Archivo Municipal
En enero de 1931 se estaban ultimando los detalles
necesarios para el comienzo de unas obras que iban a suponer para la plaza
Emilio Castelar un cambio radical, bajo la batuta de Francisco Javier Goerlich,
el artífice de un nuevo diseño que pasaría a ser conocido popularmente como la
“Tortada”.
El día 28 de Enero la comisión permanente del Ayuntamiento
decidió “desmontar de oficio y a costa de los interesados, los kioscos de la
plaza de Emilio Castelar, teniendo en cuenta que ha transcurrido con exceso el
plazo que al efecto se les concedió”.
Luego estaba la red de tranvías que había que modificar el
trazado que discurre por la plaza, con unos cambios que iban a ponerse en
marcha a partir del 9 de febrero.
Así, la línea número 1 dejaría de circular por la calle
Ruzafa. Como alternativa para sus dos direcciones, transcurrirá por la calles
Játiva y Amalio Gimeno.
La línea 3 iba a dejar de entrar en la plaza por la calle de
las Barcas, discurriendo por las vías de la 2 con el mismo recorrido.
Los tranvías 7 y 8
iban a seguir circulando ante la fachada del Ayuntamiento, en ambas
direcciones, pero evitando el bucle de la plaza.
Las líneas 9 y 10 iban a dejar de pasar por la avenida
Amalio Gimeno, efectuado la maniobra de regreso en la calle Játiva.
Finalmente, para la 20, la que única la ciudad con
Catarroja, la plaza de San Agustín sería su punto de salida y llegada,
suprimiendo su recorrido por las calles Játiva, Amalio Gimeno y plaza Castelar.
La futura "tortada de Goerlich" se ponía en marcha y el día 6
de marzo de aquel año, el autor de su proyecto era nombrado Arquitecto Mayor al
haber cesado el cargo su antecesor: don Carlos Carbonell .
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