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lunes, 31 de octubre de 2022

KIOSCOS JAPONESES EN LA PLAZA CASTELAR

1931 Ca.

En ocasión de la visita de los Reyes de Italia a Valencia del 6 de junio de 1924, la ciudad honró a los monarcas con un caluroso recibimiento. Habían pisado tierra sobre las 18.30 horas por la Escalera Real de la darsena portuaria para que mediante ferrocarril se trasladaran a la Estación del Norte, desde donde y en nutrida comitiva, a través de la avenida Amalio Gimeno alzanzaron la plaza Emilio Castelar.

El parque de la plaza y en sus ángulos estaba cerrado por cuatro arcos de flores y de luces que ofrecieron la mejor impresión a los visitantes.

Y en el conjunto destacaron los nuevos kioscos flores, en sustitución de los antiguos de impresentable aspecto, que aprovechando la visita, fueron inaugurados precisamente por los Reyes de Italia, mientras que el monumento al Marqués de Campo, iluminado por miles de bombillas eléctricas presidía el centro de la plaza.

1931 Ca

Del engalanamiento de la plaza y demás calles próximas, se encargó el director de Paseos sr. Peris, quien disfrutaba de la ayuda de su hermano y demas personal municipal, con un gran derroche de arte y de buen gusto.

También se colocaron arcos de flores en la Bajada de San Francisco, en el trozo de la calle San Vicente comprendido entre las plazas Cajeros y de la Reina, en la calle de la Paz y hasta en el puente del Real.

Y allí quedaron los kioscos "japoneses", dando vida a la plaza, como puntos de venta de flores que dieron vida al lugar durante una década, al ser sustituidos después por la "tortada" de Goerlich de los años treinta. El edificio de La Equitativa de 1931 nos indica la fecha posterior de las fotos.

sábado, 29 de octubre de 2022

VÍAS METÁLICAS PARA CARROS - 12

Vías metálicas para carros valencianas.

La construcción de la Ronda de Tránsitos proyectada a finales del siglo XIX fue una constante que los sucesivos ayuntamientos de la ciudad construyeron en la medida de sus posibilidades y se alargó hasta durar casi sesenta años. En el capítulo tercero de esta serie publicado el 9 de enero de 2022 vimos como una conocida firma extranjera llegó a producir las vías o raíles necesarios.

Gracias a la colaboración de J. Vila, antiguo empleado de Altos Hornos del Mediterráneo, que una vez jubilado pertenece a la Fundación del Patrimonio Industrial de Sagunto. Fundación que conserva para su previsto Museo los materiales y datos con los que abrimos este capítulo.

Catálogo de fecha indeterminada en el que figura la “Plancha para Carreteras”. Foto Fundación.

Entre estos objetos y memorias aparece que desde 1926 la empresa sita en el Puerto de Sagunto, Compañía Siderúrgica del Mediterráneo, que más tarde fue la desaparecida Altos Hornos del Mediterráneo, comenzó a fabricar un perfil laminado en caliente que ellos denominaron “Plancha para Carreteras”.

Trozo de carril para vía de carros seccionado en la zona de empalme, en el que lateralmente aparecen las bridas de unión. Foto Fundación.

La plancha era un producto laminado en nueve pasadas en las que partiendo de un desbaste de 5,1m de longitud se obtenían 35m de plancha en forma de U invertida, que a su vez se enderezaban, cortaban y taladraban en el Taller de Acabados de la Siderúrgica formando tres piezas listas para su montaje. Su peso por metro era de 53,5kg. La vía formada por dos planchas, una para cada lateral, se une cada 50cm por traviesas metálicas sujetas con tuercas. La separación interna entre las planchas era de 107cm, lo que permitía una batalla de entre 115cm y 135cm, es decir la distancia entre rueda y rueda de un eje que podía circular por las vías metálicas de carros. En su instalación las alas del perfil quedaban embutidas en el adoquinado y el hueco interior se rellenaba con grava bateada.

Portada del Catálogo de productos presentado en la Exposición de Barcelona. Foto Fundación.

La Compañía Siderúrgica del Mediterráneo publicó el catálogo, con motivo de la Exposición Internacional celebrada en Barcelona en el año de 1929, en el cual figuraba en su página 10 junto a otros tipos de carriles la “Plancha para Carreteras” de su fabricación.

Pág 10 del catálogo citado. Foto Fundación.

Realmente el producto del catálogo solamente se fabricó entre los años 1926 y 1929 en los que laminaron 3.040 toneladas, destinadas al Ayuntamiento de València, que totalizan un total de 56.827metros de carril de carreteras con lo que se pudieron instalar 14,2 kilómetros de doble vía, como era habitual en su uso, para la circulación de carros. Sirvieron para su instalación en nuevos tramos y también para sustituciones o modificaciones en zonas dotadas con las primitivas vías para carros.

Vía metálica para carros. Foto E. Goñi, febrero 2014

Foto de uno de los dos únicos pequeños tramos de planchas metálicas que todavía quedan a la vista en València tapadas por la suciedad acumulada. Están incorporados sin ninguna referencia que indique de qué se trata en un pequeño jardín en la calle de Gorgos, junto a la tapia trasera del Colegio del Pilar.

Texto de Enrique Goñi Igual

jueves, 27 de octubre de 2022

EL TYRIS. LOS CINES DE VALENCIA


Av. Reino de Valencia, 10

Aforo. Primer diseño en 1933: 1.160: 840 butacas de platea y 320 asientos de general

Segundo diseño 1970: 2.000 butacas de platea.

Inaugurado: 1933

Cese: 13 enero 2002

Arquitecto: Joaquín Rieta Sister. (1932)

El cine Tyris fue una excelente sala de proyección del cinematógrafo de la ciudad de Valencia. Con una experiencia de 70 años de funcionamiento en una de las zonas de la capital más partidarias a consumir cine prácticamente todas las semanas en cualquier época del año.


El Tyris instalado en el eje que fijó el trazado de la vida del ferrocarril Valencia – Grau que al desaparecer por traslado más al sur permitió alumbrar una de las bonitas avenidas de la ciudad y que además ha tenido ocasión de disfrutar un variado repertorio de nombres largo de su siglo de existencia y que sí ahora, se le conoce por Avenida del Reino de Valencia también sobrellevó: Cami del Ferrocarril, 4 de Octubre, Victoria Eugenia, José Antonio, Antic Reino de Valencia y por fin el actual: Reino de Valencia.

El cine Tyris, propiedad de la familia Pechuán, logró situarse como uno de los cines de más solera de Valencia. Durante su larga trayectoria siempre fue muy bien acogido, diferentes, pero buenas condiciones ya que estaba en una zona donde ver cine era el entretenimiento favorito, buenas condiciones técnicas de visión y audición, además de cuidados motivos en la de decoración que le configuraban cierto confort doméstico y la cuidada programación que el empresario cuidaba uno de sus mejores salones de cine para sacar rendimiento a sus películas en la fase de “reprís” o reestreno de primer nivel con asequible precio.

Habían pasado más de cuarenta y cinco años ofreciendo cine de reestreno. Emilio Pechuán quiso darle un nuevo giro al inmejorable local que ocupaba el consumido cine Tyris por lo que decidió reconvertirlo en uno de los mejores salas de cine, capaz de llegara a ser la mejor de Valencia en los años setenta, atendiendo a la calidad técnica dotando a la nueva sala de 2.000 butacas con la misma visión y audición en todas las plazas con similar calidad. Esto se logró instalando el sistema VISTARAMA. La primera película que pasó por el nuevo TYRIS fue: La leyenda de la ciudad sin nombre de Joshua Logan (1969). Existe la popular leyenda en el mundillo del cine que el estreno de esta película supuso el mejor pase de cine visto en Valencia.


Fotoplano 1944

Ficha técnica: Miguel Tejedor

*LOS CINES DE VALENCIA

martes, 25 de octubre de 2022

TRADICIÓN EN EL DÍA DE LA VIRGEN: L´ESCURAETA

 
1960 - Escuraeta en la Puerta de los Hierros de la Catedral

La Puerta de los Hierros de la Catedral se llenaba de loza artesana, al igual que tiempo atrás lo hacia la Puerta de los Apóstoles, cuando al llegar el día de la Virgen era de vista obligada para reemplazar por nuevos los utensilios de la “escurà per a la cuina”.

Costumbre que por otro lado la trajeron los alfareros valencianos en tiempos de Jaime I, entre los siglos XIII y XIV, con el fin de ser reconocidos en el gremio y poder convertirse en maestros. Así que la Escuraeta valenciana ya tiene ocho siglos en la memoria.


Los puestos, “paraes”, estaban sostenidos por mujeres de los pueblos, poniendo a la venta sobre todo alfarería de Alacuás, porque para los guisos en estos recipientes saben mejor. Todos los arroces que no se cocinaban en paella ,lo hacían en “casola” de barro. 

El Micalet, el “Pardalero”, vendía pajarillos de barro cocido, al que le pintaba muy bonitas plumas de colores, y se llegó a hacer tan popular que su tonadilla ha sido incluida en el acervo folclórico valenciano.

Tres pardelets, una aguileta
sempre vaig en biscicleta.
¡Chiquets , ploreu,
que pardelets tindreu!”

Los buenos padres, los llauradors, acompañaban a las muchachas de los pueblos sobre todo para cargar para todo el año, en la cocina que no podía faltar el barro, y para els chiquets una escuraeta. Los badajos de las pequeñas campanitas de barro con la imagen de la Cheperudeta se hacían escuchar por toda la plaza.


Hasta el día del Corpus duraba la Fira de la Escuraeta.

Texto de Amparo Zalve

domingo, 23 de octubre de 2022

JAN HANTKE, ANTIGUEDADES

Jan Hantke en la calle Verger - 2004 - Esteban Gonzalo

Jan Hantke, es un artesano alemán que tiene desde el año 2014 su tienda de antigüedades en el número 4 de la calle Bretón de los Herreros, en el barrio de la Xerea. Vía urbana dedicada al dramaturgo, poeta, periodista y traductor Manuel Bretón de los Herreros ( Quel, La Rioja, 1796 – Madrid 1873). Una de las figuras más destacadas del costumbrismo español.

Jan nació en Hamburgo, aprendió restauración en una escuela similar a las españolas de artesanos entre los años 1983 y 1986, y pasó los dos años siguientes en Moraira, en la costa de la Marina Alta. Después se vino a València, trabajando en empresas de restauración de antigüedades hasta que se montó la suya, en el número 2 de la calle Verger, en el barrio de la Universidad Literaria.

Jan Hantke en Bretón de los Herreros - 2022 - Archivo famailiar.

Allí nos conocimos en el año 2004 cuando le visité para que me contara su vida artesana y artística para un artículo que la recientemente desaparecida revista Top Turisme publicó en octubre de ese año.

Estaba restaurando un escritorio del siglo XVIII y varias sillas de un comedor que habían resistido el paso de los años.

Me manifestó su satisfacción porque siempre tenía trabajo, incluso pidiendo ayudas a otros artesanos para poder cumplir con los clientes.

El local actual es el último desde entonces, siempre acuciado por la falta de espacio para guardar mobiliario y otras antigüedades.

Jovial y emprendedor, se ha afincado muy bien en València, donde reside con su mujer y sus hijos.

Su vieja y entrañable moto con sidecar - 2019 - Archivo familiar

Me dice que sus pasiones son: las antigüedades, las motos y la montaña. Le gusta hacer partícipes a los demás de sus aficiones, en particular llevando a compatriotas en su moto con sidecar para que conozcan llamativos y peculiares rincones montuosos valencianos.

Actualmente se dedica prioritariamente a las antigüedades.

Texto de Esteban Gonzalo Rogel

viernes, 21 de octubre de 2022

DEL PATRONATO A NUEVO CENTRO


1970 Ca - El lugar comercial conocido como NUEVO CENTRO inició su andadura a finales del año 1982. La proximidad de las fiestas navideñas invitaba a su inauguración como ideal fecha y su nombre era el más indicado como invitación a los valencianos a quienes se les ofertaba un nuevo centro comercial alejado del corazón de la ciudad, de su centro histórico.

Su puesta en marcha significó un cambio rotundo para una zona muy próxima al pequeño barrio de “la figuera” y al más histórico de Campanar, a los que se accedía cruzando el puente de Ademuz o por el peatonal del Patronato.

La fotografía torno a 1970, más o menos, nos recuerda su anterior aspecto, en una zona de huerta donde ya se observan las primeras edificaciones que en corto espacio de tiempo el paso a la modernidad  estaba cantado. 

En 1979 el Patronato de la Juventud Obrera hacía las maletas y se trasladaba a Benimaclet dejando su solar para el construcción del "nuevo centro comercial". La foto nos muestra sus instalaciones como centro escolar y deportivo.

Se observa al fondo el Hospital de La Fe, que había iniciado su construcción a finales de la década de los sesenta, para ser inaugurado en 1971 con la presencia de la Princesa Sofía. 

Hacia la derecha de la foto, las nuevas edificaciones como amplias tribunas de observación ante el cauce del Turia cuando aún pasaban sus aguas, situándose a sus espaldas el barrio de Tendetes, a la espera del año 1973 con su desvío fulminante a las nuevas obras del Plan Sur.

A la izquierda de la foto, tras la llamativa manzana en su inicio de la amplia avenida de Pio XII, vemos escondido el barrio de la Figuera con el testimonio de un viejo edificio de seis alturas en su frontal, que en la actualidad resiste el paso del tiempo totalmente cegado y fuera de uso, y que en la actualidad podemos observar con un lavado de cara de sus fachadas. Pese a ello, sería aconsejable su derribo para esponjar la zona y evitar el ejercicio de los okupas, en ocasiones de fatales consecuencias. 

El cauce del Turia en su zona ante el Jardín Botánico, aprovechado para un campo de fútbol en el que se observa una cumplida expectación a la espera de que el balón entre en una de sus porterías.

Cauce del Turia en la actualidad convertido en un espléndido jardín con su nombre, mientras la foto nos informa de su aspecto de hace cincuenta años, flanqueado por barrios.

miércoles, 19 de octubre de 2022

VÍAS METÁLICAS PARA CARROS - 11

Puente de Aragón.

El nuevo puente de Aragón fue inaugurado en julio de 1933, pero gracias a una modificación del proyecto de abril de 1932 fue dotado de planchas metálicas para la circulación de carros. Este puente que enlazaba directamente la Gran Vía del Marqués del Turia con la avenida del Puerto estaba destinado a sustituir al estrecho e incómodo puente del Mar, debido a sus fuertes rampas de acceso, como enlace fundamental entre la ciudad y el puerto, por lo que tras su inauguración, el cercano puente del Mar convertido en peatonal, perdió todo tipo de tránsito rodado, carros, tranvías, automóviles, etc.


Parcial de la hoja 54-II del Plano Geográfico y Catastral de 1929 a 1944.

Desaparecieron sus rampas de acceso, sustituidas por las escalinatas que podemos ver hoy. También desapareció el tramo de vías para carros que llegaban hasta sus rampas desde el tramo, hoy Alameda, que enlazaba con el camino al Grao. Aprovechando la ocasión se instalaron también vías metálicas en la av. Jacinto Benavente que enlazaba con Peris y Valero para dar continuidad a los tramos dotados de vías metálicas para carros.


Corte del Plano del nuevo puente.

En el plano del corte del nuevo puente podemos ver la distribución espacial de su suelo, incluso de su subsuelo, muy ilustrativo de lo que el Ayuntamiento de entonces deseaba realizar para mejorar el tráfico entre la ciudad y su puerto.


Foto autor desconocido del puente en su finalización. Remember-València, pg 133 (III).

Tenemos esta vista elevada del puente tomada desde la pz. América donde se aprecian en la parte de la Alameda, a la derecha las naves de unas cocheras de la compañía de tranvías.

La siguiente foto nos muestra el puente desde la av. del Puerto y nos deja ver las vías tranviarias y las de carros, junto con la amplia calzada central.


Foto puente de Aragón ca. 1940. Autor desconocido.

Las vías de carros desaparecieron del puente a partir de 1949 consecuencia de la inauguración del puente del Ángel Custodio y el tramo de la av. Eduardo Boscá, ambos dotados de vías metálicas para carros. A partir de ahí el enlace con Peris y Valero era ahora directo por este nuevo puente.


Foto autor desconocido. Remember-València, pg 1288.

Imagen nocturna del puente en 1962 en el que ya no había rastro de las vías metálicas y se había modificado la situación de las vías tranviarias.

Texto de Enrique Goñi Igual

lunes, 17 de octubre de 2022

EL REX. LOS CINES DE VALENCIA

 

Inicialmente: Gran Teatro

Av. Marqués de Sotelo nº 6 

Inauguración: 6 diciembre 1923, como teatro ofreciendo ópera con escasos éxitos, por ello comenzó en 1924 a proyectar películas de cine y así cambió de forma definitiva su rumbo.

Cese: 25 de julio 1993

Aforo: 1.476

876 butacas de platea, 274 butacas primera grada, 326 butacas segunda grada.

Arquitectos: Edificio como Gran Teatro: Francisco Almenar Quinzá (1923). Remodelación como cine REX: Javier Goerlich Lleó (1945).

El cine REX ocupa un lugar de honor dentro de los grandes cinematógrafos de Valencia; sin duda, por su lujo y decoración también dentro del conjunto de España.

Es leyenda que D. Emilio Pechuán propietario del edificio en el momento de la remodelación, tan solo le pidió a Goerlich que no escatimara, ya que quería disponer del la sala más lujosa de Valencia y si fuera posible de España. Cierto es que muchos valencianos pasaron por el REX para observar sobre sus cabezas la fantástica lámpara diseñada por encargo a la factoría Mariner.

Uno de los grandes éxitos de público que cosechó el REX, lo alcanzó con el estreno de la película "Lo que el viento se llevó" en el año 1949, es decir diez años después de su estreno mundial.

Fotoplano 1944

Ficha técnica: Miguel Tejedor

*LOS CINES DE VALENCIA

sábado, 15 de octubre de 2022

EVOLUCION EN LA PLAZA DEL MERCADO DESDE LA ESQUINA


Con la foto de portada nos asomamos desde la calle de Ercilla a la Plaza del Mercado de principios del año 1900. Una bonita fachada principal del Mercado es lo que vemos frente a nosotros. Y haciendo esquina de esta calle para ya salir a la plaza, la transitada farmacia de San Antonio, del Dr. Calvo, en Plaza del Mercado 70, ofreciendo un servicio continuo para la dispensación de sus fórmulas de elaboración propia, con una farola digna de admirar en su fachada. 

La curiosidad por los cambios que han modificado la ciudad a través de los siglos hacen que me aproxime retrocediendo unos pasos y volviendo a llegar a aquella esquina, aunque el trazado de las calles que me rodean sean diferentes será fácil de conseguir echando mano a los diferentes planos de aquellos siglos, de aquellos momentos que aunque no fueron convulsos como siglos más tarde, recrearse en sus detalles es como apreciar una buena película. 

Nos asomaremos a tres años diferentes, entrando en dos siglos. Mismo lugar, misma esquina.

Plano Mancelli. Dibujo sobre plano ( Amparo Zalve)

Voy con Antonio Mancelli al año 1608. Miro hacia el centro de la plaza y lo primero que me llama la atención frente a mi es el gran convento de Las Magdalenas, que aunque se ve algo ruinoso todavía conserva su majestuosidad. Es como si presidiera la plaza, teniendo a ambos lados, a pocos metros otras dos edificaciones de orden religioso. A su derecha la iglesia de San Juan del Mercado, de carácter sobrio, porque con tantos incendios sufridos pronto va a llegar el momento en que se produzca una buena restauración Y más allá, a la izquierda de Las Magdalenas, se ve el Convento de la Merced, que tampoco es que sea muy grande, y el campanario pequeño y sin terminar.

Se me hiela la sangre al abandonar la vista de estos muros y enfocarla hacia el centro, la imagen de la horca, donde los ajusticiados habían perdido la vida de esa manera tan cruel como festiva, en un lugar con tanta historia de la ciudad. Allí estaba, fija, adosada al suelo, inamovible.

Plano Tosca. Dibujo sobre plano ( Amparo Zalve)

Me desplazo en el tiempo hasta el año 1704, esta vez acompaño al “Capellà de les ratlletes”, Padre Tomás Vicente Tosca y lo que estoy viendo en esta plaza es tan diferente como que la horca ya la han retirado de esa parte central de la plaza, por otras zonas andará de plaza en plaza. Parece que la sustitución del espacio por una fuente ha sido una buena idea.

Las casas se han llenado de soportales, el ambiente comercial fluía en ellos y se elevaban en altura, hasta algunas llegaban a las seis, y se habían llenado de balcones dando un aspecto maravilloso a la plaza. Hasta en el Convento de la Merced se adosaron casas no ausentes de pórtico. Se habían convertido en las casas más altas de la ciudad. El campanario de La Merced ya estaba terminado, se había hecho grande, y alcanzaba mayor altura que el de sus vecinos.

El lugar que ocupaba el Convento de las Magdalenas, para él un convento nuevo, aunque aun faltaba por terminar.

La iglesia de San Juan del Mercado ha sufrido una intensa remodelación. Han venido unos artistas de origen alemán e italiano siendo los artífices del cambio. Unas escaleras dan acceso a una gran terraza en esta parte de la iglesia que da a la plaza rematadas por una barandilla y dependencias bajo de ella para el comercio.

Plano de Fortea. Dibujo sobre plano (Amparo Zalve)

Un año después me asomo con José Fortea, sobre el plano del Padre Tosca y en este corto espacio de tiempo la plaza ha podido cambiar poco, aunque algo lo ha hecho. Ha variado el estilo de la fuente, está más ornamentada y se ha abierto una puerta nueva en la fachada de San Juan del Mercado.

En el siglo XIX se llegaron a trazar 17 planos de Valencia desde 1811 hasta 1899 para documentar los diversos cambios acaecidos en la ciudad por diferentes motivos. Era la única forma de encuadrar la historia.

Texto de Amparo Zalve

jueves, 13 de octubre de 2022

EL FORN DE MANUELA

 
Hilario Rausell - Archivo Familia.

Horno decano de Campanar, municipio independiente hasta que en 1870 se integró como barrio en la ciudad de Valência.

Obrador y venta comenzaron su historia documentada en 1866 en el bajo del número 12 de la calle Benidorm, siendo el edificio actual de 1925 según el catastro.

Manuela Miralles - Archivo Familia

La historia de la Familia Rausell comenzó cuando Manuela Miralles se casó con Hilario Rausell.

Mujer que desde joven tuvo que demostrar agallas, decisión y constancia, para llevar adelante el negocio, al quedar viuda con tres hijos y embarazada de su hija Amparín. Pero superó el trance con éxito y fue el comienzo de una saga de horneros, de los que dos se ubicaron en otros barrios de València.

Carmen Noguera e Hilario Rausell Miralles - Archivo Familia

Amparín y su hermano Hilario, casado con Carmen Noguera, fueron los continuadores en la calle Benidorm. Después José Manuel Rausell Noguera y su conyugue Amparo Viguer, cuyos hijos Mari Carmen, Amparo, José Manuel y María de Campanar, gestionan actualmente la histórica tienda-obrador y la sucursal en el número 13 de la calle Aparicio Albiñana, inaugurada en el año 1964. Las tres hermanas atienden la venta y el obrador, y José Manuel prepara panes en el turno de noche.

Amparín Rausell Miralles - Archivo Familia

Horno tradicional famoso por la calidad de sus panes y pastelería. Por ello numerosos premios: en el 2014 triunfando con su pan "Campeón" y el año siguiente con primer premio en monas de pascua, en un largo etcétera que ha culminado con el reciente de Comercio Excelente.

José Manuel Rausell Noguera y Amparo Viguer - Archivo Familia

La calle Benidorm es muy panadera, ya que además de la tienda-obrador en el número 12, hay un hermoso panel de azulejos en el número 19, esquina con la calle Benifaió, donde fornidos panaderos están metiendo hogazas en un horno.

Embellecimiento callejero completado con un grafiti enalteciendo a la vejez en la pared del número 5 de la mencionada calle.

Amparo y Mari Carmen Rausell Viguer en el obrador -2022.- Esteban Gonzalo

Vale la pena hacer una escapada a las tranquilas callecitas del viejo Campanar y una visita al horno de Manuela para adquirir algunas de sus exquisiteces, entre las que destacan les coquetes de sagi (manteca de cerdo), que no faltan en los festejos a la Mare de Deu de Campanar, que se celebran cada mes de febrero con numerosos actos culturales, religiosos y recreativos, en los que tienen destacado aditamento flores, música y pólvora, ésta con mascletás y el correfocs de Els Socarrats de Campanar. Devoción a una talla mariana encontrada el 19 de febrero del año 1596 por unos albañiles cuando estaban excavando un pozo.

Mari Carmen y Amparo con atractiva oferta, fotos familiares y diplomas - 2022.- Esteban Gonzalo

Vale la pena hacer una escapada a las tranquilas callecitas del viejo Campanar y una visita al horno de Manuela para adquirir algunas de sus exquisiteces, entre las que destacan les coquetes de sagi (manteca de cerdo), que no faltan en los festejos a la Mare de Deu de Campanar, que se celebran cada mes de febrero con numerosos actos culturales, religiosos y recreativos, en los que tienen destacado aditamento flores, música y pólvora, ésta con mascletás y el correfocs de Els Socarrats de Campanar. Devoción a una talla mariana encontrada el 19 de febrero del año 1596 por unos albañiles cuando estaban excavando un pozo.

Fachada calle Benidorm 12- 2022 - Esteban Gonzalo.

Y en lugar preferente en Benidorm 12 un retablo de azulejos con la Virgen del expueblecito.


Retablo en número 19 calle Benidorm - 2022.- Esteban Gonzalo

El Forn de Manuela es una institución, está en el ADN de un centro urbano que no ha perdido su encanto de antaño con sus casitas de dos plantas, algunas con bellas fachadas.

En sus tarjetas de visita pone "Artesans, desde 1866", aunque creen que la existencia de un horno es anterior, pero tras las riadas de 1957 la única documentación encontrada fue una nota de la contribución pagada en 1866.

Texto Esteban Gonzalo Rogel

martes, 11 de octubre de 2022

EL PASADIZO QUE NO FUE


1920 - Valencia es una ciudad que nos sorprende. Bien podríamos decir que en realidad es sorprendente.

Obras que se eternizan en su centro histórico, desmereciendo la zona, han sido y son una constante durante décadas. Así podemos observar en diferentes puntos de la ciudad lugares que obstaculizados en su restauración, bien por el propio Ayuntamiento o por la misma Generalitat, de esta guisa van pasando los años sin que la razón de su destino, por todos deseado, culmine con el fin propuesto.

Tenemos en lugares muy próximos a instituciones entrañables edificios abandonados que con seguridad motivan la extrañeza al turista embelesado por la ciudad. La Catedral, el Ayuntamiento y la Lonja, por citar los más representativos, resultan ser focos de esta casuística producto de la desidia de quienes deberían cuidar el ornato del cap i casal.

Los valencianos, acostumbrados a ello, dejamos de sorprendernos, pero la realidad es que Valencia es sorprendente.

Desde hace décadas la restauración de “la Casa del Relojero” de la calle del Micalet era un objetivo que dormía en las estanterías gubernamentales, con el peligro añadido de que a algún ocurrente político o funcionario de elevado rango hubiera optado por su derribo dispuesto para un ensanchamiento urbano en forma de pequeña plaza, o bien para otro destino alejado a su acontecer histórico.

Pero lo que nos sorprende al tiempo que nos descubre es que la Catedral de Valencia bien hubiera podido disponer en la actualidad de un tercer pasadizo elevado. Hubiese bastado con que un proyecto del siglo XVIII se llevara a cabo, imposibilitado éste por un vecino cuya negativa frenó su construcción. Se deduce que su influencia sobre la ciudad fue notoria.

Con la restauración de “la Casa del Relojero”, tan deseada, y por su interior, nos enteramos por la prensa de estos días que se ha detectado el inicio de un pasadizo elevado, que resulta estar cegado, para su comunicación directa con el campanario del Miguelete, a semejanza de los existentes con el Palacio Arzobispal y la Basílica de la Virgen, para facilitar las labores del empleado municipal, quien, aparte de su cuidado y mantenimiento, debía darle cuerda todos los días en su misión de ser la hora oficial de la ciudad.

Lo dicho, una ciudad que nos sorprende.