Padre Tosca en 1704, recorriera palmo a
palmo la ciudad y elaborara un plano pudimos saber de sus detalles.
Para acceder al convento desde la ya Plaza de San Francisco, se
atravesaba un jardín vallado, desde el que se llegaba a una tapia de arcos
cegados, con tres puertas en triángulo para su entrada. La iglesia quedaba en
un lateral. Se observa también dos grandes claustros. La zona a la que se le
llamaba de “Obra Nueva” para las dependencias de los monjes que estaba detrás del
Aula Capitular y a la izquierda del primer claustro. Detrás del convento se
pueden ver los huertos y el cementerio. Todo el conjunto cercado con una tapia.
El final:
En 1805 la larga valla fue derribada y a su vez los árboles
del huerto. Este fue el primer golpe, el de la reforma urbanística: la
ampliación de la plaza san Francisco. Pasaron dieciocho años más y vino ya el segundo y definitivo golpe para
el convento, el de la necesidad militar, gran parte fue requisado para
convertirlo en Cuartel de Caballería.
Les quedó a los monjes una zona muy reducida y recurrieron a
Fernando VII en 1827, consiguiendo con ello
que las tropas se fueran de alli, recuperando su totalidad.
Grabado con su aspecto de 1840
El convento ya estaba en una grave situación de deterioro
por entonces, para que sufriera su estocazo final. Durante el periodo de la
desamortización de Mendizabal, en 1835, fue expropiado en su totalidad y los
monjes lo abandonaron definitivamente.
La gran nevada de 1885
La llegada de los militares y su Cuartel de Infantería tuvo ciertas reformas pero seguía siendo
ruinoso y en 1891 se procedió a su demolición, convirtiéndose en un gran solar.
Lo que fue un enorme convento se convirtió en una gran plaza
pública, con un enorme jardín, y donde se hicieron teatros, cines al aire
libre, feria de navidad y continuas reformas hasta nuestros dias.
Lo peor: que no nos ha dejado apenas documentación gráfica.
Texto de Amparo Zalve Polo
Texto de Amparo Zalve Polo
miércoles, 19 de febrero de 2020
martes, 18 de febrero de 2020
EL MERCADO DE RUZAFA HACE 100 AÑOS
Plaza y mercado de Ruzafa. Postal de época.
A partir de una colección de postales, que a la vez eran
papeletas del sorteo de un automóvil para el 1 de septiembre de 1921, podemos
ver aspectos del entonces ya barrio de Ruzafa.
Como bien dice en la postal tenemos ante nosotros la plaza y
el mercado de Ruzafa, que estaba rodeado de calles más cortas o desaparecidas
con nombres tan sugerentes para los conocedores como Vivons, Arizo, Tomasos,
Barba, Platerías, Balsas, Sornells, García, pz. Peris, pz. de las Arenas.
Como resultado del paso de los años han desaparecido algunas
de las calles y plazas citadas y hay ahora un magnífico mercado, pero ha
desaparecido la plaza de Ruzafa y es difícil ver la iglesia de lejos, nos tapa
la perspectiva el mercado nuevo y casi no tenemos sitio para una falla de
primera o especial como las recuerdo.
Pasan los años, las cosas cambian. Donde
había una Caja de Ahorros hay hoy un 100 montaditos.
Vista actual del mercado y la plaza. El campanario todavía
se aprecia.
Foto E. Goñi, 06.12.2019.
Texto de Enrique Goñi Igual
lunes, 17 de febrero de 2020
domingo, 16 de febrero de 2020
CONFECCIONES LA PURISIMA
Viendo la procesión del Corpus.- Años sesenta.- Francesc Jarque.
Comercio histórico en la calle Bolsería números 7 y 9 cuya
especialidad es la venta de vestuario industrial, sanitario y para hostelería.
Lo fundaron en 1933, comenzando en el bajo del nº 7, Vicente Miquel Tordera y
su esposa María Gresa Capella, ambos con experiencia familiar en el comercio,
ya que Vicente era hijo de Josefa Tordera de Confecciones Virgen del Remedio en
la calle Bolsería nº 16, y María era hija de José Gresa, con tienda en la calle
Trench nº 13.
En 1978 les sucedió su hijo José Miquel Gresa, aunque desde
joven ayudaba a sus padres, que junto con su esposa María Victoria Pascual y
Mansego, y su dependienta Maribel, atienden a sus fieles clientes.
José Miquel Gresa en la tienda.- 05-11-2019.- Esteban Gonzalo
Confecciones La Purísima, que años atrás fue ampliada con el
contiguo bajo del nº 9, fue reconocido como Comercio Emblemático de Valencia en
noviembre del año 2013, siendo de los 45 galardonados el único de vestuario
laboral.
Invitaban a las Hermanitas de los Ancianos Desamparados de
la calle Sagunto para que varias monjas vieran desde el balcón del primer piso
del edificio familiar y comercial las procesiones de la Virgen de los
Desamparados y del Corpus.
Belleza y emotividad se entremezclan cada año en ambas
procesiones cuando la Mare de Deu y la Custodia con el Santísimo son recibidos
con sendas y espectaculares cascadas de pétalos de rosas rojas tiradas al
unísono desde los dos balcones del edificio Bolsería nº 7, tal y como vemos en la foto de Antonio Cortés.
Sólo participaron los años 2006, 2007 y 2008 en el concurso
de embellecimiento de fachadas de la Festa Grossa en sus inmuebles de la calle
Bolsería, pero con gran éxito, ya que fueron galardonados por Amics del Corpus
con tres primeros premios consecutivos. El primer año en nº 1 de la citada
calle y los siguientes en el 4.
CORPUS 2006.- Primer premio fachadas adornadas.-
Foto archivo Familia Miquel-Pascual.
La muy comercial calle Bolsería o Bossería, como también la llamaban, ha visto sucederse en sus bajos diferentes tipos de artesanos y vendedores con el paso de los siglos. En el XIX albergaba a muchos luthiers valencianos, pioneros españoles en la fabricación de guitarras, así como cordelerías, guanteros y bolseros que trabajaban con seda, piel, cuero e hilo, la famosa imprenta de Agustín Laborda y turolenses que abrieron tiendas para la venta de paños y tejidos. Los luthiers se trasladaron en el siglo siguiente a otros barrios y sus bajos los ocuparon otros negocios.
Calle muy transitada en la que ha habido gran modificación
comercial en lo que ha transcurrido del siglo XXI.
Protagonismo también en Fallas, ya que además de tener
monumento siempre muy satírico junto al comienzo de la calle en el Tros Alt, es
la ruta principal a seguir hacia el barrio del Carmen, con la falla de la
sección especial en la plaza Na Jordana y muchas que compensan su pequeñez con
altas dosis de humor e ironía.
Texto de Esteban Gonzalo Rogel
sábado, 15 de febrero de 2020
viernes, 14 de febrero de 2020
DE SANTA ROSA DE LIMA A CASA CONSISTORIAL
Archivo Municipal
Y entre otras aprobaciones de menor entidad, la que más iba
a significar para la propia Casa de la Ciudad, fue el acuerdo de que la iglesia
de Santa Rosa de Lima -que con su advocación fue construida al servicio de la
Casa de Enseñanza del Arzobispo Mayoral donde se daba clase a las señoritas educandas del establecimiento, aunque en sus celebraciones litúrgicas ya formaba parte del
edificio- dejará estas funciones para
adecuarla como Archivo, Biblioteca y Museo Histórico Municipal.
Y para ello hubo que hacer una importante remodelación
interior a cargo del arquitecto Francisco Mora para que el Archivo y Biblioteca
del propio consistorio se instalara en la planta intermedia que se construiría al
efecto, mientras que la planta baja sería de utilidad como lugar de
exposiciones temporales, funciones que en la actualidad permanecen desde 1935,
cuando el Ayuntamiento crecía en superficie para completar la gran manzana que se deseaba: Castelar, Sangre, Mayoral y Azzati.
Las fotos del Archivo Municipal nos muestran el aspecto de
su interior, una vez cruzado el umbral de la puerta y una perspectiva de la
biblioteca, mientras vemos también su interior en la primera década del siglo como capilla de la Casa de Enseñanza cuando está albergaba al Ayuntamiento de la ciudad.
jueves, 13 de febrero de 2020
miércoles, 12 de febrero de 2020
LA SOCIEDAD DE CAZA Y PESCA
"EL CASINET"
Benicalap ha sido uno de los barrios de Valencia donde el
crecimiento y expansión han sido nota dominante desde la década de los cincuenta. Zona
rural donde la mayoría de las familias afincadas han vivido del cultivo de la
tierra, unas veces como complementario y otras como principal, lo que ha
supuesto el sustento y la vida cotidiana de su población.
La actividad principal ha estado unida al eje central que vertebraba la
Avenida de Burjasot. En la época que abarca los inicios del siglo XX
la gente se reunía en el antiguo
cafetín ubicado en la misma Avenida de Burjasot a la altura de Casa Branca. Recordar que en tradición oral conocemos que
en la primera década del siglo el mismo
Blasco Ibáñez dio un “meeting“ en su local. Hay conocimiento que las diferentes
opciones políticas de la época tenían sus lugares de reunión en el periodo anterior a la Guerra Civil en
agrupaciones que fueron lugares de
descanso, discusión y en general de esparcimiento. Citar entre otras la
Agrupación Autonomista – blasquista - ubicada en el número 178 de la Avenida de
Burjasot junto al solar hoy existente. Sobre parte del edificio se erigió una nueva construcción y en parte hubo un
taller de mármol llamado “el de les Pedres“.
Frente a este y al lado de Casa Branca esquina con la Avenida de Burjasot, mediando la calle Serratella se encontraba el Casino de la Derecha Regional. Terminada la Guerra Civil y desaparecidos todos los antiguos centros, el actual Casino aparece como el único centro de reunión y esparcimiento en Benicalap. Su actividad principal era una Sociedad de Caza y Pesca teniendo añadida la sección de Colombicultura, "el enfilat", y llevando a cabo actividades culturales. La Colombicultura tenía en los locales de la Sociedad una habitación para uso propio, además de unas jaulas de depósito – actualmente todavía existen - donde se recogían palomos perdidos y se entregaban a sus dueños. Llegaron a ser treinta y dos los socios, soltando palomos a diario. Debido al trabajo de muchos de ellos, eran sus propias mujeres las que llevaban los palomos a la suelta. El objetivo y valía del palomo estaba en ver cual embaucaba y terminaba llevándose a la paloma. Los concursos eran de dos clases: la de palomos jóvenes que al soltarlos los socios valoraban los nuevos valores celebrándose como ritual después un almuerzo de confraternidad. El otro concurso, que hoy diríamos de los sénior, era la suelta de los viejos llamándose a esto los que habían participado ya en competiciones, siendo alguno de ellos premiados. Por descontado, que la confraternidad terminaba esta vez en una comida.
Frente a este y al lado de Casa Branca esquina con la Avenida de Burjasot, mediando la calle Serratella se encontraba el Casino de la Derecha Regional. Terminada la Guerra Civil y desaparecidos todos los antiguos centros, el actual Casino aparece como el único centro de reunión y esparcimiento en Benicalap. Su actividad principal era una Sociedad de Caza y Pesca teniendo añadida la sección de Colombicultura, "el enfilat", y llevando a cabo actividades culturales. La Colombicultura tenía en los locales de la Sociedad una habitación para uso propio, además de unas jaulas de depósito – actualmente todavía existen - donde se recogían palomos perdidos y se entregaban a sus dueños. Llegaron a ser treinta y dos los socios, soltando palomos a diario. Debido al trabajo de muchos de ellos, eran sus propias mujeres las que llevaban los palomos a la suelta. El objetivo y valía del palomo estaba en ver cual embaucaba y terminaba llevándose a la paloma. Los concursos eran de dos clases: la de palomos jóvenes que al soltarlos los socios valoraban los nuevos valores celebrándose como ritual después un almuerzo de confraternidad. El otro concurso, que hoy diríamos de los sénior, era la suelta de los viejos llamándose a esto los que habían participado ya en competiciones, siendo alguno de ellos premiados. Por descontado, que la confraternidad terminaba esta vez en una comida.
Se hacían subastas cuya valoración consistía en asignar cada
uno de los socios puntos a cada palomo. La afición fue importante y se acompañó construyendo distintos palomares en
el barrio. Vayan para el recuerdo el de Ramón Requeni, Lorenzo Rovira, el
padre, Hermanos Bellver –llamativo por su color pintado en verde- el de Josele
en la huerta, el del Canyaret… y otros
que fueron testigos de la afición
cultivada.
Era frecuente en tardes de domingo y festivos ver el revuelo
de la suelta y el seguimiento por los socios. Colocados frente a la Ceramo, apoyados en unos prismáticos,
seguían su curso y el embaucamiento de los mejores. La costumbre venia de los
moros y la afición seguía y sigue cultivándose en la mayor parte de las
comarcas de Valencia. El lugar de reunión de sus socios seguía estando en el
Casino que fue su foco de atracción y a su vez se incorporaron nuevos
emigrantes, que asentados en el barrio llegaron a formar parte del grupo de
colombaires. Se llegó a participar en concursos nacionales. Por normativa
gubernamental, debido a los crecimientos
de los barrios, se prohibió la suelta
-alrededor de los ochenta- en las áreas urbanas. Es el momento de recordar a
aquellos socios de la Sociedad de Caza y Pesca que formando parte del grupo de
Colombicultura sirvieron para dar prestigio a Sociedad con su trabajo.
Quizás, por aquella afición, en 1949 se representó la comedia valenciana "Colombaire de profit", cuando el Casinet tomó el nombre de "Teatro Serrano" por un corto tiempo, como se observa en este folleto con un fin de fiesta bajo la dirección de Juan Viñals, ilustre personaje de les "terres marjalenques".
Quizás, por aquella afición, en 1949 se representó la comedia valenciana "Colombaire de profit", cuando el Casinet tomó el nombre de "Teatro Serrano" por un corto tiempo, como se observa en este folleto con un fin de fiesta bajo la dirección de Juan Viñals, ilustre personaje de les "terres marjalenques".
Momento este para de agradecer a:
Pedro Cuevas, Francisco Valdepeñas, Pedro Camacho, Ramón
Requeni, Antonio Aparicio, Hnos Bellver, Lorenzo Rovira… y tantos otros que
olvidados sus nombres, hicieron de su afición un lugar de encuentro en esta
Sociedad.
No obstante aquellos que rondamos los setenta nos acompañan
escenas entrañables. Las primeras proyecciones de cine del barrio en la
postguerra se hicieron en sus locales. Tuvimos nuestro CINEMA PARADIS. Aquí
comenzamos a ver películas que desconociendo su valor artístico, fueron
nuestras primeras películas. Esperábamos con verdadero deseo las proyecciones
que “echaban” los domingos, abordábamos
a Juán, el técnico encargado de las proyecciones, preguntándole: -¿Quina fan el
dumenge?
La sala tenía dos espacios para ver la proyección: el bajo,
en su mayoría para personas mayores, padres o abuelos que acompañaban a la
familia y arriba la xiquelleria: en el “gallinero“. En los descansos se oía el
vocerío de los asistentes; los de abajo
a los de arriba y los de arriba a los de abajo: “Donam cacaus”, “apuja el berenar”… mientras
que el rosquillero, a media voz, ofrecía barquillos, caramelos, limonada fresca
que llevaba con hielo en un pozal y… las primeras Coca Cola. Empezando la
proyección y con el vocerío general una voz con potencia e imperativa, decía
“Che voleu callar”.
Seguía la película y en el local resonaba en gritos de horror o alegría según la provocación de la película. Terminada la proyección, y atravesando el pasillo central para salir a la calle, veíamos a ambos lados mesas con socios jugando a las cartas y dominó, todo envuelto en una nube de humo de tabaco que calaba el local. Los socios acompañaban el juego con café, carajillo y algún “barrexaet”, todo sin perder la imagen típica del caliqueño en la boca.
Seguía la película y en el local resonaba en gritos de horror o alegría según la provocación de la película. Terminada la proyección, y atravesando el pasillo central para salir a la calle, veíamos a ambos lados mesas con socios jugando a las cartas y dominó, todo envuelto en una nube de humo de tabaco que calaba el local. Los socios acompañaban el juego con café, carajillo y algún “barrexaet”, todo sin perder la imagen típica del caliqueño en la boca.
1956 fue el año que se dejó de emitir proyecciones. Se
inauguró el primer cine del barrio: el cine Boston. Ya hacia unos años que asistíamos
los veranos a la terraza Rosaleda en el convento de las monjas.
El Casino siguió con actividades culturales y se aprovechó el espacio dejado por el cine para seguir la tradición de realizar obras de teatro.
La interpretación de estas obras tenía un largo recorrido. Su comienzo venía desde tiempo anterior a la República y si bien en lugares físicos diferentes al actual, significaron el inicio de la actual SOCIEDAD.
Cabe recordar que el embrión de esta arranca del llamado Circulo Instructivo y de Socorros de Benicalap que en 1933 con obras como “El Contrabando”, “Les Barraques”, “El Dia de Reyes”, “La Dolorosa”, “Nelo Bacora”, “L´aguëlo pollastre”, “Tres roses en un pomell”, entre otras muchas, modernas en aquella época y que se repitieron a lo largo de los años sesenta. Se requería muchas veces de profesionales como barítonos y mezzos a los que se les abonaba sus actuaciones si bien el cuadro de actores estaba formado por miembros de la Sociedad o vecinos de Benicalap. Es el momento de agradecer a todos ellos su esfuerzo por avivar inquietudes culturales y afianzar la base de la actual SOCIEDAD.
El Casino siguió con actividades culturales y se aprovechó el espacio dejado por el cine para seguir la tradición de realizar obras de teatro.
La interpretación de estas obras tenía un largo recorrido. Su comienzo venía desde tiempo anterior a la República y si bien en lugares físicos diferentes al actual, significaron el inicio de la actual SOCIEDAD.
Cabe recordar que el embrión de esta arranca del llamado Circulo Instructivo y de Socorros de Benicalap que en 1933 con obras como “El Contrabando”, “Les Barraques”, “El Dia de Reyes”, “La Dolorosa”, “Nelo Bacora”, “L´aguëlo pollastre”, “Tres roses en un pomell”, entre otras muchas, modernas en aquella época y que se repitieron a lo largo de los años sesenta. Se requería muchas veces de profesionales como barítonos y mezzos a los que se les abonaba sus actuaciones si bien el cuadro de actores estaba formado por miembros de la Sociedad o vecinos de Benicalap. Es el momento de agradecer a todos ellos su esfuerzo por avivar inquietudes culturales y afianzar la base de la actual SOCIEDAD.
Nos viene el recuerdo de Julio Tortajada, allá por los años treinta, no solo por sus interpretaciones en distintas obras, sino por ser el “alma mater”
en la Dirección del “teatret”.
Y socios como: Linares, Bartual, Gisbert, Murgui, Lafont… el “Roig”, mezcla
de interprete y personaje que en la vida real era tal cual. Y un largo etc. A
todos ellos… ¡gracias!
Pasada la Guerra Civil la Sociedad de Caza y Pesca se ubicó
en el actual edificio.
Asumió desde un principio llevar a cabo las actividades que habían sido sus objetivos: Potenciar las actividades culturales y cumplir como su nombre indica de SOCIEDAD DE CAZA Y PESCA si bien, se ha ido centrando su actividad de forma especial en SOCIEDAD DE CAZADORES.
De ahí que se ha participado en Concursos de Tiro a nivel Nacional e Internacional, además de llevar a cabo las tiradas continuas que la Sociedad ofrecía a sus socios. Las tiradas anuales, la participación en concursos y la valía personal de los socios han dado renombre al CASINO: "el Casinet de Benicalap".
Asumió desde un principio llevar a cabo las actividades que habían sido sus objetivos: Potenciar las actividades culturales y cumplir como su nombre indica de SOCIEDAD DE CAZA Y PESCA si bien, se ha ido centrando su actividad de forma especial en SOCIEDAD DE CAZADORES.
De ahí que se ha participado en Concursos de Tiro a nivel Nacional e Internacional, además de llevar a cabo las tiradas continuas que la Sociedad ofrecía a sus socios. Las tiradas anuales, la participación en concursos y la valía personal de los socios han dado renombre al CASINO: "el Casinet de Benicalap".
martes, 11 de febrero de 2020
lunes, 10 de febrero de 2020
CALLE TRANVIARIO JOSÉ MARÍA TENA ARTOLA
Parcial plano de Nazaret en el que figura la calle de José María Tena Artola
ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES TRANVIARIAS
A lo largo de mis consultas e indagaciones sobre tranvías me
parecía raro que ningún tranviario como tal apareciese en el callejero
municipal, sí había muy importantes personajes relacionados con los tranvías
locales por su carácter de accionistas o dirección técnica, pero no como un
simple obrero del tranvía.
Placa con el nombre de la calle. Foto E. Goñi
Pero he aquí, que hace poco me aparece en el
nomenclátor municipal de las calles de València una con el nombre de tranviario
José María Tena Artola, tras una corta búsqueda compruebo que la calle está
situada en la barriada de Nazaret hacia el final del Camino del Canal.
Probablemente la situación en la barriada de Nazaret sea debida al fuerte
componente tranviario de una parte del antiguo barrio playero, donde creo
recordar que se inició la primera barriada de casas económicas para empleados
tranviarios promovida por la propia Compañía de Tranvías y Ferrocarriles de
Valencia (CTFV), asunto en el que el señor Tena ejerció gran influencia a
través de su cargo sindical.
Lógicamente la dedicatoria de la calle debe tener su origen
al haber sido el señor Tena presidente del sindicato Asociación Obrera de los
Tranvías Eléctricos de Valencia, quizá el sindicato más importante en 1916 de
entre los que formaban parte los obreros de CTFV; estaba domiciliado en la Casa
del Pueblo. Su sindicato se integró más tarde en la C.N.T. de Tranvías junto
con otros sindicatos locales del ramo.
Aspecto en noviembre de 2019 de la calle Tranviario José
María Tena.
Foto E. Goñi
Texto de Enrique Goñi Igual
domingo, 9 de febrero de 2020
sábado, 8 de febrero de 2020
LA FRONDOSA GRAN VÍA MARQUÉS DEL TURIA
Gran Vía Marqués del Turia en 1925
Marqués del Turia es el tramo más bello de las grandes vías o bulevares que encuadran el Ensanche de la ciudad trazado en 1884 como límites de edificación. Fue la primera en ser edificada y conserva buena parte de los inmuebles originales de principios del siglo veinte.
Gran Via - 1905 Ca.
En el resto del andén central y la plaza elíptica hay
ejemplares únicos de aligustre, árbol temblón, olivo y pino carrasco, y gran
representación de palmeras (79 de cinco especies diferentes), 39 pinos
canarios, cuatro enormes ficus que arropan el monumento a Teodoro Llorente y 4
magnolios.
Cuatrocientos diez árboles y palmeras de los que 38 están
protegidos, por su porte, belleza y edad, en el catálogo de árboles
monumentales de la Comunidad Valenciana.
Frondosidad vegetal en la que destacan por su altura y
cimbreante tronco 17 Whashintonias robustas, palmeras originarias del desierto
de Sonora en Méjico. De ellas, tres centenarias y las restantes nonagenarias,
según el Departamento Municipal de Jardines. Tres ubicadas frente a los números
13, 33 y 69 de la Gran Vía pasan de los 30 metros de altura, incluyendo la
copa, siendo las dos primeras de las centenarias.
El ajardinamiento de esta amplia avenida fue diseñado en
1907 por el arquitecto Francisco Mora con espacios largos en los tramos entre
calles, y cortos cuando sirven para facilitar la circulación rodada entre dos
travesías adyacentes.
Bello paseo en cuyo andén central se celebra, desde 1978 y
entre el 1 de marzo y después de Fallas, la Feria del Libro Antiguo y de
Ocasión.
Se conservan los candelabros de hierro fundido, cuyos brazos
representan grifos alados, que sustentan las farolas puestas para alumbrado de
gas a principios del siglo XX y posteriormente adaptadas para iluminación eléctrica.
A pesar de la enorme circulación rodada, su gran masa
arbórea y los setos, que encuadran espacios con clivias, rosales, Strelitzias,
Teucriums fruticans y laureles, y protegen a los viandantes, incitan a pasear.
Gran Vía Marqués del Turia con muy transitadas aceras debido a los variados
comercios, bancos, y establecimientos de hostelería, culturales y de ocio, que
ocupan los bajos en casi dos kilómetros de edificación, con la adición de las
entidades sanitarias y de otra índole en algunas plantas de los inmuebles.
Espaciosa arteria urbana dedicada a Tomás Trénor Palavicino,
a quien el rey Alfonso XIII le concedió el título nobiliario Marqués del Turia,
principalmente por la promoción y ejecución de la Exposición Regional que se
celebró en València en 1909, labor que realizó desde su puesto como presidente
del Ateneo Mercantil. Además, para enaltecer el evento encargó al compositor
José Serrano el himno que acabó siendo el de la Comunidad Valenciana.
Texto y fotos actuales de Esteban Gonzalo Rogel
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