Las Provincias - 30/06/1918
sábado, 30 de junio de 2018
viernes, 29 de junio de 2018
LAS ESCUELAS PÍAS, UN PASO ADELANTE
Colección Amparo LLeo
Corría el año 1739 cuando los
Escolapios, que hacían dos años habían comenzado su actividad docente en una
casa de la calle Colomer comprada a Francesc Guillem, al adquirir otras anexas,
iniciaron la construcción del nuevo Colegio cuya edificación hacía presagiar que iba a ser
considerada como notable.
Las obras comenzaron el 16 de septiembre de aquel año, con
la dirección a cargo del hermano Blas, miembro de la Orden Escolapia y maestro
de obras en la ciudad de Toledo donde había conseguido prestigio por sus regias
construcciones.
En un principio se centró la obra teniendo como epicentro el
claustro con arcos de piedra en sus pandas, y con dos puertas de acceso a las
calles de Colomer y Carniceros.
Quedaba como proyecto y para más adelante la construcción de
una Iglesia anexa, siendo suficiente por el momento una austera capilla para la
celebración de los oficios religiosos de la comunidad y al servicio de los
alumnos que en aquellos años no eran numerosos.
jueves, 28 de junio de 2018
miércoles, 27 de junio de 2018
CASA NATALICIA DE SAN VICENTE FERRER
Archivo Municipal
1950 Ca. - La actual casa donde se recuerda el nacimiento de San Vicente Ferrer y a
través de sus siete siglos de historia ha tenido diversas transformaciones al
igual que han sido varios sus dueños. Ha llegado a nuestro tiempo con dos
puertas de entrada, una de ellas que da a la calle del Mar y la otra a la que
toma el nombre de Pouet de San Vicent, por el existente en su interior.
Tuvo una importante remodelación en el primer tercio del
siglo XVIII que se fue manteniendo hasta los años cincuenta del pasado siglo,
que ya de nueva planta tomó la configuración actual.
De propiedad familiar cuando el nacimiento del futuro santo,
pasó a ser patrimonio del dueño del Hospital de En Conill quien en 1496 la
vendió a la Orden de Predicadores a la que había pertenecido Vicente Ferrer.
Pero muy pocos años después, los dominicos vendieron la
propiedad al Gremio de Boneteros que la sometieron a una importante
remodelación con la construcción de una capilla con bóveda de crucería y
espadaña.
La ruina del Gremio hizo que en 1573 el Ayuntamiento de
Valencia fuera su nuevo dueño durante muchos años, incluso siglos, hasta que en 1915, otra
vez los Dominicos, se hicieron cargo de su práctica religiosa, en esta ocasión por cesión
municipal, y décadas después como lugar de formación de la Orden.
martes, 26 de junio de 2018
lunes, 25 de junio de 2018
EL TRANVÍA PASÓ POR SANGRE Y PI Y MARGALL
Calle de la Sangre, la foto, de autor desconocido, es de ca. 1928.
ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES TRANVIARIAS
En esta ocasión se trata de dos calles muy céntricas y
antiguas, ambas nacen justo en la plaza del Ayuntamiento, una corta llega hasta San Vicente y la otra era el principio del camino al poblado de Ruzafa.
Estamos en la calle de la Sangre, en la parte lateral
derecha del Ayuntamiento. El tranvía que se ve al fondo se asoma procedente de
la calle San Vicente pasará por la calle de la Sangre y plaza del Ayuntamiento
hasta alcanzar la estación del Norte, realizando el servicio Estación Pont de
Fusta – Estación del Norte. Fueron varias las líneas que pasaron por esta calle
desde 1876, tanto de tranvías de caballos en sentido único hacia San Vicente,
como posteriormente en doble sentido, como en el caso de la foto, a partir de
la electrificación de la antigua línea Interior en 1910. Por esta calle pasaron
tranvías hasta que desde 1932 con la nueva ampliación de la plaza del Ayuntamiento
los tranvías dejaron de pasar por ella.
Otra calle que también comienza en la pl. del Ayuntamiento,
y que ha tenido variedad de nombres: Ruzafa, Pi y Margall, Calvo Sotelo y
actualmente passeig de Russafa, igualmente fue recorrida por tranvías de
caballos desde 1885, en que se puso en marcha la línea Diagonal, cuyo servicio
comenzaba en el cruce con Colón y tras pasar junto al Mercado Central
finalizaba en la pl. de Santa Úrsula junto a las Torres de Quart, su
utilización se mantuvo con la electrificación de líneas y también pasó a ser de
doble vía.
Vista de la calle de Pi y Margall con obras que afectan a
las vías. Foto autor desconocido, ca.1930. Remember-València, pg 2001.
Con la apertura de la av. del Marqués de Sotelo, siguió
utilizándose hasta que en 1930 el Ayuntamiento decreta que la calle Pi y
Margall, en la que había varios teatros y cines, pasase a ser lo que se definió
como calle salón y en la actualidad decimos calle peatonal, y lógicamente
pronto dejaron de circular los tranvías por ella. Aunque curiosamente el
Ayuntamiento obligó a la Compañía de Tranvías y Ferrocarriles de Valencia
(CTFV) a dejar una vía por si algún día se revertía la orden. Vía que se
mantuvo en la calle hasta varios años después de la desaparición de los
tranvías en 1970.
Texto de Enrique Goñi Igual
domingo, 24 de junio de 2018
sábado, 23 de junio de 2018
CATÁSTROFE EN LA PLAZA DEL MERCADO
Archivo Municipal
La plaza del Mercado fue durante muchos años el corazón de
la ciudad, tanto en cuanto significó el más popular lugar de encuentro donde su
función de mercado se alternaba con saraos y justas medievales, mientras que cuando la ocasión se cernía, la horca ponía el punto y final a los reos de las justicia.
Lugar de fiestas por la amplitud que ofrecía en una ciudad de múltiples
callejuelas y pequeñas plazuelas de una urbe amurallada, bastaba con desmontar
puestos y lonas para que se abriera expedita a cualquier evento.
La plaza del Mercado era pues el lugar idóneo donde colocar
un carafal útil como plaza de toros, que mediante unas extensas lonas libraban
del calor a los asistentes, sujetas por maromas a las almenas de La Lonja en un
espacio cercado por la Iglesia de los Santos Juanes.
Un fuerte viento en 1743 sacudió las lonas, cundió el pánico, cuando por la rotura de una de las almenas y su desprendimiento en plena corrida de toros causó muertes, principalmente por la estampida de las gentes que huían atropelladas por los escalones de la Lonja, causando docenas de personas afectadas entre muertos y heridos.
Aquella fecha tenía los antecedes de 1614 con el hundimiento
de un tablado en la plaza con el resultado de sesenta muertos, que sería aún
más grave en 1718 cuando se hundió el “carafals dels segos”.
Y por su reiteración, los Jurados dieron la orden de que
no se celebraran más corridas de toros en la Plaza del Mercado, dirigiendo la mirada hacia la plaza del Convento de Santo Domingo como más propicia.
viernes, 22 de junio de 2018
jueves, 21 de junio de 2018
PUBLICIDAD EN LOS TRANVÍAS - I
Parcial de foto del archivo municipal de València, datada en 1880, colección Gayano Lluch.
ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES TRANVIARIAS
Al principio el exterior de los tranvías de caballos iba
pintado con tonos más o menos neutros, nada chillones sean claros o algo
oscuros. Pero de golpe los comerciantes que por aquellos años de 1880 ya habían
descubierto que el buen paño se vendía más si se publicitaba que si se quedaba
escondido en el arca, vieron que un vehículo en movimiento por toda la ciudad,
incluso pueblos cercanos tenía mucho más impacto visual que un anuncio en el
balcón o fachada del domicilio de su actividad, médico, farmacéutico,
comerciante de vino o de máquinas de coser, en resumen que los nuevos tranvías
podían ser unos fantásticos publicistas de casi cualquier actividad y así fue.
En 1880 se data una foto de un tranvía en la calle san
Vicente, de la línea al Grao o de la Interior de la Sociedad Valenciana de
Tranvías (SVT), junto a la manzana que ocupa el teatro Olimpia, que entonces
albergaba un convento, en el que se puede ver un anuncio en la trasera y se
puede adivinar el del lateral inferior y otro añadido en el lateral del techo.
Estos anuncios suponían un aumento de beneficios para la compañía tranviaria,
que por descontado no iban a desdeñar. Desde entonces las compañías tranviarias,
bien de forma directa o a través de agencias ajenas alquilaron sus laterales y
frontales para quien quisiera y pudiera anunciarse. Así lo hizo también la
nueva Compañía General de Tranvías (CGT) con sus coches de las líneas de
caballos.
Tranvía de caballos de CGT de una de sus dos líneas,
por la
calle de la Paz, ca. 1900.
Foto autor desconocido. Remember-València, pg 1703.
Con la novedad de los tranvías eléctricos siguió la
publicidad, en este caso en plan conservador sobre un coche de la línea nº 1
Interior junto a las torres de Serranos.
Parcial de foto de Barberá Masip, ca. 1911.
Siguiendo con el tema, a los nuevos coches nacidos en 1912,
denominados habitualmente serie 100, corresponde la siguiente foto, ya en época
más moderna saliendo de su final de línea en Gran Vía Fernando el Católico. En
ellos se aprecia ya un voraz apetito por parte de CTFV por ofrecer el máximo de
superficie publicitaria.
Coches 123 y 112 de la línea 10 en Fernando el Católico,
Foto Wiseman 1959.
Posteriormente en 1926 llega una nueva serie de tranvías
eléctricos, los 200, que fueron muy apreciados por el público por su mejor
estabilidad y suavidad de marcha. Al principio tanto los 100 como los 200
llevaban algún anuncio en el techo, pero los asuntos económicos forzaron la
publicidad masiva, que se destapó a partir de los años cuarenta del siglo
pasado.
Coche 263 más remolque 163 dotados de anuncios por todos
lados. Foto Wiseman de 1965, entrando a marqués de Sotelo desde Xàtiva.
Texto de Enrique Goñi Igual.
miércoles, 20 de junio de 2018
martes, 19 de junio de 2018
EL ÉXTASIS DEL ROCOCÓ
Archivo Municipal
Por donación de Carlos II la familia de los Rabaça de Perellós obtuvo el Marquesado de
Dos Aguas cuando vivían en una casa gótica que avanzado el siglo XVIII
quisieron adecuarla a un nuevo estilo. Y el elegido sería el rococó en su
variante del Barroco, cortesano y animalista, alejado de influencias
religiosas.
Su reforma, por encargo, estuvo a
cargo de Hipólito Rovira y Meri, valido del marqués, pintor y grabador. En 1740 ya
causaba admiración a cuantos se recreaban ante el Palacio para observar su
fachada pintada al estuco, en su imitación al mármol, por José Ferrer, en la que
sobresalen unos balcones diseñados por el propio Rovira, realizados por Luis Domigo con gran acierto.
Pero lo que mayor éxtasis produce al espectador es su puerta
principal a cargo de quien siendo joven tenía prestigio, el escultor Ignacio
Vergara, fiel al diseño y a los deseos de Hipolito Rovira, quien fue el ideologo
de la masa escultórica, triangular, rematada por una hornacina que, sin embargo, en esta
ocasión sitúa la imagen de la Virgen del Rosario.
Y si en su lateral derecho fija sobre el zócalo dos
cocodrilos, dos carcajes con flechas y una vasija, derramando agua con una
gigantesca figura masculina desnuda, en escorzo y con una hiedra a cuyo tronco
se enrosca una serpiente, a la izquierda, igualmente sobre su zócalo, resaltan dos cabezas de león, otra
vasija con la misma función, un escudo y un carcaj que dan sustento a otra figura masculina y a una palmera
datilera.
Arriba, dos figuras masculinas sostienen sobre el dintel el
escudo del Marquesado.
El que cause mayor asombro al visitante su fantástica puerta
no desmerece al resto del conjunto realizado en piedra alabastrina de Niñerola,
cantera del Señorio de Dos Aguas.
Asi pues, en tan
maravillosa obra de arte, destaca el tema fundamental que no es otro que el de
dos atlantes encima de unas cántaras que vierten agua simbolizando el título de
Dos Aguas.
lunes, 18 de junio de 2018
domingo, 17 de junio de 2018
EL TRINQUETE DEL REAL
Archivo Municipal
1734 - Próximo a la Puerta del Real, que se enfrentaba al puente
del mismo nombre, se construyó en este año un trinquete que venía a satisfacer
la gran afición por la “pelota valenciana” que se ejercía desde tiempo muy antiguo, en una práctica que puede
considerarse como el “deporte nacional”
del viejo Reino. Trinquete el del Real, intramuros, que utilizaba la muralla cristiana como
parte del mismo, lo que determinó su instalación.
La afición al trinquete
estaba muy extendida en el “cap i casal”, y de mediados del siglo XVIII se sabe
de instalaciones de este tipo en número de cinco, siendo los más famosos el
de Caballeros, junto a San Juan del Hospital, y el de la plaza de la
Encarnación junto a la muralla cristiana.
Eran muy concurridos especialmente por la tarde donde se
juntaba la “buena sociedad” con gente de toda condición, que, además de
disfrutar con el juego desde unos graderíos al efecto, participaban de forma
secreta de las apuestas en torno a los jugadores, algunos de ellos consagrados pelotaris
con reconocido prestigio.
Su ejercicio, fundamentalmente a mano, se mezclaba en
ocasiones con el uso de la raqueta al estilo del que se celebra en Francia e
Inglaterra, instalándose para la ocasión una red de una vara de altura que
dividía en dos la zona de juego.
En la imagen del Archivo Municipal se observa el aspecto de la puerta del Real construída a principio del siglo XIX, con nuevo y suntuoso aspecto.
En la imagen del Archivo Municipal se observa el aspecto de la puerta del Real construída a principio del siglo XIX, con nuevo y suntuoso aspecto.
sábado, 16 de junio de 2018
viernes, 15 de junio de 2018
UNA RIADA EN 1731
Archivo Municipal
Gracias a la Fábrica Nova del Riu de 1590 la ciudad de Valencia
se veía protegida por las crecidas del río Turia, que, sin embargo, como la del anterior año
de 1589 había causado un gran destrozo en el interior de la ciudad. En su fuerte avenida se justificaba pues dar un mayor
protagonismo a la Fábrica de Murs i Valls de principios del siglo XV en su
nueva y más amplia función como protectora del río para el mantenimiento de sus paredones,
pretiles y puentes.
Pero a su paso por el “cap i casal”, cuando se
enfurecen, sus aguas seguían haciendo de
las suyas.
Es lo que sucedió a primeras horas de la tarde del 16 de
septiembre de 1731, cuando en días anteriores había llovido con mucha fuerza en
la parte alta del curso del río.
Los puentes resistieron muy bien el paso de la aguas, pero
no así por parte de los pretiles, algunos de muy reciente construcción, que al
romperse desbordaron las aguas produciéndose en la ciudad la mayor riada habida
desde 1517.
Junto al azud de Mislata, al romper las defensas, se anegó
la zona circundante a la Alquería de Juliá, lo que sucedió igualmente por la
calle Na Jordana entrando las aguas por el barrio del Carmen, dañando y mucho
al Convento del Corpus Christi. Aguas que recorrieron la calle de Serranos,
dañando los pretiles entre los puentes de Serranos y Trinidad.
La rambla de Predicadores frente a Santo Domingo era rambla
de verdad, el convento del Remedio en su llano quedó aislado y el agua llegó
hasta la calle de la Nave. El Convento de San Juan de la Ribera y la Ermita de
la Soledad se convirtieron en dos islas, y las aguas continuaron furiosas hasta
Monteolivete, aislando también al “llatzeret” en su desembocadura.
En la otra orilla del Turia las aguas se apoderaron del
Convento de la Zaidia, de la calle Morvedre, del Colegio de San Pío V y el
Palacio del Real, donde el agua superó los seis palmos de agua.
La ciudad, sus huertas y las cosechas sufrieron la furia
desatada del río que había dado la razón a sus orígenes.
jueves, 14 de junio de 2018
miércoles, 13 de junio de 2018
SAN PIO V EN TIEMPOS DE LA CONTRARREFORMA
Archivo Municipal
En 1728 se reanudaron
las obras del Colegio San Pío V que había sido fundado por el arzobispo fray
Juan Tomás de Rocaberti en 1682. Su nuevo brío vino tras la reforma protestante, y en su réplica, mediante un espíritu contrarreformista dedicado a la formación
de sacerdotes a los ecos del Concilio de Trento.
Los trabajos se habían visto interrumpidos con la Guerra de
Sucesión, influyendo y mucho la muerte del arquitecto encargado de su
construcción Juan Bautista Pérez Castiel, quien había implantado el barroco en la Catedral, reanudándose en el citado año bajo la
dirección de José Mínguez para enlazar su edificación con el Palacio del Real, en unos terrenos adquiridos al canónigo
Gaspar Frigola, lindando con la Armería del mismo palacio.
Destacaba en su construcción, como lo más bello, su claustro
interior con cinco arcadas por cada lado y con su terminación se lograba una
bella perspectiva en un trazo que contemplando el Palacio del Real se extendía
hasta la Alameda, allí con sus columnas y torreones y con un arbolado que
dejaba observar la Ermita de la Soledad.
martes, 12 de junio de 2018
lunes, 11 de junio de 2018
HUELGAS Y REVUELTAS EN VALENCIA
Plaza E. Castelar, al fondo calle Barcas.
Foto revista Doble Tracción, nº 4, pg 18.
ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES TRANVIARIAS
En la primera mitad del pasado siglo XX hubo en nuestra
ciudad a finales de la monarquía de Alfonso XIII algunos movimientos obreros
que motivaron la protección de los tranvías, el medio básico de transporte de
los ciudadanos, y que colaboraba útilmente en la consecución de los paros
laborales al impedir que sus usuarios diarios llegasen a sus puestos de
trabajo. Un ejemplo es la foto siguiente en la que se ve a la Guardia Civil
escoltando un tranvía del servicio Interior-Cabañal sobre 1925, en la pl.
Castelar, hoy del Ayuntamiento, para su eficaz protección.
A finales de los años veinte y principios de los treinta la
cosa se fue calentando y hubo puntos en los que en cada huelga había vuelco. En
la zona de la curva entre las calles Bolsería y Quart, hay bastantes casos de
tranvías volcados fotografiados como el siguiente:
Tranvía línea nº 7. Tranvía recién entrado a la calle Quart
desde Bolsería. Foto autor desconocido.
Tampoco se le hacen ascos a volcar tranvías en cualquier
otra zona, como al pie del Miguelete, por cierto se procuraba que el caído
impidiera a la vez el paso en sentido contrario si era posible.
Tranvía línea nº 6, antigua pl. Miguelete, junto a la
Catedral.
Autor desconocido.
Autor desconocido.
Pero la sublimación del intento de interrupción del servicio
era además lograr alcanzar un punto de equilibrio, llamémosle inestable, como
el caso siguiente, creemos que digno de obtener un premio Guinness.
De nuevo calle Quart y tranvía de la línea nº 7 en ruta a
las Torres de Quart, la Guardia Civil protegiendo el tranvía. Foto autor
desconocido.
domingo, 10 de junio de 2018
sábado, 9 de junio de 2018
TRES COLUMNAS EN LA ALAMEDA
Grabado de Fortea de 1738
El 5 de mayo de 1719 el rey Felipe V visitó la ciudad de
Valencia y entre sus planes estaba el de conceder una licencia para restaurar
el Derecho Civil valenciano, que no se llevó a efecto toda vez que las
autoridades del “cap í casal” de entonces pusieron muy poco interés en su logro,
al considerar el mismo más propio del medioevo.
En homenaje al monarca una vez anunciada su visita, el intendente Rodrigo Caballero y a su vez para embellecer aún más la Alameda, dio
instrucciones para erigir un monumento
al Rey mediante la construcción de dos elevadas columnas situadas en el Paseo con los bustos de Felipe V y de
su esposa la reina Luisa de Saboya, situados en lo alto de cada una de ellas.
Esto era en su inicio, y a su final se colocó una tercera columna que lo cerraba, en esta ocasión con el busto del príncipe heredero Luis, también labrado por
el escultor Leonardo Julio Capuz. Se completó la reforma con la apertura de dos espacios o calles a los lados de casi 1000 varas de longitud y 20 de anchura para posibilitar el paseo a tartanas y carrozas que acudían para el disfrute de tan bello lugar, donde los
arboles ya se mostraban más frondosos.
El parcial del grabado de Fortea nos informa del aspecto que
presentaba la Alameda.
viernes, 8 de junio de 2018
jueves, 7 de junio de 2018
LA UNIVERSIDAD SIN PATRONAZGO MUNICIPAL
Archivo Municipal
La Universidad de Valencia, que impartía el saber desde 1502, tuvo sus dificultades durante la Guerra de Sucesión con la pérdida del
patronazgo, en 1707, que sobre la misma ejercían los Jurados.
No sería hasta 1720 cuando personajes ilustres como Corachán, Iñigo, el joven Mayans y Ciscar y otros, laboraron para recuperar su dominio.
Al frente de ellos Vicente Tosca, quien, sin la condición de catedrático, había
ejercido como rector en los últimos años.
Fue el intendente Margelina el que redactó un extenso
memorial al Rey, quien tras su reconsideración tuvo a bien la sanción regia, del
26 de junio de 1720, que restablecía la autoridad municipal con la colaboración
del Capitán General, Duque de San Pedro, que hizo posible un pacto según el
cual se devolvía a los jesuitas los estudios de Gramática, quienes, pese a
ello, no estaban conformes con la recuperada dirección de la Universidad por parte
de los Jurados.
La Universidad estuvo cerrada durante el periodo de 1704 a
1708 y al terminar el conflicto bélico funcionó sin estatutos, sin profesorado
fijo y con una muy limitada subvención municipal, dificultades que sólo con la decisión del
Padre Tosca hizo posible su mantenimiento y recuperación.
miércoles, 6 de junio de 2018
martes, 5 de junio de 2018
EL PASO A NIVEL DE LA AVENIDA DEL PUERTO
1928 - Tres tipos de transporte que coexistían en 1928 –ferrocarril
y vehículos con tracciones animal y mecánicos- se observan en esta instantánea,
una de las tres fotografías realizadas en febrero de 1928 por Sanchis para el
reportaje de Rogelio Mora Sempere sobre Problemas Valencianos.
La red
ferroviaria y el cerco de Valencia que publicó en su número 19, de marzo de ese
año, la revista Valencia Atracción, creada en 1926 como portavoz de Fomento del
Turismo capitalino. En la primera parte mencionaba la construcción de nuevas
líneas férreas como el Baeza-Utiel-Saint Girons y el Utiel-Cuenca, y en la
segunda los problemas de los pasos a nivel en la ciudad y sus alrededores, que
tuvieron que esperar a que llegaran las soluciones entre 1967 y 1991.
Del tren sólo se ve la locomotora de vapor, tipo 2-3-0
(carretón guiador delantero, tres ejes motrices y ténder, popularmente
carbonera) fabricada por Hanomag de Alemania en 1904 para la Compañía de los
Ferrocarriles del Norte de España, y un corto furgón que solían utilizar para
transportar equipajes y mercancías de gran velocidad.
Hasta la llegada de los ferrobuses en 1962 esas máquinas de
vapor fueron asiduas remolcadoras de los trenes de cercanías de las líneas a
Castellón y Xátiva, ya que sus grandes ruedas motrices les permitían fuerte
aceleración y mantener una velocidad superior a los 80 km por hora.
Por la posición de la sombre estaría pasando el expreso de
Castellón con salida de Valencia a las 17:30 horas.
El vehículo a motor es un autobús de la línea Valencia-Grao,
gestionada por la compañía Levantina de Autobuses, S.L., que fue constituida en
1927 agrupando a las competidoras de la CTFV (Compañía de Tranvías y
Ferrocarriles de Valencia) y de VASA (Valenciana de Autobuses S.A.
Sobre las llantas del lado sur de la avenida hay dos carros,
uno con voluminosa carga de troncos, y delante del autobús dos tartanas, que
eran vehículos muy ligeros tirados por un caballo.
Precisamente por la creciente competencia de los autobuses
la Compañía de Tranvías y Ferrocarriles de Valencia (CTFV) mejoró su parque de
tranvías con la compra de serie 200 en 1926 y los grandes sobre bogies en 1933.
Informaba Rogelio Mora que cuarenta veces al día se
paralizaba el tráfico comercial y el de pasajeros en el paso a nivel de la Avenida
del Puerto, y los trenes perdían varios minutos al tener que aminorar su
velocidad cuando cruzaban éste y otros pasos a nivel del Grao y del Cabanyal.
Doce trenes de viajeros, seis en cada sentido de la circulación, y los
restantes de mercancías, todos por vía única, entorpecían la circulación de
miles de carros, en su ajetreo de ida y retorno del puerto, tartanas, galeras,
tranvías eléctricos, automóviles, algunos camiones y autobuses, además de
peatones, bicicletas y carritos de mano. Una marabunta que se ponía en
movimiento cuando quitaban las cadenas que protegían un paso a nivel que
lideraba, con creces, el movimiento de vehículos de los 12 que tenía el
Ferrocarril de Valencia a Tarragona en el término municipal de Valencia.
Trazado en superficie suprimido en dos fases: la primera el 27 de Noviembre de
1967 cuando el tramo paralelo a Peris y Valero, que cumplía 50 años, y el
primitivo del 22 de marzo de 1852 entre el puente de hierro y El Grao, fueron
sustituidos por la variante de Fuente San Luis, y la segunda fase cuando el 13
de Abril de 1991 fue abierto a la explotación un túnel entre la avenida
Baleares y el final del término municipal de Valencia. Está pendiente de
realizar, pese a numerosas reclamaciones municipales a los sucesivos Ministerios
de Fomento, la prolongación sur del citado túnel, que no permite la
continuación hasta el puerto de la avenida de Francia, y de los paseos de la
Alameda y de las Moreras.
Texto de Esteban Gonzalo Rogel
lunes, 4 de junio de 2018
domingo, 3 de junio de 2018
EL ROLLO DEL CORPUS
El Rollo del Corpus se corresponde con la representación
gráfica más antigua que se conoce de la procesión eucarística que se celebra en
la ciudad de Valencia.
De autoría anónima, en un singular y curioso trabajo realizado en 1824 en el que aparecen pintados sus protagonistas, que, en numero de 121, tras iniciar su puesta en marcha desde la puerta gótica de la Catedral, en circuito urbano y procesional, regresan a la Seo.
Consta de un soporte cilíndrico que sustenta un rollo de papel verjurado de treinta y un metros de longitud y diecisiete centímetros de ancho que lo enrolla.
Al tirar de él van apareciendo las diferente figuras que participan del desfile: personajes bíblicos, oficios, entidades religiosas, gremios, rocas, estamentos, santos, gigantes y cabezudos que alegran el acto, al igual que la presencia militar que rinde honores a la Custodia.
Las imágenes del Archivo Municipal nos informan en su secuencia de la procesión del Corpus que tuvo sus primeros pasos en el siglo XIV.
sábado, 2 de junio de 2018
viernes, 1 de junio de 2018
EL TRANVÍA PASÓ POR MERCED Y MERCADO
Vías entrando desde Cedaceros a pl. Merced. Foto autor desconocido, ca. 1900. Remember-València, pg 704.
ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES TRANVIARIAS
En la actualidad todos los valencianos, más o menos,
conocemos las calles por las que circulan nuestros modernos tranvías, amplias
avenidas, algún tramo casi en exclusiva en calles más estrechas, pero sin crear
excesivos problemas con el resto del tráfico urbano, pero allá por 1876 cuando
se implantaron las primeras líneas de tranvías y hasta mucho más tarde, se
llegaron a colocar vías en calles en las que hoy ni siquiera se plantearía el
hecho, en parte a causa de una ventaja que tuvieron las primeras adjudicaciones
de líneas, en las que se impedía a otra línea tranviaria competidora circular
por calles que ya utilizaba una anterior línea. A continuación comentaremos
diversos casos a través de fotografías de aquellos años.
Comenzamos en 1885 con imágenes de calles por las que
pasaron los tranvías a partir de la inauguración de la línea Diagonal, que
desde la esquina de Colón con Pi y Margall, hoy passeig de Russafa, alcanzaba
la pl. santa Úrsula junto a las torres de Quart, la línea para acercarse en su
recorrido de ida al Mercado Central venía por la calle de Cedaceros entraba a
la pl. Merced, de la que salía por Calabazas, como podemos ver en la foto
siguiente.
Vista del Mercado con un tranvía de caballos embocando la
calle san Fernando. Foto autor desconocido, ca 1890. Remember-València, pg 347.
El primer tramo, por la Merced, se dejó de utilizar con la
electrificación de la línea sobre 1917, en que se siguió utilizando la calle de
san Fernando, pero ahora en sentido contrario, hacia el Mercado, hasta que se
abrió la av. María Cristina en 1932, cuando los tranvías de la línea
Ruzafa-Bolsería-Matadero pasaron a circular por ella, abandonando su paso por San
Fernando.
Texto de Enrique Goñi Igual
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