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martes, 30 de abril de 2019

NUEVAS VISTAS DEL TURIA

Foto ca. 1960, autor desconocido, Remember-València, pg. 1616

QUÉ HACÍAMOS EN EL TURIA
Pocos años después de la luctuosa riada de 1957, sobre los años 60 del siglo pasado, una vez que ya se sabía que tarde o temprano sus aguas dejarían de pasar por su cauce en València ciudad, aprobado el llamado Plan Sur, se le realizó una operación de maquillaje al cauce. A partir de ella el río pasó a tener un aspecto no de auténtico río, sino de canal, como podemos apreciar por las tres vistas aéreas de esos años que comentamos seguidamente.

En la imagen de los años 60 vemos el cauce totalmente rectilíneo desde lo que fue el Pont de Fusta en dirección al mar, luego el puente de la Trinidad, el del Real, etc. Ya ha sido eliminada la capa de aproximadamente de 1 metro de espesor de barro acumulado en el propio cauce por la riada.

En esta postal, cuya vista comienza en el ya reparado y transformado puente de la Exposición, puente que hasta que fue roto por la riada de 1957 era peatonal y la vista nos lleva hacia tierra adentro mirando a la anterior vista.

Postal de época, ca 1960. Continúa el cauce recto en el que ya casi han desaparecido los árboles que hubo en el propio cauce.

La última imagen nos muestra una vez más un cauce en forma de canal ya en la zona final, muy cerca de su desembocadura, regalándonos unas vistas de la zona portuaria francamente incomparables con la realidad actual. Vale la pena mirar y pensar en cómo ha cambiado esa parte de nuestra València.

Foto autor desconocido, ca 1960. Remember-València, pg. 1041.

Texto de Enrique Goñi Igual

domingo, 28 de abril de 2019

ENTRADA Y POSTAL RECUERDO EN LA FALLA PLAZA DEL PILAR


 Entrada visita falla
Archivo Esteban Gonzalo

Pasaron a la historia las participaciones de lotería bellamente ilustradas, principalmente para el sorteo de Navidad, que tenían a gala vender algunas comisiones falleras, quedando, salvo error u omisión, como ejemplar único las de tamaño pequeño y a un color donde La Ferroviaria añade la imagen de un tren o un tranvía.

Por ello resulta llamativo que la Falla del Pilar comenzara en 1993 a entregar a quienes, mediante pago, entraban en el recinto interior de la falla para ver mejor las escenas y sus irónicas explicaciones escritas, una alargada entrada de papel satinado con el boceto del monumento efímero plantado.

Los turistas se la llevan como peculiar postal recuerdo y son potencialmente vendibles para quienes ofertan por internet viejas fotografías, documentos, láminas y participaciones de lotería.

Texto de Esteban Gonzalo Rogel

viernes, 26 de abril de 2019

NAVEGANDO DEPORTIVAMENTE


Foto de Luis Vidal, año 1963.

QUÉ HACÍAMOS EN EL TURIA

En esta ocasión, unos años después de la riada, y con un Turia con más agua de la que recordábamos ver en su cauce por los años sesenta del pasado siglo, podemos comprobar la gran cantidad de aficionados que se asoman por el pretil del puente del Real, antes de su importante ampliación, e incluso los que están en el propio cauce viendo el desarrollo de lo que aparenta ser una carrera de piragüistas.

Al navegante le vemos tranquilo, con el remo preparado, ante la pequeña cascada que se apresta a descender, suponemos que felizmente.

La fecha es totalmente creíble tanto por la vestimenta de los espectadores como por estar el cauce ya rectificado en formato de canal, obra posterior a la riada de 1957.

Texto de Enrique Goñi Igual

miércoles, 24 de abril de 2019

NUEVA DIVISIÓN TERRITORIAL



La proclamación de Isabel II como Reina de España y de su madre como Regente en 1833, supuso desde un principio el retorno al poder de los liberales, quienes optaron por una nueva división territorial de las provincias.

De su puesta en marcha se encargo el liberal y afrancesado Javier de Burgos desde su función de ministro. Nueva partición que se llevo a cabo en aquel mismo año.

Por lo que representaba para Valencia, sus límites al norte los limitaban las sierras de Almenara y de Javalambre, quedando fuera las poblaciones  de Vall de Uxó y de Segorbe como las más significadas.

A su oeste la provincia llega hasta Chelva y Ademuz, pero sin incluir Requena. Sin embargo, sí forman parte de su territorio las localidades de Ayora, Enguera, Caudete -exenta, como Ademuz- y el valle de Montesa.

Finalmente, en la zona sur, Valencia queda delimitada por los accidentes de Serra Grossa y el valle de Montesa, que abrazan las poblaciones de Játiva (San Felipe hasta las Cortes de Cadiz) y Valldigna.

El parcial del plano de 1837 del geógrafo Dofour, nos informa cumplidamente de la nueva división territorial que afecta a la provincia de Valencia que se llevó a cabo en aquel año, el mismo que había dado comienzo a la I Guerra Carlista por la proclamación de la nueva reina. (Descargar completo)


lunes, 22 de abril de 2019

JUAN ANDRÉS GARCÍA, CERRAJERÍA


En contraste con el ajetreo turístico multicultural de la calle Micalet y de las plazas de la Reina y de la Virgen, la Cerrajería Juan Andrés García es una sorpresa para los visitantes que se adentran en la estrecha calle Bany del Pavessos y continúan por la de Cocinas hasta la señorial de Caballeros.

Sus gestores actuales, Andrés García Bueno y su hijo David García Vallés, son la tercera y cuarta generación del taller metalúrgico que en los primeros años del siglo veinte montó Faustino García Sánchez en el número 3 de la citada calle Bany dels Pavessos.

En su tarjeta de visita, embellecida con un operario conformando una pieza en el yunque y una artística lámpara de pie, especifican que se dedican a “rejería, puertas, escaleras, mesas, soldaduras, etc. Apertura y cambio de cerraduras”. Son importantes solucionadores para los comercios y los habitantes del Centro Histórico de València además de lo que realizan para otros lugares.

Llama la atención el ordenado panel con numerosas herramientas utilizadas para el trabajo manual, que está presidido por la herradura de la suerte colgada con la puntas hacia abajo.

El hijo de David es la posible quinta generación para esta acreditada y centenaria industria artesana, cuya anterior razón social fue Hierros, Forjados y Repujados Juan Andrés García Bueno. 

Texto y fotos de Esteban Gonzalo Rogel

sábado, 20 de abril de 2019

LOS TRANVÍAS TIPO 350


Carrocería del coche 362. Foto de fábrica Carde y Escoriaza.

ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES TRANVIARIAS

Una vez recupera la Compañía de Tranvías y Ferrocarriles de Valencia (CTFV) en 1939 la propiedad de la empresa tranviaria, poco después de finalizada la guerra civil, encarga a su filial VASA la compra de quince  nuevos motores aprovechando el éxito de su precedente la serie de los 300. Básicamente consistieron en una copia de la anterior serie, pero con una fila más de asientos, diez ventanillas laterales y unas plataformas algo menores que las de los 300. El resto incluida la carrocería de madera era prácticamente igual, pero se tropezó con un grave inconveniente la general escasez de materias primas en la muy larga posguerra española. Pese a todo en 1943 VASA recibió todos los coches, pero de ellos únicamente estaban en condiciones de rodar como motores cinco unidades, las otras diez se utilizaban como remolques.

Dado que el diseño de los frontales de estos coches tenía una arista vertical desde arriba hasta bajo se los llamó “picudos” según comenta el Ingeniero Atanasio Lleó Morilla en su libro no publicado “TRANVÍAS DE VALENCIA, Datos históricos y antiguos recuerdos”, pero en estas condiciones duraron muy pocos años, ya que al igual que sus antecesores los 300 los quince tranvías del 351 al 365 fueron reformados por la firma DEVÍS entre 1945 y 1947, pasando a formar parte de la serie 400, utilizando para su motorización equipos eléctricos y motores procedentes de las primitivas series de tranvías eléctricos dados de baja.

Tranvía tipo 350 entrando en la calle de la Paz procedente de la Glorieta. 
Foto autor desconocido, Remember-València, pg 2018.

Realmente los coches 350 duraron muy poco como tales, lo que sumado a los problemas de todo tipo de nuestra posguerra hace que esta foto realizada entre 1943 y 1946, ojo original en color, sea algo así como un asombroso milagro de la naturaleza, nadie en el mundillo de los antiguos tranvías conoce, que yo sepa, de otra foto de un 350 rodando por València.

Texto de Enrique Goñi Igual

jueves, 18 de abril de 2019

SOLO DOS INSTITUTOS EN LA CAPITAL


Instituto Luis Vives

Durante los años 40 a 60 la capital de Valencia solo contaba con dos institutos diferenciados. Uno para chicos, Luis Vives, y otro para chicas, San Vicente Ferrer.

La separación de sexos era rigurosa. ¿Nos preguntamos por qué sería?

Eran momentos en los que los padres de familia elegían para sus hijos una formación bien en centro religioso, o bien en centro laico, hasta incluso los últimos cursos terminarlos en el laico, con el fin de que el salto a la Universidad no resultara tan brusco.

Es evidente que la necesidad de algún otro instituto era innecesaria. La ciudad no superaba el medio millón de habitantes y además el porcentaje de estudiantes era menor.

Tanto el instituto de los chicos como el de las chicas ocupaban ya sus lugares actuales.

Instituto San Vicente Ferrer

El femenino de San Vicente Ferrer ocupaba el solar de la calle Almirante Cadarso. El chaflán actual no existía y solo daba a la citada calle. A través de un pequeño jardín se accedía al vestíbulo donde se encontraban los bedeles. Atravesando éste, al fondo, se situaba un patio, y las aulas de estudio repartían un número inferior a quinientas señoritas de entre 10 y 17 años.

El instituto masculino de Luis Vives ocupaba su espacio exterior unos grandes árboles que impedían contemplar la grandiosa fachada desde la calle Játiva. Los techos de gran altura y los bancos en rampa escalonada hacían que los alumnos que se sentaban al fondo quedaran más elevados que la tarima del profesor. El patio central o claustro siempre con la permanente estatua de Luis Vives, y como no había ningún tipo de jardinería, en las horas de recreo se podía jugar plácidamente al futbol.  La capilla recaía al cobertizo de San Pablo, por el que se pasaba a la plaza de San Agustín, y en la que obligatoriamente se asistía todas las mañanas a misa de nueve. La disciplina estaba impuesta. El instituto a la hora de entrada ya cerraba sus puertas  y no eran de nuevo abiertas hasta la hora de salida.

 ¡Escaparse no se escapaba nadie!          
                                
Texto de Amparo Zalve Polo

martes, 16 de abril de 2019

LOS REYES DE ESPAÑA INAUGURARON UN TRAMO DEL METRO DE VALENCIA.


Foto de Esteban Gonzalo

El 16 de septiembre de 1998 los Reyes de España, don Juan Carlos I y doña Sofía, inauguraron el tramo de 3,7 kilómetros de la línea 3 del metro, entre las estaciones Alameda y Avinguda del Cid. Trazado posteriormente continuado hasta Mislata (1999), el Aeropuerto (2007) y Riba-roja del Turia (2015).

Es el único tramo del metro construido mediante tuneladora y la primera sección de línea férrea inaugurada por reyes en la larga historia ferroviaria de la provincia de València, ya que a los actos del 21 de marzo de 1852 entre València y El Grao, a la reina Isabel II la representaron su hermana Luisa Fernanda de Borbón y su marido Antonio de Orleans, los duques de Montpensier. Y doce años después, el 18 de diciembre del 2010, los Reyes vinieron en tren de alta velocidad para inaugurar la línea entre Madrid y Valéncia.

Acto inaugural del metro en el que también estuvieron la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana y el presidente de las Cortes Valencianas, Héctor Villalba, junto a otras autoridades, entidades e invitados.


Si ampliamos la historia a la Comunidad Valenciana, solamente añadir que en la provincia de Alicante la Reina Isabel II recorrió la línea desde Madrid como viaje inaugural el 25 de mayo de 1858, aunque el ferrocarril ya estaba totalmente abierto al servicio desde el 1 de marzo anterior, mientras que en València comenzó el servicio público el día siguiente de la inauguración oficial por los Reyes, en 1998 y en el 2010.

Alameda-Avda. del Cid, es una sección muy importante de la red de metrovalencia, ya que en ella están las estaciones de Xàtiva, Colón y Ángel Guimerá, las tres con mayor cantidad de viajeros registrados de la red: 4.953.947, 4.383.196 y 2.729.673, respectivamente, en 2017. Tramo que facilitó la conexión con los trenes de Renfe en la estación Xàtiva, y en la de Ángel Guimerá el transbordo con las líneas 1 y 2 y la llegada a la terminal de autobuses.



El mencionado 16 de septiembre también quedó inaugurado el ramal Xàtiva-Jesús, que unió la línea de Rafelbunyol al resto de la red, permitió a sus trenes el acceso a los talleres en Valencia Sud, y lo aprovecharon para crear servicios entre Alboraya y Torrent, evitándoles a los viajeros de barrios del sur capitalino y de varios municipios el transbordo de tren en la estación Ángel Guimerá.

La línea de Rafelbunyol quedó aislada cuando el 31 de enero de 1990 suprimieron el tramo Grao-Pont de Fusta-Empalme para construir una línea de tranvía.   

Los inaugurados tramo y ramal de enlace supusieron una inversión de 41.500 millones de pesetas.

Texto y fotos de Esteban Gonzalo Rogel

domingo, 14 de abril de 2019

LOS AÑOS 20 EN EL TURIA

Foto aérea de autor desconocido. Ca. 1925.

QUÉ HACÍAMOS EN EL TURIA


En esta ocasión no he podido dejar pasar esta fotografía aérea del cauce del Turia tomada sobre los años veinte del siglo pasado en la que el cauce dice poco, solo se aprecia un río curvilíneo, como debe ser, y en la parte inferior una serie de campos de cultivo, que nos aseguran que también se plantaban verduras entre otras actividades comerciales. Pero para mí lo fundamental en esta ocasión es observar con atención los alrededores del río.

Por la derecha desde el puente del Mar hacia abajo se ve todo edificado entre el pretil y la Alameda hasta llegar a la av. del Puerto, se incluyen las cocheras de tranvías, hoy no queda nada. A partir de allí salen las calles de Peñarrocha y Carles hoy desaparecidas, algo más arriba la también desaparecida Estación ferroviaria del Central de Aragón o "estación churra”, continuando con los cuarteles de la Alameda, inmediatos a los edificios que quedaron de la Exposición de los años 1909 y 1910 (Tabacalera, Pabellón municipal y Hotel Westin) y el campo de fútbol del Valencia, al que se llegaba por la estrecha calle hoy ampliamente absorbida por la av. de Suecia. Luego prácticamente todo era huerta. Por el cauce algo más arriba el puente de la Exposición y finalmente el del Real, frente a Viveros.

Bajando por la parte izquierda aparece el verde del Llano del Remedio y de Navarro Reverter embocando el puente del Mar, llegamos a lo que sería más tarde la Gran Vía y más huerta en lo que hoy es av. Jacinto Benavente, por cierto muy arbolado en el interior del cauce.

Esto es lo que da de sí una escrutadora mirada a la imagen.

Texto de Enrique Goñi Igual

viernes, 12 de abril de 2019

LA VIEJA ESTACIÓN DE JOSÉ CAMPO



Después de realizar las pertinentes pruebas los días 23 de febrero y 5 de marzo de 1852, unos días después, el 22 de marzo, quedaba inaugurada oficialmente la línea ferroviaria al Grao de Valencia.

Las locomotoras La Valenciana y La Setabense fueron las encargadas en aquellos días de dar el visto bueno a una línea que iba a unir el "cap y casal" con Játiva.

El mal tiempo reinante con amenaza de fuertes lluvias no impidió su puesta en marcha.

Y allí acudieron al acto inaugural los Duques de Montpensier en representación de la reina Isabel II,  que acompañaban a las autoridades valencianas y a los miembros de la sociedad ferrroviaria con José Campo al frente,  e invitados de primer orden, todos subidos al primer convoy.

Un segundo vagón transportaba el resto de los invitados, mientras que en un tercero se alojaba la banda de música que amenizó el acto desde el primer momento, cuando el ferrocarril había iniciado su marcha desde la estación anexa a la plaza San Francisco.

No faltaron sillas colocadas desde la salida del ferrocarril hasta el camino de Ruzafa, dispuestas para el disfrute de los valencianos, previo pago de una pequeña cantidad para beneficio del Hospital, en una jornada de fiesta también presenciada por quienes se acomodaron en las galerías de la plaza de toros, que pocos años después iba a ser reemplazada por un nuevo coso taurino cuya fábrica ya había iniciado el arquitecto Sebastián Monleón.

miércoles, 10 de abril de 2019

SALTA EL AUTOMÁTICO


Foto Paco Moreno. 
Interior delantero del coche 407 recuperado para el futuro museo. Se ve el interruptor magnetotérmico arriba a la izquierda.

ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES TRANVIARIAS

Todos recordamos que, en nuestras casas, antiguamente, en cuanto se conectaban a la vez varios aparatos eléctricos de fuerte consumo se fundían los “plomos” y nos quedábamos a oscuras, se iba la luz y a reponer los hilitos de los fusibles. Ya hace muchos años que la cosa mejoró con los interruptores magnetotérmicos que todos tenemos en nuestras casas, ahora la cosa, cuando salta el interruptor por sobrecarga, consiste en desconectar algún aparato, para bajar el consumo eléctrico y darle a un botoncito que rearma el chisme y ya volvemos a tener luz.

Con los tranvías eléctricos la cosa era más o menos igual que en casa, si algún conductor arrancaba muy rápidamente, sobre todo si iba muy cargado o cuesta arriba, hacía subir el consumo, y era posible que se disparase por sobrecarga un interruptor magnetotérmico que todos los tranvías de Valencia llevaban junto al techo, en la parte superior izquierda de la zona de trabajo del conductor. Era una especie de caja negra y por su parte inferior asomaba un pequeño mango, que era la palanca de reposicionamiento del interruptor. En los coches con dos puestos de mando (la mayoría de coches tipo 100 y 200) solamente había un interruptor en una de las plataformas, podía ser junto al conductor o en la parte trasera de la marcha donde saltase. 

Ese disparo era eso, un sonido de un fuerte disparo que iba acompañado de un fogonazo de luz azulada. Algunos viajeros se asustaban. Pero la cosa era de fácil apaño, el conductor le daba un toque al mango y volvía la energía al tranvía y a arrancar con más suavidad.

Si se disparaba en la plataforma trasera esperar a que el cobrador o algún pasajero conocedor del tema reposicionara el mango y a seguir rodando. Creo recordar que la reposición del interruptor era moviendo el mango de izquierda a derecha.

Un tema algo relacionado con este era la casual sobrecarga de la red de suministro a los tranvías que se originaba cuando por causas ajenas saltaba toda la red, y los encargados de volver a dar suministro eléctrico se encontraban con que la mayoría de coches en marcha tenían el control en posición de trabajo, con lo que todos estaban pidiendo energía a la vez, resultado nueva sobrecarga y nuevo disparo general, eso podía pasar varias veces seguidas hasta que poco a poco iban dejando en posición de paro todas las controlas y arrancaban suavemente retardándose lo más posible para escalonar la demanda. La orden que tenían los conductores era en caso de fallo general llevar la controla a punto muerto y darse un tiempo para volver a arrancar, pero la realidad casi nunca es la teoría, de ahí que se precisaran dos o tres intentos para que todo volviera a funcionar.

Texto de Enrique Goñi Igual

lunes, 8 de abril de 2019

1959-1969.- LA FUENTE LUMINOSA DE LA PLAZA DE LA REINA


Fuente en la plaza de la Reina.- 1961.- Estudio Sanchis 1901

Tras el derribo del convento de Santa Tecla a partir de 1868 quedó una plaza triangular, que inicialmente facilitó la apertura de la calle de la Paz, pero con la idea de ampliarla derribando las viviendas existentes entre las calles Campaneros y Zaragoza. La rotularon el 23 de enero de 1878 en honor a la Reina María de las Mercedes de Orleans, el día de su boda con Alfonso XII. Reina que murió el mismo año con tan sólo 18 años. Fue plaza Región Valenciana en la segunda república y recuperó su antiguo nombre después de la guerra.

Tras muchos años de proyectos, ideas e indecisiones, entre 1944 y 1963 fueron derribando las viviendas de la zona aludida anteriormente, hasta dejar conformada la plaza con las dimensiones actuales. Al desaparecer las calles Borriol, Campaneros, Puñalería y Zaragoza, y la plaza Micalet, la rebautizaron como plaza Zaragoza, pero al no cuajar popularmente la retornaron en los años noventa a la primera denominación, y designaron como Zaragoza a la plaza donde confluyen el paseo de la Alameda y su continuación, las avenidas de Aragón y del Puerto, y el puente de Aragón.

Plaza de la Reina en 1968

Cuando aún faltaban derribar algunas casas de la parte más cercana a la Catedral, el 16 de marzo de 1959 fue inaugurada una fuente luminosa circular, que causo la admiración general por sus características y mayores dimensiones que las restantes con esculturas en la ciudad.

Embellecimiento que no cumplió los diez años, ya que fue desmontada y trasladada a la ampliación de los Jardines del Real (Los Viveros) para que construyeran un estacionamiento soterrado de dos plantas, comenzado en abril de 1969 e inaugurado el 14 de marzo de 1970.

Cerca de la anterior ubicación de la fuente hay dos rotondas, con adornos de jardinería, que engloban las rampas de bajada y subida del estacionamiento, cuando lo lógico hubiera sido situar las rampas en otra parte de la plaza y recolocar la fuente para restituirle su anterior atractivo al lugar.

El Ayuntamiento actual quiere mejorar con la tercera remodelación la utilidad y belleza de la gran plaza en la que confluyen siete calles (Barchilla, Cabillers, Corregería, Mar, Micalet, Paz y San Vicente Mártir), dos pasajes (Giner y el que comunica con la calle Cárcel de San Vicente Mártir) y la plaza de Santa Catalina. 

Los Viveros,. 27-12-2018.- Esteban Gonzalo

Entretanto, la fuente está medio siglo embelleciendo Los Viveros en el centro de una amplia rosaleda, con flores hasta en diciembre.

En 1930 fue colocada en la pequeña plaza triangular de entonces el primer semáforo de València, que era accionado a mano por un guardia urbano.

Asimismo, la muy concurrida y bulliciosa plaza de la Reina es el kilómetro cero de las carreteras de la Generalidad que parten de València y el lugar de referencia para la ordenación numérica de sus calles.

Texto de Esteban Gonzalo Rogel.

sábado, 6 de abril de 2019

EPIDEMIAS EN LA CIUDAD


El doctor Juan Bautista Peset Vidal, licenciado en medicina por la Universidad de Valencia, adquirió gran notoriedad por su lucha contra las epidemias de cólera durante 1851 y 1865. Sin embargo, en la de 1885 contrajo la enfermedad y falleció junto a otros 30.000 valencianos, siendo en el cap i casal donde mayor numero de víctimas se registraron, con 4919 muertes.

Contraria la autoridad a la vacuna del Doctor Ferrán, hubo gran aversión popular hacia a los médicos. En este rechazo se acudió a otros procedimientos que iban calando en la población, tales como fumar mucho, protegerse con caretas y participar en procesiones con ruegos a San Luis Bertrán y la Virgen de los Desamparados, y especialmente, ungirse con aceite de las lamparillas de la Virgen del Puig, cuyo sacristán vendía a buen precio, con numerosas romerías al santuario, que finalizaron con la muerte del propio sacristán que se había contagiado del cólera.

El doctor Ferrán tuvo que marcharse de la ciudad, cuando el Gobernador Civil declaró ilegal su vacuna.

En el segunda mitad del año, y ya con la aceptación de la vacuna que el dr. Ferran había experimentado en otras poblaciones, la epidemia desapareció y la ciudad de Valencia, por sus estragos, quedó en la bancarrota; en gran medida el propio Ayuntamiento, que se vio obligado a pedir préstamos a comerciantes particulares para hacerse cargo de la enorme deuda alcanzada por el Consistorio por su compromiso contra la enfermedad.

jueves, 4 de abril de 2019

TRANVÍAS REBOSANTES

Coche 304 de la línea nº 2 Castelar-Puerto-Malvarrosa, 
en servicio corto al Puerto. Foto Finezas, 1938.

ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES TRANVIARIAS

Hoy en día estamos acostumbrándonos a ir en autobuses llenos hasta rebosar en época de Fallas, en verano para ir a las playas, con motivo de algún castillo, etc. Del metro, mejor no hablamos de sus horas punta. Pues resulta que con los antiguos tranvías pasaba más o menos lo mismo, también en ocasiones especiales se ponían rebosantes de pasajeros. Tenemos arriba una foto en que un coche tipo 300 con anuncios alusivos a la situación bélica, está a punto de salir de pl. E. Castelar (Ayuntamiento) en dirección al puerto en el que o todo el pasaje se ha colocado para la foto o va bastante lleno, a punto de rebosar.

Una de las épocas en que los tranvías iban rebosantes a su destino en la Alameda era durante la celebración de cualquier Feria de muestras en el antiguo Palacio Ferial situado entonces en el lugar que hoy ocupan “La Pagoda” y otros edificios.

Tranvía con jardinera, línea nº 8 Alameda-Gran Vía, rebosante de público. Foto Autor desconocido, ca. 1950. Remember-València, pg 250.

Parada de la línea nº 7 Ruzafa-Mislata. Frente al mercado Central, ante la Lonja, se cruzan dos convoyes de la línea, el que circula dirección Mislata rebosante, sobre todo la jardinera, el otro normal. Por cierto, ¿es creíble que tanta gente asalte las jardineras por la mayor posibilidad de no pagar en su viaje?

Foto autor desconocido, ca. 1955. Remember-València, pg 2062.

Otro ejemplo de remolque, en este caso cerrado, pero con plataformas abiertas se nos ofrece. Nos dicen que es en Mislata y vemos que en su plataforma no cabe un alfiler. Empiezo a creer que a la juventud le gustan las plataformas.

Remolque de línea nº7. Foto autor desconocido, ca. 1960.        

En esta última foto hay un coche tipo 200 de la línea nº 11 que entra en pl. Caudillo (Ayuntamiento) procedente de Patraix, en el que se aprecian unas plataformas llenas, a punto de rebosar, pero no. Un interior lleno, pero sin nadie de pie, es decir cumpliendo la normativa aquella de que dentro del coche no puede ir nadie de pie, para eso están las plataformas, solo pasajeros sentados y nadie colgado de los estribos, está claro que el joven de la trasera está a punto de bajar en la inmediata isleta con parada.

Foto autor desconocido. Remember-València, pg 398.

Texto de Enrique Goñi Igual

martes, 2 de abril de 2019

EL TRANVÍA ENTRA EN TABACALERA


Parcial del plano de Valencia de Alberto Peiró y Guillen de 1892. 
Remember-València, pg. 499.

ANÉCDOTAS Y CURIOSIDADES TRANVIARIAS

 Repasando antiguos planos de Valencia me fijé, hace días, en uno de 1892, de los pocos de esas épocas en que aparecían reflejadas las líneas de tranvías, y me di cuenta de que en el antiguo edificio de Tabacalera, hoy Audiencia y mucho antes la Aduana, justo donde en aquellos tiempos estaba la terminal del servicio de tranvías al Grao y Cabañal, desde allí, salía un corto ramal de vías que entraba al edificio de Tabacalera.

Extrañado estuve buscando en todos los planos de esos años a los que tengo acceso y localicé en el Plano Geométrico de Valencia de 1892 de origen municipal, realizado en una escala de 1/300, lo que motivó su división en 14 planos parciales. Con esa escala en la que debe aparecer casi todo lo que hay en la calle (Bordillos de acera, arbolado, zonas ajardinadas, etc.) se ve una magnífica representación de las vías tranviarias, y al contrario del anterior aparecen los dos carriles de cada vía, y la doble vía cuando la hay.

Parcial de la sección 10ª del Plano Geométrico de Valencia, 1892.

En la parte representada se ve a la izquierda la Glorieta, en el centro el edificio de Tabacalera, bajo el Parterre en la plaza Alfonso el Magnánimo. La doble vía del tranvía de Circunvalación de derecha a izquierda por la parte superior, desde el centro baja la doble vía al Grao hasta su parada terminal frente a Tabacalera, desde ella nace una doble vía que se reduce a una que entra hasta el patio del edificio, y rodeando al Parterre la vía única del tranvía de la línea Interior hacia la calle de las Barcas.

¿Qué pinta un tranvía allí? bien, en esos años todas las solicitudes de servicios tranviarios añadían a su concesión la posibilidad de realizar transportes de mercancías, aunque en servicios separados de los coches de pasajeros y generalmente en horas nocturnas. No cabe duda de que la Sociedad Valenciana de Tranvías (SVT) pudo ver en su conexión directa al puerto una oportunidad de negocio con la firma tabaquera, o pudo tratarse de una solicitud de la firma. No he podido localizar datos de posibles transportes de tabaco o productos terminados por ese cortísimo ramal.

Texto de Enrique Goñi Igual