lunes, 30 de junio de 2014

DEL BENICALAP INDUSTRIAL, AL BENICALAP DORMITORIO

celsa
Ca. 1975


No nos equivoquemos, en este lugar hubo riqueza: industria, artesanía, agricultura, comercio exterior y exportaciones. Se consolidó Benicalap, alrededor de una industria dinámica, con servicios adecuados a la demografía. Políticas erróneas, desplazaron las empresas a polígonos industriales, con la consiguiente destrucción de comercios y artesanía paralela que se alimentaban de este entorno industrial, en vez de adaptar el entorno, creando arboleda, parques, etc. Puede decirse que de cada tres vecinos de la barriada uno de ellos trabajaba en tareas productivas encaminadas, sustancialmente, a la exportación.

Ejemplos del Benicalap industrial fueron CELSA; Eduardo Ferrer, empresa dedicada a la transformación de pieles industriales; Amutio, empresa de diseño y fabricación de máquina- herramientas, tornos fresadoras…; Industrias Abrasivas, especializada en la fabricación y distribución de muelas industriales; Muebles Almenar, donde se fabricaban mesas y sillería; La Ceramo, cocido artesanal de todo tipo de productos de cerámica; citando también el Centro Agrario de la Universidad agrícola, hoy convertido en el Parque de Benicalap.

Centro mi atención en Celsa- Eichhoff, empresa dedicada a la fabricación, en su inicio, de aparatos de medida y aparamenta de alta y media tensión. Más tarde sonerías, más lámparas de sobremesa, más relés industriales. Llegó a tener en la plantilla 1500 operarios.
ABC 26_6-!943
ABC – 26/6/1943
En la década de 1930-40, Antonio Giner en la calle Plátanos de Valencia instala un pequeño taller de material eléctrico. Comienza un largo periplo de innovación y creación de nuevos aparatos, como aisladores de alta tensión, interruptores, pararrayos, instrumentos de medida: amperímetros, voltímetros, vatímetros.

En la década de 1950, se creó la escuela de aprendices con profesores de la universidad. Se realizaban estudios de Oficialía Industrial homologada, de electricidad y de mecánica. De estas escuelas salieron operarios preparados para Telefónica, Hidroeléctrica, Aguas potables y otras tantas. También algunos de los aprendices montaron sus propios talleres.

En 1963 compra la empresa una sociedad Alemana, Eichhoff Werke, y se fusiona el nombre de ambas con el nombre de CELSA – EICHHOFF. Comienza la fabricación nueva de sonerías, iluminación y relés industriales y se abandona la creación de “aparamenta de alta tensión, siguiendo con “aparatos de medida”.

Fallecido el propietario alemán, su socio, también alemán, fallece y los herederos de ambas familias venden sus activos a un grupo de inversión, entre ellos bancos con capital riesgo. La empresa se divide para una mejor venta en Relés, que compra una empresa italiana y se instala en el polígono industrial de la Eliana – La Pobla.

celsa2Año 2000


Fotos y texto de Ramón Fernández de Guevara

domingo, 29 de junio de 2014

COMIDA EN FAMILIA

Comida familiar. Benicalap, Beniferri 1937

Archivo de Rafael Solaz

1937 - La imagen representa la alegría reinante en el instante de una reunión familiar en el corral de una casa sita entre Benicalap y Beniferri.

Sorprendente por corresponder al momento histórico de una guerra civil. Lo que demuestra que pese a la adversidad, el ser humano encuentra su fortaleza en el seno de la familia. Años de tristezas y de penurias,  sí,   pero basta el calor del hogar donde encontrar el mejor albergue para la desaventura.  Con seguridad horas antes, los presentes en la foto habían entristecido sus semblantes por las noticias radiofónicas provenientes de las trincheras. Pero la vida seguía en su caminar. Torno a la familia y su fortaleza, siempre había la ocasión para el regocijo y la alegría. Corral y sobremesa, sidra y puro de esperanza, pero también a un cielo abierto con ecos de llantos.

sábado, 28 de junio de 2014

LA SONRISA EN EL RETRATO

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¿Por qué antes nadie sonreía en los retratos?

El motivo principal era moral, el siguiente técnico; un retrato era algo para la posteridad y era algo importante, como las personas que se lo hacían; era una novedad cara y tan solo podían gozar de ellas personalidades y gente pudiente, por lo tanto debían de dar una imagen seria y respetable, sólo una sonrisa estúpida podría estropear tan altivo retrato, toda vez que se daba por sentado que tal reacción era síntoma de inmadurez y que era un gesto infantil.

Tan solo quedaba grabada la sonrisa en un retrato de personas a las que no les importase parecer no inteligentes según el escritor Charles Dickens, ya que tan solo hacían alarde de ello, cómicos, locos, gente del espectáculo, borrachos, infantes y prostitutas, y generalizando "gente desdeñosa".

Era el siglo XIX, y la era de la fotografía aún se debía de perfeccionar, mientras a la vez surgían algunos inconvenientes, pues se necesitaban al menos diez minutos aproximadamente para poder recoger la luz y que el daguerrotipo captase la imagen, un largo tiempo para estar inmóvil. Menos que un retrato pintado, pero suficiente como para necesitar algún reposacabezas para no entumecerse. Nada tiene que ver con hoy en día donde la sonrisa es un acto reflejo e indispensable para una buena fotografía.

Texto de María Martínez Gavilán

viernes, 27 de junio de 2014

VILLANUEVA DEL MAR, EL GRAO DE VALENCIA


Ayuntamiento de Villanueva del Grao
Archivo Municipal

1930 Ca - Al pueblo de Villanueva del Mar se le dio oficial reconocimiento en 1249, con instrucciones, al mismo tiempo, tendentes a construir un puerto que facilitara la llegada de las embarcaciones según el deseo de Jaime I. No obstante, ya con anterioridad a la Reconquista y por la “Crónica del Rey”, se tiene constancia de la utilización del “Grao” a su término, lo que nos indica el asentamiento poblacional.

Desde sus inicios hubo dificultades para el acceso desde el mar, tanto en cuanto y durante siglos se llevaron a cabo diferentes proyectos que garantizarían el necesario calado, al igual que dejar a salvo de los vientos las naves que llegaban a Villanueva del Mar. Lugar que tuvo su Ayuntamiento, pero también desde la dificultad, pues a falta de un edificio digno, tuvieron que recurrir a sedes particulares y escuelas donde los ediles celebraran sus reuniones. Gracias a José Campo se pudo construir un edificio bajo la dirección de Antonio Lluesma. El pueblo de Villanueva del Mar fue absorbido por el Ayuntamiento de Valencia en 1897, que con anterioridad había tenido una gran influencia sobre el poblado marítimo, tal y como lo demuestra la “Patente de Sanidad” de 1781 en ocasión de la peste.

La foto corresponde al edificio que había albergado al Ayuntamiento de Villanueva del Mar hasta su anexión al “cap i casal”.

jueves, 26 de junio de 2014

LA JOTA VALENCIANA

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Años 50 - En la Valencia musulmana había muy buenos trovadores y una leyenda nos habla de un valenciano errante llamado Aben-Jot, que enardecía al pueblo con un canto y un baile que él mismo había inventado de carácter esencialmente profano. El Rey Muley Tarik del Reino de Valencia, llevado por su fanatismo religioso se enteró y decretó su expulsión del reino musulmán. Se refugió en Kalat-Ayud, donde popularizó este estilo de canción y de baile. Los habitantes de Calatayud en forma de homenaje a su creador, tomaron su nombre, reconociéndolo como “jota". Se podría hablar pues de una danza de origen valenciano que ya mucho antes de la expulsión musulmana de 1609 se conocía como a “la morisca”
la jota valenciana

Entendida como representación escénica mediante la participación de una rondalla, se interpreta un cuento oral que pretende explicar la realidad histórica, social, política, económica o ideológica. La “jota”, danza española, se canta y baila con rasgos que identifican su diversidad y los intérpretes lucen en cada sitio sus trajes regionales. En Valencia, antiguamente, se bailaba la “jota” en la ceremonia de los entierros.

En Valencia, Enric Valor (1911-2000) fue uno de sus más destacados recopiladores y estudiosos, la investigación continúa en auge en la actualidad como lo demuestran las recientes publicaciones del profesor Rafael Beltrán, ya que sobre el origen de la jota se ha comentado mucho y existen muchas leyendas y fantasías que la envuelven y la acompañan en el transcurso de los siglos, pero ninguna de estas leyendas ha sido debidamente documentada. Algunos instrumentos utilizados para la rondalla primitiva fueron influenciados por los instrumentos musicales mozárabes de la época, entre ellos la guitarra, la flauta, la vihuela, la mandolina, las castañuelas y la pandereta.

Texto de María Martínez Gavilán

miércoles, 25 de junio de 2014

EL CONCURSO DEL ATENEO MERCANTIL

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Proyecto premiado de Zavala y Rivas (1927)

1935 - No sólo por el nuevo rumbo que significaba para la ciudad la Exposición Regional de 1909 bajo el patrocinio del Ateneo Mercantil tan ligado a la burguesía valenciana, sino también y a más,  por la transformación urbana hacia la modernidad de la plaza de Emilio Castelar, se hacía necesario la construcción de un nuevo edificio que lo albergará, de acuerdo con los cánones arquitectónicos del momento y el nuevo estilo que se iba implantando en la plaza. Concurrieron 48 anteproyectos de la mano de los más prestigiosos arquitectos nacionales. Los valencianos Vicente Rodríguez,  Mora, Donderis,  Criado, Juan Carles y Luis Costa, diseñaron sus ofertas, más otras neo barrocas y en equipo, de las manos de los Goerlich,  Testor, Artal, Pedrós, Burguera y Borso, y de Mora y Burgos. El más polémico fue el presentado por Gaspar Belin y Luis Albert. 

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Proyecto Goerlich, Testor, Artal, Pedrós, Burguera y Borso

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     Proyecto Mora y Burgos

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Proyecto Blein y Albert

El premiado fue el presentado por Juan de Zavala y José Maria Rivas,  que siendo de corte historicista y clásico, era el menos polémico de los proyectos, solucionado con acierto, tal y como era el deseo de los ateneístas basado en un edificio representativo y cierto. Zavala y Rivas, a quienes se unió Arzadun, realizaron el proyecto definitivo, costeado mediante un crédito concedido por el primer ministro Samper, la venta del solar adjunto donde se construiría el Cine Rialto y una necesaria hipoteca bancaria.

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Fuente – La Hormiga de Oro (Hemeroteca Nacional)

El 16 de febrero de 1935 se colocó la primera piedra para una edificación terminada en 1941, dirigida también por Borso y Artal, cuya impronta más racionalista se observa en sus interiores. La decoración de la Sala de Fiestas vino de la mano de Borso y el Salón de Café y Teatro, obra de Artal, que contaron con la colaboración en los frescos de los pintores Manolo Gil y Ramón Stolz hijo.

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Fuente: “Valencia 1874-1959” de Alberto Peñin

martes, 24 de junio de 2014

EL CAFÉ IDEAL ROOM - VALENCIA LITERARIA

Café Ideal Room. Archivo Rafael Solaz 1937 
Archivo de Rafael Solaz (1937)

Situado en la calle de la Paz, esquina con la calle Comedias, era el lugar de encuentro de intelectuales y gente de la cultura valenciana y española. En este café tenían lugar interesantes tertulias literarias durante los años de la Guerra Civil, cuando Valencia se convirtió en la capital de la República.
Josep Renau (1907-1982)Josep Renau

Allí, habitualmente, te podías encontrar con Josep Renau y su, entonces novia, Manuela Ballester (una pintora de altísimo nivel), al escultor Antonio (Tonico) Ballester, al periodista Esteban Salazar, al historiador y erudito Sanchis Guarner (muy conocido por su libro La ciudad de Valencia), a los poetas Miguel Hernández, León Felipe, Juan Gil-Albert y Rafael Alberti o al escritor Max Aub (1903-1972).
max aub_archivo Jse V. rodriguez


El mismo Max Aub, nacido en París pero afincado en Valencia desde el año 1914, en su libro El Laberinto Mágico.

Campo abierto(1951), nos describe el café: "El local está repleto. Los veladores de mármol lechoso, el piso de baldosines blancos y negros, los espejos que recubren las paredes, los ventiladores que cuelgan del techo y se esfuerzan en vano en refrescar a los que toman helados (horchata, blanca; leche merengada, espolvoreada de canela; mantecados, amarillentos; café, moreno oscuro)…"

Lo que poca gente sabe es que en la parte trasera del café, se jugaban autenticas timbas de póquer, con fuertes apuestas.

 
Texto de Mauro Guillén


Max Aub – Archivo de José Vte. Rodríguez

lunes, 23 de junio de 2014

PUPITRES DE ESCUELA

el maestro de escuela con pupitres. 1955

Archivo de Rafael Solaz

1955 - El “maestro de escuela” tenía su cometido en su atención a los primeros años de la docencia de los niños del barrio, en aquella década de los cincuenta y al amparo de una Ley de Enseñanza que tras sus primera andadura, alcanzaría un desarrollo público pocos años después.

El sencillo pupitre, dejando poco espacio para los codos, quedaba cubierto por la Enciclopedia Dalmau Carles en sus grados Preparatorio y Elemental, como arranque a una posterior enseñanza, mientras que los Cuadernos Pastor guiaban la mano de los niños entre unas líneas que aconsejaban letra gótica o redondilla, al igual que los de “problemas” les hacían meditar.

En la foto, los alumnos, atentos a la pizarra, llenan sus libretas con anotaciones que el maestro vocacional les ilustra, y las telas plastificadas cubren las paredes mostrando mapas que les ayudaran a encontrar montañas, ríos y afluentes.

Vahos de “goma Milán” y nubes de tiza, polvo de cepillos de paño que se entremezclan entre sumas y restas, decimales y quebrados. Y madera de pupitres barnizados que se irían desgastando, cual eficaz soporte para aquella docencia de sandalias de goma con peinados a raya y cabellos rizados o de coleta, donde las niñas y niños fijan su atención desde la pequeña escuela de barrio donde el “maestro” como faro y guía, era venerado cual baluarte del mayor respeto vecinal.

domingo, 22 de junio de 2014

LA PROCESION DEL CORPUS, SU ITINERARIO

Procesión del Corpus. Plaza del Mercado, 1923
Archivo de Rafael Solaz

1923  - Por su antigüedad e importancia desde 1355, por la riqueza cultural que atesora, la fiesta del Corpus de Valencia es la que más enorgullece a los valencianos. Entre sus diversos actos destaca la procesión que recorre un circuito que desde la Catedral vuelve a la misma, a través de las calles más significadas de la ciudad que han sido puntos clave a lo largo de su historia. Al vespertino acto acuden diversas asociaciones, tanto de carácter civil como de fervor religioso, parroquias, entidades culturales e instituciones públicas que en su conjunto y con la representación al paso de personajes bíblicos y grupos que rememoran antiguas tradiciones, acompañan a la Custodia en un acto festivo donde la religiosidad del incienso y el interés cultural que despierta, se tramiten a los asistentes en un circuito que en poco difiere al de sus primeros años de celebración:

Su inicio desde la puerta gótica de la Plaza de la Virgen, calle Caballeros, el Tros Alt, la plaza del Mercado, María Cristina, San Vicente, entra en la plaza de la Reina para continuar por la calle del Mar, la de Avellanas y ya por la plaza del Palau, culmina su regreso a la Catedral.

Vemos en la foto de 1923 su paso por la plaza del Mercado ante la Lonja de la Seda.

sábado, 21 de junio de 2014

EL MERCADILLO DE JERUSALÉN

1910 mercado jerusalen

1910 - Ha comenzado el día -apenas son las nueve de la mañana- en el “mercadillo de Jerusalén”, al igual que lo hace el ciclista sobre el adoquinado en su ruta al trabajo, con su pedalear tranquilo entre los tenderetes, cuyos mercaderes esperan la presencia vecinal como cualquier otro día. Un paraguas hace de sombrilla en la esquina de la calle Convento Jerusalén con la de la Paloma que, en su abertura, corta la sombra donde los apretados puestos del mercado se prolongan hasta la otra esquina donde la farola esperará la llegada de la noche. Aún no le había llegado la hora de su instalación en el centro de la plaza y un carro acude a descargar su mercancía. La Maquinista Valenciana muestra sus altos ventanales que darán luz a un interior en su fabril actividad. Faldas largas y pañuelos a la cabeza, seña de lo que fue una época que no volverá, mientras el límpido cielo de nuestra ciudad se mantiene, al igual que la manzana de casas con sus persianas fielmente enfrentadas al azote solar. Perfumes de salmueras y de tocino, de flores y de canela. Sones de cazuelas y ristras de ajos. Fajas y blusones esperan un nuevo dueño. Día de mercado a la espera del jornal.  

viernes, 20 de junio de 2014

DOS IMAGENES DE LA VALENCIA DE 1955

1955. Nou d'Octubre a València

1955. Fue un año de hechos destacados en la ciudad. En enero ya se había aprobado el "Plan de Urbanización de la Dehesa" un proyecto fundamental para la conservación del emblemático lugar. En abril tendría lugar la gran Exposición Vicentina celebrada en el claustro y dependencias del convento de Santo Domingo. Cientos de piezas artísticas engrosaron la muestra que fue muy visitada. En el mes de octubre se realizaron distintos actos.
Semana de Información Infantil en la plaza del Caudillo. 1955

En la Feria Muestrario se presentó la "III Exposición Nacional de las Escuelas de Trabajo y de Artes y Oficios", una muestra de los trabajos realizados por los alumnos de más de cien centros valencianos.

Ese mes tuvo lugar la Apertura de Curso en la Universidad. También lo que se llamó "Aniversario de la Reconquista", la actual celebración del Nou d'Octubre, que contó con los actos acostumbrados en los años anteriores: Tedéum en la Catedral, procesión cívica y homenaje a Jaume I en su monumento del Parterre. Ese mismo día tuvo lugar la apertura del Curso de Lo Rat Penat con una conferencia de Vicente Badía Cortina.

Acabó el año con la "Semana de Información Infantil", con una feria instalada en la entonces plaza del Caudillo en la que se podían ver representaciones de guiñol y otros espectáculos infantiles, así como una feria del libro dedicada a los niños y maestros.

Texto de Rafael Solaz
Fotos del Archivo de Rafael Solaz

jueves, 19 de junio de 2014

LAS TORRES DE QUART, CICATRICES DE UN TRIUNFO

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1808 - Más de dos siglos ya del frustrado intento de invasión del Mariscal Moncey. Y ahí siguen  en pié, erguidas; quedaron heridas, pero no destruidas. Y dando fe de dicho testimonio, infinidad de agujeros que las descarnaron por la lluvia de los cañones, las torres de Quart perduran en el tiempo. 

Tal vez hoy, el olor a pólvora de la Valencia en fallas que impregna sus huecos, les recuerden el que desprendía la artillería francesa, y quizás sus cimientos tiemblen como entonces, pero no decaen. Torres que fueron fortalezas para defender la ciudad, que fueron prisión para hombres, hogar para las blancas palomas que utilizaron sus agujeros como nidos entre amorosos arrullos, que fueron, son y serán:

¡Cicatrices de triunfo!.

Texto de María Martínez Gavilán.

miércoles, 18 de junio de 2014

CALLE SAN VICENTE – LIBRERÍA CABRERIZO - VALENCIA LITERARIA

Portada novela editada por Cabrerizo. Ca. 1839

1809 - Nacido en 1785, en La Viñuela (Zaragoza), muy joven se trasladó a Valencia donde, tras varios trabajos, se dedicó al mundo del libro. En un principio fue librero —abrió su librería en el año 1809, con apenas 24 años—, pero sus inquietudes intelectuales y políticas le llevaron a convertirse en editor. Y, finalmente, también instaló una imprenta en la parte trasera de su librería.
Almanaque para el Reino de Valencia. Cabrerizo. 1833

Fue uno de los más conocidos personajes de la Valencia decimonónica y uno de los editores más importantes de España. Su condición de político liberal, contrario al régimen absolutista, le llevo al destierro en dos ocasiones, obligándole al abandono del país. Falleció en Valencia en diciembre de 1868.

Como librero fue muy popular, ya que implanto un novedoso servicio de préstamo y suscripción de los libros, además en la misma librería tenía un salón de lectura y tertulia, algo muy de moda en la actualidad.

La librería Cabrerizo estaba ubicada en la calle San Vicente, núm. 31, justo enfrente de la calle Cerrajeros. La imprenta ocupaba la parte posterior del local, teniendo su entrada por la Plaza de la Pelota (actualmente, Plaza Mariano Benlliure). En el año 1831 se produjo el traspaso de la librería y la imprenta, dedicándose Mariano Cabrerizo a la política, donde alcanzó puestos de responsabilidad.
Portada del Manual Epistolar, de Cabrerizo. 1841

Fotos del Archivo de Rafael Solaz

Texto de Mauro Guillén

martes, 17 de junio de 2014

BENICALAP, “MI PUEBLO”


Como un fotógrafo minutero y en cuatro "rallas" les contaré algo de mi pueblo:


taroncher 11_1947

En 1947 y desde el campo del “taroncher” -donde pocos años después le daría patadas al “balón de reglamento”- así se veía la Iglesia de San Roque con el cine Montes a la izquierda, entonces ya en desuso. Entre patatas, acequias y lagartijas de diversión.

Pintor matarana
Así celebrábamos un “día de pascua” en la huerta de la actual calle Pintor Matarana con el “transformador” al fondo que da nombre a su calle. Al menos… ¡una cuerda había!


inaugurado en 1954

En 1954 se inauguró el campanario con la presencia del Arzobispo Olaechea y aquí tenemos su aspecto de aquella su primera noche en una foto de los hermanos Belles que nos iluminaba la plaza.


teatret

En el “teatret”, al lado de Casa Pancha representábamos los “miracles” en el día de Sant Vicent Ferrer, conocido como Hogar del Productor, que en ocasiones había sido cine allá por los cincuenta, donde presencié Cielo Amarillo, la primera película que vi. ¡Quién no recuerda, sea lo que sea, aquella “primera vez”!

san francisco javier1 san francisco javier

El equipo de los aprendices de CELSA jugaba partidos en el campo de San Francisco Javier: Nerón, Paco, Cabanes, Beltrán... 


fiesta cristo 1963

Y en 1963 los Clavarios de Cristo engalanaron las calles Padre Carbonell y José Grollo para el Domingo de Ramos, una de las primeras calles adoquinadas como se observa en la foto; Chimo, Santiago, José Luis, Vicente Martí, Paco...

bautizo
Y en familia y en casa se celebraban los bautizos, después de hacernos polvo las rodillas con las piedrecillas y  tierra de la plaza de la Iglesia al grito de: ¡Padri ronyos…!

avda burjasot

Y el 31/12/1955 nos quitaron el tranvía 23, Valencia-Burjasot-Godella, terminaba el año e hizo su último viaje. Y luego los raíles, para ensanchar la calzada de la avenida de Burjasot, donde se ve a la derecha Casa Branca fundada en 1892.

“Y es que la torre de mi pueblo no la puedo olvidar,  no la puedo olvidar porque le tengo amor”

Fotos de Francisco Martí Croche

lunes, 16 de junio de 2014

FONTILLES, UN MODELO VALENCIANO DE CIUDAD SANITARIA

Fontilles1920 Año 1920

1909 - Entre los puentes de San José y el de Les Arts, existen un conjunto de calles con nombres que pueden resultar desconocidos en la actualidad, pero que a principios del siglo pasado fueron los protagonistas de un importante movimiento social. Son las calles dedicadas a Joaquín Balleter, Padre Ferrís, Mauro Guillén y al Vall de Laguar. Esta es su historia.
fONTILLES Fundadores 1914Año 1914 –Fundadores de Fontilles 

En 1901, una noche de otoño, estando reunidos D. Joaquín Ballester, abogado alicantino nacido en Tormos y el Padre Carlos Ferrís, jesuita, tras oír los lamentos de un pobre vecino enfermo de lepra, tomaron la firme determinación de buscar una solución al terrible problema de la lepra que asolaba las tierras levantinas. El día siguiente iniciaron los trabajos, para ello buscaron la complicidad, siempre desinteresada, de amigos y profesionales de diferentes disciplinas (médicos, abogados, arquitectos,...) poniendo en marcha un movimiento social sin precedentes en nuestra ciudad. La primera tarea fue localizar el espacio que reuniese las condiciones sanitarias señaladas por los médicos, entre los que se encontraba, como representante del Instituto Médico Valenciano, D. Mauro Guillén Comín, médico dermatólogo y leprólogo, quien fue el primer Director Médico de Fontilles. Tras infructuosas búsquedas llegaron al termino de La Vall de Laguar, en la Marina Alta, a la partida de Fontilles, un fabuloso valle con 739.000 m2, desde el que se divisa la costa de Dénia.
Fontilles1928
Año 1928

Los fundadores no querían un simple lazareto, para aislar a los enfermos, sino que se pretendió la creación de una micro ciudad que devolviese a los enfermos el respeto y la dignidad que la sociedad de la época les había negado. Se construyó una autentica polis, donde los enfermos además de recibir los cuidados y consuelos necesarios, podían desarrollar su vida social y laboral: hospital, clínica, laboratorio, residencias, talleres de carpintería o encuadernación, granja, terrenos de cultivo, teatro, iglesia… Las instalaciones se inauguran en el año 1909, y en las mismas llegaron a vivir, al mismo tiempo, más de 500 personas, entre enfermos, médicos, enfermeros, hermanas Franciscanas, jesuitas, personal de servicio…

En Fontilles, los enfermos consiguieron crearse su propia sociedad, podían trabajar, estudiar (muchos de ellos aprendieron a leer y escribir allí), disfrutaban de su tiempo libre en el cine o montaban sus propias obras de teatro, incluso tenían su propia orquesta, dirigida por D. Juan Fayos, el practicante que también vivía allí en el Valle. Con el tiempo surgieron los primeros noviazgos entre enfermos y muchos de ellos acabaron en boda celebrada en la propia Iglesia del Valle. Para ellos se habilitó un edificio denominado “Pabellón de matrimonios”, donde tenían sus propios apartamentos independientes para disfrutar de su vida en común. Muchos de los enfermos, una vez sanados, no han querido abandonar Fontilles y allí continúan sus vidas.
Fontilles_ Pabellón de Matrimonios (1931) 1931 – Pabellón de matrimonios

En la actualidad, en Fontilles se siguen atendiendo a 40 enfermos de lepra, negativizados (afortunadamente ya no existe lepra en España). Y la Asociación, sin animo de lucro, sigue luchando contra esta terrible enfermedad en otros países como la India, Brasil… Las instalaciones creadas hace más de 100 años, siguen prestando servicios socio-sanitarios como la residencia Geriátrica o el Hospital Ferris. El Valle se puede visitar, esta abierto al público, y se puede disfrutar de uno de los más bello parajes de la Comunidad Valenciana y conocer, un poco más, de nuestra historia.

Fotos y texto de Mauro Guillen

domingo, 15 de junio de 2014

¡MIO CID !

MIO CID 1964

1964 - Hoy, 15 de junio, hace 920 años que el Cid entrara triunfante en la ciudad de Valencia. No solo fue una gran gesta de este caballero castellano, sino que quizás uno de los momentos más importantes de nuestra historia. Una muestra de fortaleza, de hacer realidad los sueños y cumplir con todos los objetivos fijados. Todo un ejemplo.

Por eso, tal figura, merecía tener una estatua que conmemorase tal hazaña; y nosotros los valencianos, decidimos darle un lugar de honor en la Gran Vía de Ramón y Cajal rodeado de un pequeño jardín, sobre un alto pedestal de piedra que, siguiendo la ley de la estatuaria equina, se muestra un Cid Campeador que falleció tras las heridas ante las puertas de Valencia, con un aire triunfal levantando el estandarte de su ejército, sobre un magnifico caballo con un gran dinamismo. El poderío de Babieca que llevó sobre sus lomos a su señor después de muerto hacia la victoria y la leyenda.

Lo que muy poca gente sabe, es que esta obra, que podría ser “pareja” de Jaime I en el Parterre, es una copia que hizo Juan de Avalos de la que esculpió la escultora norteamericana Anna Hyatt Hungtinton para regalársela a su esposo, el gran hispanista Archer Milton Hungtinton, fundador de la Hispanic Society, amigo de Sorolla, al que encargó la serie inmortal de las regiones españolas y creador de un museo maravilloso en el Harlem neoyorquino en cuya puerta en la plaza de Audubon Terrace podemos ver ésta estatua. Y desde el 3 de marzo de 1964, como observamos en la fotografía, El Cid entró, una vez más, triunfante, en la ciudad del Turia, y bajo el sol valenciano, sobre su pedestal, está arengándonos para seguir adelante, a qué persigamos los sueños y defender nuestros ideales.

El ciego sol, la sed y la fatiga,
por la terrible estepa castellana,
al destierro, con doce de los suyos
–polvo, sudor y hierro– el Cid cabalga.


Texto de Isabel Balensiya

sábado, 14 de junio de 2014

EL VIEJO TOBOGÁN

Tobogán. Feria de Valencia, ca. 1935
Archivo de Rafael Solaz
1935 Ca. - Esterillas a la cabeza y hacia arriba de balde cuando el aguinaldo mermaba. El viejo tobogán representa una página de nuestra infancia a velocidad de vértigo,  tanto en cuanto su bajada era como descubrir el placer por volar, acelerando en la caída y sin posibilidad de freno alguno.
La subida a pie no era un esfuerzo,  sino la ilusión por llegar a la cima para deslizarte a cielo abierto por el carril de la deriva, que, a su final, y en amortiguada llegada, te recogían en brazos.
Las nuevas tecnologías han desplazado al viejo tobogán al carrusel de nuestros recuerdos, y aquel andamiaje de madera y en espiral, con sus crujidos envueltos entre gritos de juventud, nos llegan en el recuerdo de esta foto de los años treinta, cuya atracción se mantuvo durante unas décadas para desaparecer tras ellas cual desecho amortizado.

viernes, 13 de junio de 2014

LA DE LA REINA, EL LETARGO DE UNA PLAZA.

1957 plaza de la reina

Estamos en 1957 y desde la perspectiva de la plaza de la Reina en la actualidad, sólo permanece intacto el cimborrio de la Catedral. 

El Miguelete con su barandilla de hierro es como una cresta desnuda y el último lienzo de casas angula con su lateral comercial, que a su diferencia, se enfrenta vestido de toldos al azote solar, mientras un tranvía se ciñe a la estrecha acera de una plaza escasamente transitada que en nada se asemeja a la bulliciosa de nuestros días. 

Quizá sea un día festivo, como nos hace presumir la ausencia de operarios en la que sería fuente de frescos surtidores, espectáculo urbano para el que aún tendrían que pasar dos años en su inauguración en 1959. Sin embargo, la fuente, duraría muy poco tiempo, debido a un nuevo proyecto que no llegaría a ser el definitivo. La imagen aún no sabe de parkings subterráneos. 

En la actualidad es como una amalgama de coches mezclada con el deambular peatonal en una plaza que sueña con encontrarse a sí misma.  El Miguelete, vigilante, la observa; quizá medite si algún día lo conseguirá.

jueves, 12 de junio de 2014

LOS PESCADORES VALENCIANOS DE SOROLLA

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Ca. 1909 - Contrastes de azules que huelen a mar y blancos deslumbrantes por el reflejo del sol, de sus manos se entremezclan los frescos colores del verano en la playa de la Malvarrosa, pintado tan exacto como sólo un valenciano lo podría pintar. 

En las dos primeras décadas del siglo se decantó por pintar la costa de Valencia, porque fue su tierra y vivió en ella, habló de su tiempo con sus cuadros como si fuese un libro gráfico que quisiese legar, contó con imágenes a sus gentes, sus rutinas, sus trabajos. Valencianos de otra época que no veían la playa como los de la nuestra, porque el mar era para la pesca y marisco, era su pan, era el duro esfuerzo de las jornadas llenas calor. 

Mirando los cuadros... 

Podríamos sentir el viento al compás del vaivén de sus ropajes frescos cubriendo su piel curtida por el sol, podríamos escuchar el sonido de las gaviotas volando a ras de orilla que merodean, porque huelen los frutos de la mar. 

Mirando los cuadros podríamos estar allí con ellos porque son tan reales como él los vio y como él los pintó.

Texto de María Martínez Gavilán

miércoles, 11 de junio de 2014

LA ERMITA DE SANT MIQUEL DE SOTERNES

Ermita san miguel de sosternes

Años 30 - El origen de la ermita de San Miguel de Soternes se remonta al siglo XV, mandada construir por Joan Martorell para dar asistencia espiritual a un pequeño caserío de su propiedad, fue terminada en 1436. El autor en Lengua Valenciana del Tirant lo Blanch había fijado su residencia en la calle del Mar de Valencia y tenía para su descanso el lugar situado en la huerta, lindante con Mislata y Chirivella, en el actual barrio de Soternes.

Interior ermita de san Miguel  de Soternes
La ermita de origen gótico tuvo sus más importantes reformas en el siglo XVIII, cuando colocaron en su espadaña una campana con el nombre de San Miguel, así como la de finales del siglo XIX con la construcción de capillas laterales que modificaron su primitivo aspecto, con las imágenes de San Miguel, la Virgen de los Desamparados, San José, San Antonio de Padua y un Crucificado, obra de Antonio Royo, convirtiendo al pequeño recinto en un lugar muy querido y venerado por los fieles de la zona.

En la foto de su interior vemos el magnífico aspecto que ofrecía antes de la Guerra Civil, que en su consecuencia fue expoliada. Adosada a la misma, aún permanece una vivienda que daba cobijo a su ermitaño. 

En la actualidad, en su emplazamiento inmediato al Hospital General, permanece fuera de culto.


martes, 10 de junio de 2014

UN GRUPO DE HUERTANOS

Grupo de la huerta de Valencia. Ca. 1936 
Archivo de Rafael Solaz

1936 Ca. - Desde el momento del surco en la tierra, previo a la siembra, hasta el de la recolección, la huerta era entonces como el niño mecido en la cuna a quien la familia entera le dedica toda su atención. El trabajo duro bajo el azote solar, y el quebranto ante la amenaza del granizo de un cielo plomizo, representaban todo un reto que la familia huertana vencía con el esfuerzo del trabajo y la ilusión por la buena cosecha siempre anhelada. La que daba ocasión a la reunión familiar representada en esta foto de los años treinta en una instantánea que nos suscita que “la alegría de la huerta” -grupo en el que el “peinado a raya”, salvo en un par de calvos y en quienes por llevar gorra impide calificarlos tal cual- es común en los presentes, al igual que la sonrisa apacible en los rostros del grupo de huertanos sito entre flores, hortalizas y maizales. Huerta y vergel, a base de esfuerzo y alegría.

lunes, 9 de junio de 2014

EL FOTOGRAFO MINUTERO

Playa del Cabanyal – Años 30

Había una vez, una serie de personas que se dedicaban a parar el tiempo por encargo. Los podías encontrar en jardines, en lugares frecuentados en días de fiesta, en ferias, en Iglesias…
Lázaro era uno de esos “minuteros”, el que más se veía en la playa de la Malvarrosa. Sus fotos tenían sal y arena.
Cargados con su cámara a cuestas, trípode incluido, realizaban fotos al aire libre a precios populares y sin más pretensiones de arte, que el proporcionar un recuerdo del momento.
A mediados de la década de los años 10, apareció un sistema de fotografiado llamado Mandel, que básicamente consistía en una caja que contenía el revelador y fijador, permitiendo la entrega de la foto al cliente en pocos minutos; y su cobro. Para muchos ingenuos, el fotógrafo, se convertía en un mago que sacaba la imagen en papel, de la “nada”.
Era todo un artilugio de fácil transporte, aun así para deleite de niños y babeo de abuelos, estos fotógrafos, completaban el decorado con caballitos, cochecitos y composiciones turístico-festivas, que solían posar en una zona y en ella permanecían todo el día.
1964 - Foto de Lázaro la Paz  
Ca 1930 – Merendero La Paz


Años 20 – La Malvarrosa

Fotos del Archivo de Rafael Solaz

Texto de Pilar Martínez Olmos