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viernes, 30 de junio de 2023

LA CENCERRADA

 CURIOSIDADES

Calendario. Dibujo M. Diago.

Procedente de un antiguo calendario, seguramente de los años treinta del siglo pasado, nos encontramos con un dibujo que refleja una “diversión” popular, que hoy doy por desaparecida, la Cencerrada, que consistía en ofrecer una “serenata” a cualquier pareja de recién casados, siempre y cuando la nueva esposa fuese viuda o siendo soltera aportase alguna criatura al nuevo matrimonio, la Cencerrada en realidad estaba dedicada al novensano.

Era una costumbre propia de pueblos pequeños, zonas de huerta, de barrios apartados y de las pequeñas pedanías, precisamente allá donde todo el mundo se conoce y todos saben de la vida y milagros de cada quien.

La Cencerrada se preparaba de antemano, y sin que se le fuese la lengua a ninguno de sus componentes, consistía en llegar todos silenciosamente a la puerta de la vivienda donde dormirían los nuevos recién casados, a ser posible bajo o junto al dormitorio de la nueva pareja, cuanta más gente mejor, bien provista de todo tipo de artilugios capaces de mover el ruido más estruendoso, a base de cencerros variados, paellas o perolas a golpear con fuertes cucharas, caracolas para soplar imitando mugidos, algún tambor o bombo, petardos, hasta un gato con una lata de aceite atada a la cola, etc. y de golpe, en el momento en que se apagaban las luces de la casa montar un ruido del demonio, para jolgorio de asistentes y mirones y gran enfado de la pareja sufridora, como nos muestra el dibujo.

Realmente la Cencerrada no es una curiosidad, era una reunión de vecinos con un fin concreto, burlarse del “novensano”.

Afortunadamente en la actualidad es una vieja costumbre desaparecida, por una parte gracias a la moda de los viajes nupciales. Se hace muy complicado, imposible, acudir a otra ciudad o país para dedicar a los novensanos una Cencerrada en el pasillo de un hotel de cuatro o cinco estrellas. Bajo otro punto de vista hoy estaría absolutamente fuera de lugar debido al fuerte componente machista que la promovía.

Texto de Enrique Goñi Igual

miércoles, 28 de junio de 2023

LA AVENIDA DE BURJASOT

Foto autor desconocido

La chimenea de la Papelera Levantina, Bombas Gens con su peculiar torreta, el Miguelete, las Torres de Serranos, un trozo de huerta que alcanza el camino de Marchalenes, casas tan solo con sus primeros pisos y la avenida de Burjassot de los años cuarenta.

La Valencia de nuestros primeros años para los ochentones de ahora. Una avenida sin tráfico por la que discurría la línea de tranvías número 23 en su trayecto Valencia-Burjasot-Godella. Nacía en sus primeros años de la Glorieta, atravesando la plaza de Tetuán para discurrir por Pintor López y al atravesar el puente de Serranos y tras avanzar por la orilla del rio, enfilaba la avenida de Burjassot para alcanzar Godella.

Avenida de peatones y carros que en ocasión de la fotografía están ausentes por su captador, como si quisiera dar vida a una ciudad dormida cuando las sombras reflejan el atardecer de un día cualquiera.

La foto nos regala la nostalgia y nos lleva al recuerdo de nuestra juventud con su recorrido, las más de las veces, en ligero caminar desde el centro de la ciudad hacia la zona de nuestras vivencias juveniles.

En la actualidad, Bombas Gens Centre d'Art es todo un referente cultural y gastronómico con muy buenas exposiciones donde priva el arte y el buen gusto.

lunes, 26 de junio de 2023

¡ A TOMAR LAS AGUAS !


Se abre la temporada estival para “tomar las aguas” y los pobres, y los no tanto, los que están delicados, y los que no lo están acuden a los manantiales del interior de la provincia de Valencia en busca de alguna panacea para recuperarse de sus dolencias, y porqué no, los más pudientes de paso alternar en los que ya eran toda una institución de la época como Balneario, y disponían de salas para conferencias, conciertos, y casinos para juegos.

Era el siglo XIX cuando los balnearios desarrollaron todo su esplendor, pero eso sí, hasta que las aguas del manantial no eran declaradas de utilidad pública no se hacía balneario. En primer lugar quiero citar, y de ellos hablaré así, que los visitantes se llaman agüistas. Si que es verdad que a la previa del balneario como manantial acudían los agüistas en condiciones poco favorables sin temer a males mayores para su salud. Hay que tener en cuenta que el cuerpo a remojo ya es historia de la humanidad, porque muchos de estos lugares eran transitados por los romanos y árabes en busca de propiedades curativas con aguas mineromedicinales que surgían de entornos naturales, el “vamos a respirar aire puro” y de paso nos curamos.

Y aparece una legislación. Se crea el cuerpo de médicos Directores de Baños y Aguas Medicinales, aprobándose en 1817 el primer reglamento, y 10 años más tarde se establece la Asociación Nacional de la Propiedad Balnearia, formando parte obligatoriamente todos los propietarios de manantiales y balnearios de aguas mineromedicinales. Las condiciones, pues, que tenían que estar rodeados de bosque o jardines, la mayoría con instalación hotelera, instalaciones balneoterápicas, o de curas de agua o inhalatorias.

Vuelvo a decir que todo balneario comienza con un manantial como es sabido, y recalco esto porque solo voy al inicio de los balnearios del siglo XIX sin citar las posteriores modificaciones de cada uno de ellos. Ni tan siquiera las propiedades de sus aguas, ya que casi todos se amoldaban a todas las necesidades de los agüistas: Enfermedades hepáticas, del riñón, de la piel, del aparato digestivo, de vías urinarias, anemias, afecciones de reuma, vías respiratorias, y eso sí, decían que solo las bicarbonatadas y de débil mineralización eran aptas para las afecciones cardíacas. De las aguas del manantial se bebía y se bañaba.

Hervideros de Cofrentes:

Constituido por una balsa de 49 metros cúbicos en la parte inferior del edificio principal. En la planta baja nos sorprende una gran sala con una barandilla que cerca una trampilla que se abre para observar el desprendimiento carbónico del manantial. Al lado hay un mostrador con una bomba para elevar el agua y distribuirla a los agüistas.




Balneario de Bellús:

Aprovechando las aguas de la fuente de Alfama, de seis mil litros por minuto de caudal. En inicios se construyó un primer edificio de baños con un solo piso donde se alojaban en muy malas condiciones los agüistas, tanto era así que solo se alojaban personas de pocas posibilidades, y alguno más pudiente en las cercanías, en Bellús, Guadasequies, Beniganim, y Sant Pere. En los bajos hay cinco balsas junto al nacimento de las aguas, cobrándose 2 reales de vellón por cada baño. Hubo que esperar a 1878 para que se añadieran construcciones nuevas, cuando las aguas fueron declaradas de Utilidad Pública.


Manantial de Siete Aguas:

En el centro del pueblo y se han creado unas cuantas fondas para hospedarse, al igual que los que han podido han hecho allí su segunda residencia. 

En 1966 se tenía que beber en el mismo lugar que abrevaban los caballos, aunque se demandaba al menos un caño para el uso.

Tal y como se ve en la fotografía inferior, el manantial salía del fondo de un depósito con paredes de mampostería y de cuatro metros de profundidad. Pero era tan escueto que cuando acababa el baño no había ni donde vestirse, ni ropa que ponerse (eso era para los pobres). Las condiciones no eran nada buenas y dos años después, en 1968, se enviaron a Madrid unos planos de un edificio cubierto, con sala de espera y habitaciones con pilas de mármol unas, y otras con azulejos, para los baños, una leñera y una caldera para calentar el agua. Ni con esas reunía el balneario todas las cualidades que se consideraban para una casa de baños, así que en 1882 todavía estaba el abrevadero, y el listo del propietario usaba el salón de recreo para uso particular. Hasta hubo una epidemia de cólicos de los que usaban sus aguas. Todo ello hizo que la concurrencia fuera cada vez más baja y a finales de siglo ya era prácticamente nula.



Manantial de Chulilla:

Se construye un establecimiento hotelero y cuatro viviendas de seis habitaciones cada una, con amplio comedor con chimenea en zona común, una cocina y un servicio.


Balneario de Fuente Podrida:

Todo empezó por una fuente en el término de Requena que se le llamaba Podrida, por el mal olor que desprendían sus aguas, una fuente que frecuentemente y de continuo sufría de inundaciones por las crecidas del río Cabriel, para lo que los vecinos construyeron un muro de piedra y cal. Las aguas iban a una balsa donde se cocía esparto y cáñamo. Pese a la pestilencia de sus aguas se reconocieron por su alto poder curativo, y las obras de un establecimiento se finalizaron en 1869. Se dividía en dos partes, una que tenía en su parte central el manantial con una puerta, y la otra cuatro habitaciones con calor y bañera. En 1896 ya se habían instalado hidroterapia, pilas de mármol, y una gabinete de pulverizaciones e inhalaciones. Una fonda con precios reducidos y cocina económica.



Así que, al que le entren ganas de ser aigüista, decir que la temporada para el novenario ya ha empezado. A por los baños y duchas de nueve días de duración y recuperar fuerzas para la entrada del invierno.

Texto de Amparo Zalve

sábado, 24 de junio de 2023

EL PAISAJE VALENCIANO DESDE EL TREN - I

1972 entre Marxalenes y Tránsitos.- Esteban Gonzalo

Entre el 30 de noviembre de 1984 y el 31 de mayo del año siguiente el diario Levante-EMV publicó en la sección Fin de Semana una serie de 23 capítulos sobre lo que se veía desde las ventanillas de los trenes que recorrían las líneas férreas de la Comunidad Valenciana. Sintetizados relatos sobre bellos y variados paisajes con el complemento de los monumentos y parajes más importantes de las poblaciones del itinerario.

1983 Entre La Cadena y La Carrasca.- Esteban Gonzalo

Trenes corriendo por la ubérrima huerta, uno entre arrozales, otros entre naranjos, algunos a través de riscos, sobre repisas o por altos terraplenes, y líneas cuyo paisaje cambia con rapidez en corto trecho. Recorridos donde naranjos y vides son muy asíduos compañeros de viaje.

1989 Vara de Quart.- Esteban Gonzalo

Desde València los trenes de ancho ibérico partiendo de la Estación del Norte, y los de vía estrecha, en los años de los relatos, desde las terminales Jesús y Pont de Fusta.

Levante-EMV 25-01-1985. Por la Huerta.

Actualmente en el cap i casal hay railes en superficie en las secciones entre Empalme y Pont de Fusta y la continuación hasta Dr. Lluch en el Cabanyal con tranvías en sustitución de los antiguos trenets. Los tramos con algunos cultivos entre Marxalenes y Empalme y con mayor extensión de huerta entre Benimaclet y La Cadena, fueron posteriormente ocupados por viviendas, los edificios de la Universidad Politécnica, avenidas, y zonas ajardinadas en Pont de Fusta y en el Parque del Ferrocarril de Marxalenes, donde han quedado englobados el edificio de la estación y la rotonda que albergó locomotoras de vapor, ambos de 1888. También raíles en superficie: la salida en elevado por Vara de Quart hacia Utiel, casi totalmente entre instalaciones ferroviarias por Fuente San Luis y hasta la entrada del túnel del Cabanyal, y el tramo entre Amado Granell y Nazaret de la L-10, nueva línea de tranvía de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana.

Entre naranjos. En lontananza El Puig.-1997.- Esteban Gonzalo

Euromed por Les Playetes de Bellver (Castellón).- 2003.- Esteban Gonzalo

Levante-EMV 12-04-1985. De Castellón a Vinarós.

Texto de Esteban Gonzalo Rogel

jueves, 22 de junio de 2023

POLICIA EN ACCIÓN

CURIOSIDADES

Lo más asombroso de la foto en una zona aparentemente céntrica de València republicana no es ver a los policías cacheando por riguroso turno a varios ciudadanos, uno de los cuales espera manos arriba su turno con el cigarrillo colgado en los labios.


Foto ca. 1930, autor desconocido.

Para mí lo más asombroso de la foto es el caso del vendedor a la derecha en su puesto de venta que está haciendo una “mesura” quizá de cacahuetes, junto al grupo de ciudadanos manos arriba y policías, aparentemente indolente y ajeno, sin preocuparse de mirar lo que pasa a su lado.

Posible lugar de la fotografía ¿cerca del Mercado Central?

Texto de Enrique Goñi Igual.

martes, 20 de junio de 2023

TRIUNFO DEL FRENTE POPULAR

 

En febrero y marzo de 1936 se celebraron las elecciones para diputados a Cortes Generales con el triunfo en España del Frente Popular.

El cap y casal, como ciudad mayor de 150.000 habitantes, presentaba circunscripción electoral, independientemente de la provincia que ofrecía también la propia.

Y el resultado para la ciudad de Valencia no ofreció duda alguna, con el triunfo del Frente Popular que obtendría cinco diputados, mientras que las Derechas y por la CEDA logró sólo dos escaños.

Desde la calle Lonja de la Seda se ve el cartel anunciador del Frente Popular con los electos Juan Peset Aleixandre, Miguel San Andrés Castro y Dario Marcos Cano de IR; Vicente Marcos Miranda de EV y Manuel Molina Conejero del PSOE.

Pero la foto, además, nos lanza un flash del aspecto parcial que ofrecía la plaza del Mercado con un leve retazo de sus tres más importantes establecimientos, el Mercado Central, La Lonja y la Iglesia de los Santos Juanes con un vistazo a una de sus covetes, perdiéndose la fotografía por la calle Vieja de la Paja hacía la calle Molino Robella con sus edificaciones al fondo que se derrumbarían en las décadas siguientes, para dar lugar a la futura plaza de Brujas en recuerdo del humanista Luis Vives.

El Kiosco al pie de los escalones de la Lonja ofrecía la prensa, dando a los valencianos la información electoral propia de aquellas jornadas.  

domingo, 18 de junio de 2023

EL MODERNISMO VALENCIANO DE LA MANO DE ENRIQUE VIEDMA VIDAL

 

Inauguración de la Finca Roja

Erase una vez ... un arquitecto que de su vida personal poco se sabe, pero sí de las obras que nos dejó en la ciudad de Valencia. Un arquitecto para la era modernista.

Enrique Viedma Vidal nació en la Valencia del 1889, un día de enero cuando todavía la ciudad era fría como correspondía. Marchó a Barcelona para cursar estudios de arquitectura, y por lo que parece debió quedar encantado por el arte de Gaudí. En 1915 ya estaba titulado. Esperó allí dos años para volver a su ciudad natal y en 1917 ya empezó a ejercer su profesión con algunos encargos que recibía para edificios particulares. Durante los años 20 y 30 realizó obras de envergadura para Valencia.


En enero de 1928 se estaba inaugurando el Mercado Central, y aunque no lo empezó él, si que lo acabó junto al arquitecto Ángel Romaní, eso es lo que tiene que una obra dure tanto.

Ese mismo año, sin perder el tiempo, fue el artífice de la “Casa del Chavo”, que se destinó para el antiguo Instituto Nacional de Previsión.


Al siguiente año, 1929, proyectó el edificio de La Unión y el Fénix, aunque las obras fueron entre el 31 y 38, y a su vez también en el mismo año diseñó el Banco Español de Crédito que se ubicó en la calle Pintor Sorolla.


En 1930 dirigió la construcción de las aduanas del puerto.


En 1931 se encargó de los llamados Chalets de la prensa o Chalets de los periodistas. En la fotografía inferior se ve a la derecha el inicio de la construcción de uno de ellos junto al Palacio de Ripalda, en aquel momento Paseo de Valencia al Mar.


En 1933 llegó su obra más particular, la Finca Roja, en una zona del ensanche valenciano. Una fuerte y monumental obra en la que soltó todo lo que le gustaba, todo lo que le había inspirado por los cuatro costados. Un poquito de la moda en las ciudades europeas, como Ámsterdam o Viena, otro cachito de su admiración por Gaudí y el alto poder del modernismo que tanto le atraía. Aprovechándose de la ley de Casas Baratas de 1925 para obreros, 378 viviendas que las dotó de todo tipo de modernidades, como ascensores, baños completos o persianas americanas, con un gran patio central para el asueto de los residentes. Usó materiales autóctonos como el ladrillo rojo y la cerámica vidriada. (Inauguración en la foto de portada)

También mencionar , como detalle popular, que fue el artífice de dos cines de barrio del momento, el Lírico y el Moderno. Y en 1951 fue académico en la Real Academia de bellas Artes de San Carlos.

Texto de Amparo Zalve

viernes, 16 de junio de 2023

LA VIEJA ESTACIÓN DEL CABANYAL

 

Locomotora vapor tipo 2-4-0 remolcando tren naranjero.-1964.- Rafael Portolés

Hasta el 8 de julio de 1890 los trenes de la línea hacia Tarragona y Barcelona no tuvieron estación en el Cabanyal, municipio independiente de València hasta el año 1897.

El aumento de población y la apertura de industrias y bodegas hizo que la compañía de los Caminos de Hierro del Norte de España, popularmente Norte, estimara conveniente construir una estación para servicios de viajeros y mercancías.

Locomotora de vapor tipo 2-3-0 con tren mercancías.- 1964.-Rafael Portolés.

Con la apertura al servicio, además de la detención de los trenes de viajeros de la línea añadieron cuatro cortos de ida y otros tantos de retorno entre la antigua estación de València, ubicada donde ahora los edificios de la Telefónica y vecinos, y la nueva estación para Pueblo Nuevo del Mar (Canyamelar, Cabanyal y Cap de França). Salidas a las 8:30 de la mañana y a las 4:30, 5:30 y 7:50 de la tarde, con retornos 11 minutos después de la llegada. Teniendo en cuenta que tenían que desenganchar la locomotora de vapor y colocarla en el otro extremo del tren para el retorno, realizaban el recorrido de seis kilómetros a una velocidad media de 60 kilómetros por hora.

Locomotora eléctrica con tren mercancías.-1985.- Esteban Gonzalo

La enorme demora en soterrar las vías a su paso por el Grao y el Cabanyal permitió que la vieja estación cumpliera cien años en servicio.

Tras quedar exenta de utilización ferroviaria desde la apertura a la circulación de trenes el 13 de abril del año 1991 bajo las calles Ibiza, Serrería y Luis Peixo, fue restaurada y acondicionada para albergar el centro de Día creado por Cruz Roja y Aspace para atender las necesidades básicas de personas con parálisis cerebral y patologías afines.

Expreso de viajeros pasando.- 1986.- Esteban Gonzalo

Arquitectónicamente es un inmueble de sencillas líneas clásicas, como todos los originales de la línea, y con el mismo diseño que los construidos cuando tendieron entre los años 1862 y 1868 la línea férrea entre València y Tarragona.

Parado cercanías de Castellón.-1986.- Esteban Gonzalo

1991.- Estaciones vieja y nueva, al fondo.- Esteban Gonzalo

Final feliz que deseo tenga la hasta ahora abandonada estación del Grao, la más antigua de España. Está a la espera que el Ayuntamiento de València, que ha pujado por ella, la rehabilite y utilice.

2023.- Calle Serrería, estación vieja y edificio de la nueva.- Esteban Gonzalo

Asimismo, la de Nazaret que ha cumplido 111 años sin que nadie se ocupe de ella. Es la única construcción superviviente de las antiguas instalaciones del Trenet a Torrent y Villanueva de Castellón en el término municipal de València.

8 Panorámica.- autor desconocido.- vistacolor.

Texto de Esteban Gonzalo Rogel

miércoles, 14 de junio de 2023

ALBORS. SAN JUAN DE LA RIBERA

IGLESIAS, CONVENTOS Y MONASTERIOS DE VALÈNCIA

En la avenida del Puerto nº 69, entrada también por el callejón Suay 3 y 5, zona de la barriada de Albors, se localiza la Iglesia Parroquial de San Juan de la Ribera edificada en terrenos que pertenecieron al Convento de Franciscanos Descalzos construido en 1669 en memoria del Patriarca San Juan de la Ribera. Derruido tras la amortización, la actual iglesia construida a finales del siglo XIX mantiene la advocación a San Juan de la Ribera.

Foto autor desconocido, Av. Puerto ca 1960. Remember-València, pg 1901.

Como podemos adivinar en la foto nocturna, hasta 1971 tenía la entrada desde la avenida del Puerto a través de un jardincillo y con una torre campanario, pero esta parte se perdió por la construcción de un Colegio Mayor que ocupó el solar del jardín y la torre, además del suelo de alguna casa a la derecha de la iglesia. En la actualidad el nuevo edificio tiene en su parte izquierda un aspecto de torre, con una cruz pintada, opuesto al resto que disfruta de balcón corrido.

Aspecto actual desde la avenida del Puerto. Foto E. Goñi, junio 2021.

Hoy la iglesia tiene acceso por el Callejón Suay y también conserva el acceso por la avenida del Puerto, junto a la nueva torre por el edificio del Colegio Mayor en un bajo situado donde estuvo el jardín.

Entrada a la Iglesia por el Callejón Suay. Foto E. Goñi, noviembre 2019.

Entrada por la avenida del Puerto. Foto E. Goñi, junio 2021.

Texto de Enrique Goñi Igual

lunes, 12 de junio de 2023

DESPEDIDA DEL DUELO


Despedida del duelo. Una práctica funeraria totalmente desaparecida por las calles de la ciudad que estuvo vigente desde la desaparición de los fosares parroquiales y la construcción, por cuestión de higiene, del Cementerio General más allá de Patraix en la primera década del XIX, y que tuvo su fin con la implantación del servicio de los tanatorios, municipales o privados, que comenzaron su labor en la década de los setenta.

Con anterioridad lo más usual era el fallecimiento en el propio domicilio donde por horas se velaba el cadáver, hasta que llegaba el servicio funerario para su traslado en cortejo funebre al cementerio correspondiente, con un acto previo, solemne, al que asistían familiares y amigos acompañando al coche tirado por caballos en su recorrido por la  ciudad para la despedida del duelo. 

El duelo que acompañaba al barroco coche funerario se despedía en un acto al efecto en la iglesia de la que el fallecido era feligrés (aunque durante un tiempo era la Iglesia de San Agustín la más asidua) donde se tenía la costumbre de su celebración y la misa por el alma del fallecido, siendo a continuación conducido al camposanto, para su entierro con la asistencia en exclusiva de la familia del difunto.

El coche fúnebre que vemos en la foto en su paso por la calle Calabazas (donde se divisa la peluquería del que fue mi amigo Paco Chapín) se dirige hacia la iglesia donde finalizada la ceremonia los presentes darán el pésame a la familia despidiéndose del fallecido.

sábado, 10 de junio de 2023

EL PUENTE DEL MAR Y SUS RIADAS


Esta entrada va dedicada al Puente del Mar, pero no como tal, porque si enlazamos con otras entradas de este mismo blog, ya se da buena cuenta de su importancia, situación, función, fábrica y ornamentación.

Mi interés es dar a conocer, tras una mínima introducción, las vicisitudes por las que pasó este puente en concreto, debido a las numerosas crecidas del río Turia en su paso y desembocadura por la ciudad de Valencia.

Pensemos que ese Guadalaviar que baja desde los Montes Universales con una altitud de 1600 metros (el río blanco), cuando llovía torrencial en su cuenca alta, bajaba de piedra en piedra formando avalanchas que arrancaban y arrastraban cuanto entraba a su paso, socavando la tierra, arrancando las rocas, los árboles, las casas...Dando giros a su nombre entre gargantas y raudos según el tramo a su paso, hasta ser el Turia.

Pues bien, como se suele decir, desde que Valencia es Valencia, o sea, desde que los romanos la fundaron en el 138 a C, pasando por la dominación musulmana (de la Visigoda no hablo porque todo estuvo en calma, no hubieron avenidas fluviales), la ciudad a dos por tres se encontraba inmersa en muerte y ruina con las frecuentes avalanchas ocasionadas por el agua. Evidentemente estas situaciones son difíciles de registrar en épocas tan antiguas, solo podemos saberlo a través de los sedimentos encontrados en las excavaciones arqueológicas, pero sí que la mayoría después del año 1321 ha sido citadas por distintos autores.

Así pues, nos ceñiremos desde dicho año hasta 1800, y dedicando solo el interés al puente que nos ocupa, el Puente del Mar, teniendo en cuenta además que este puente en los primeros años era de tableros de madera y solo con fines para lo que se requería, que era como su nombre indica la unión de la ciudad con el mar. Hablaremos entonces de las veintitrés grandes avenidas del Turia.

-Primera avenida: Octubre de 1321. Una inmensa avenida que destruyó puentes y murallas, cayendo casas y muralla.

-Quinta avenida: Octubre de 1406. El día 25 siete hombres tuvieron que ir río abajo para buscar las palancas del puente entre los distintos lechos del río, y para ello se les dio trece sueldos. Como no paraba de llover, los honorables Jurados de Valencia dispusieron maestros de obra par ocupar puesto en el Portal del Mar, por si el agua quería entrar al interior de la ciudad y los cerrasen con madera y tierra.

-Séptima avenida: Octubre de 1487. De nuevo el derribo del Puente del Mar. Esta vez la huerta se vio muy afectada.

-Novena avenida: Septiembre de 1517. A las cuatro de la tarde del día 28. Fue tan grande la crecida que el Monasterio de la Trinidad se ve afectado y el Puente del Mar está destrozado. Las casas de Blanquerías están destruidas y apuntaladas y el agua bien avanzada al interior de la ciudad.

-Duodécima avenida: Sin fecha exacta. Parece que una riada volvió a hacer estragos en este puente, pues decían que era tan grande cual no se había visto en aquellos tiempos.

Hacemos un alto para decir que el puente deja de ser de madera y toma su lugar un nuevo puente entre el arrabal de Remedio o Trinitarios Calzados y el Camino del Grao. Se adorna con magníficos pretiles, bancadas, y casilicios de mármol con figuras de los Santos Patronos. Esto ocurre en el año 1596. La piedra sustituía a la madera.


-Vigésima primera avenida: Octubre de 1776, en el día 21 hubo una, pero la de mayor catástrofe fue sin dejar tregua algunos días después, en la tarde del 4 de noviembre. A causa de estar atravesados muchos maderos en los arcos del puente que iban en dirección al mar para el arsenal de Cartagena, en la madrugada del día 5 rompió y se llevó los tres arcos del medio y mitad de uno de cada lado, causando daños graves en los arrabales de la ciudad. Fue reedificado por la Junta de Muros y Valladares, colocándose un nuevo casilicio con la imagen de Ntra.Sra. de los Desamparados en el lugar anteriormente ocupado por una gran cruz de piedra .


-Vigésima segunda avenida: Noviembre de 1783. En la noche del día 24 en este mismo puente quedó atascada una carrasca de gran tamaño, teniendo que descender un hombre atado con cuerdas para movilizar el árbol.

Y hasta aquí el 1800. A partir de este momento fueron siguiendo los desbordes del Turia, pero eso lo dejo para otra ocasión.

Texto de Amparo Zalve