domingo, 23 de junio de 2024

IN MEMORIAM: DR. RAMÓN GÓMEZ FERRER

Archivo Municipal

Juisto es rescatar de la memoria la figura del dr. Ramón Gómez Ferrer, cuando se ha cumplido el primer centenario de su muerte, quien entre todos sus deberes como médico, destacaba por su consagración al periodismo médico, en su estimulación a la cultura general de la que tan necesitada estaba la sociedad, indicando los derroteros a seguir en la mejora de la enseñanza, en la defensa de los ideales políticos y en su colaboración constante por la gran obra social de la lucha contra la tuberculosis dirigiendo el Sanatorio Marítimo de la playa de la Malvarrosa.

De él se explayó quien había sido alcalde de Valencia un par de décadas antes, el dr. Sanchis Bergón, exhortando a las madres para que lloraran por él, a sus discípulos para que le adoraran, a los pobres para que bendijera su memoria, a los creyentes a que se inspiraran en su caridad, a los escépticos para que imitaran su generoso desprendimiento en su amor al prójimo, y a todos para que rindieran junto el tributo de sus lágrimas, una plegaria, un pensamiento, y en general pedía por el piadoso recuerdo de una oración, a quien, como divino taumaturgo, hizo renacer la vida en el seno de un moribundo familiar.


Al insigne maestro de la medicina que levantó a la ciencia un altar en su cátedra y que convirtió su sala del Hospital en sagrado templo: el sacerdote del bien que no se limitó a predicar como apóstol, sino que lo ejercicio como Santo.

Triste es morir - había terminado el alcalde- pero ¡dichoso aquel cuya muerte deja transido de dolor a todo un pueblo.

Pocas veces la Muerte anduvo mas ciega e injusta en la elección de su víctima, ni empleó procedimiento tan cruel y artero para introducirse en un hogar tranquilo, honrado y dichoso. Pareció venganza del dios de las tinieblas, hiriendo al moderno Esculapio, y no el inexcusable tributo a la Naturaleza, que exige la muerte de uno para perpetuar la vida de los otros.

viernes, 21 de junio de 2024

UN AÑO DE REFORMAS EN LA PLAZA EMILIO CASTELAR

 

La fotografía gira durante un animado y soleado día del año 1928. Era la plaza de Emilio Castelar de entonces cuando se reunían en torno a la estatua dedicada al pintor setabense José de Ribera. Unos al sol, otros a las sombra, sentados o en pie, podían muy bien estar comentando las obras que un poco más allá, tras sus espaldas, se estaban ejecutando para crear una plaza novedosa, puesto que la gran reforma de Goerlich estaba levantando sus cuatro metros al otro lado de la plaza para construir su “Tortada”.

Aún así, el pintor todavía compartía plaza con el Marqués de Campo, cuya escultura con fuente llegó más tarde que él, pero también se fue después. El caso es que los dos ya duraron poco ahí. El pintor se fue en el treinta y uno, y el Marqués en el treinta y tres.

También pudieran estar opinando sobre los edificios monumentales que estaban repoblando la plaza, que a costa de derribos, del 1927 al 1933 ya se completarían.

Llama la atención el florista que con esfuerzo porta sobre su hombro izquierdo un gran manojo de flores. De alguno de los kioskos orientales, al estilo japonés que habían poblado la plaza desde hacía ya cuatro años atrás. A la derecha de la fotografía se ve uno de estos kioskos de flores.

Curioso es saber que el pintor desde los diecisiete años que había partido hacia Italia ya nunca más volvió, eso sí, lo que hacía era firmar sus obras como hispanus, valentinus y setabensis.

Este pintor nacido a finales del siglo XVI, se había hecho con una calle muchos años antes (en 1872) cambiándole el nombre a la calle Nueva de Pescadores, para después recibir su estatua “viajera”. Ahora ya luce tranquilo en la plaza del Poeta Llorente.

Texto de Amparo Zalve

miércoles, 19 de junio de 2024

SOBREELEVADO. TELEFÓNICA (PZ. AYUNTAMIENTO)

 MIRANDO HACIA ARRIBA

En el año 1927 el edificio situado en la plaza de Emilio Castelar, hoy del Ayuntamiento nº 25, estaba destinado a sede de la nueva y boyante Compañía Telefónica de España y ya a punto de terminar su construcción como se ve en la siguiente imagen.

Plaza Castelar 1927. Telefónica. Foto Remember-València, pg. 336.

Si partimos de la postal siguiente tenemos una vista de la actual plaza del Ayuntamiento de los años 20 del pasado siglo en la que sucesivamente están de izquierda a derecha Correos, la antigua Cafetería Lauria, el antiguo Balanzá y finalmente el edificio de Telefónica en su estado original, planta baja, cinco alturas y una elevada torreta central.

Postal de época, ca. 1931.

Así estuvo muchos años hasta que se produjo en 1961 la sobreelevación que provocó la desaparición de la torreta, obra que se supone era para mejorar servicios. Tras la obra el edificio quedó con aspecto de edificio norteamericano, más anodino, poco interesante.

Aspecto actual del edificio. Foto E. Goñi, febrero 2024.

En cuanto al edificio en sí, resulta que desde hace un par de años la empresa propietaria ha decidido dejarlo sin servicio, pero se confirma que su futuro sea su venta y conversión en hotel.

Foto E. Goñi - 2024

La parte positiva de la sobreelevación fue el aspecto uniforme de las fachadas de ese lateral de la plaza.

Para su visita lo de siempre, llegarse al centro del centro en bici o a pie.

Texto de Enrique Goñi Igual

lunes, 17 de junio de 2024

LA VERJA DEL PATRIARCA

 

2022 - Esteban Rogel

Está en la parte trasera del Real Colegio del Corpus Christi, popularmente del Patriarca, cerrando un espacio esquina entre las calles Cruz Nueva y Cardenal Payá.

Fue construida en 1914 según diseño del arquitecto José Manuel Cortina, amante de decorar con dragones sus edificios, aunque aquí solo cabezas de esos animales y flores de lis en la artística verja de hierro, cuyos tramos descansan sobre alto zócalo de piedra y sujeciones laterales con pilares decorados con escudos en sus lados hacia las mencionadas calles, y pináculos o esferas en los vértices.

Conjunto de dos rejas y una gran puerta a cada calle, delimitando un espacio que es utilizado actualmente para estacionamiento de vehículos.

En la esquina y sobre el mayor pináculo el escudo del Colegio.

Reja que pasa generalizadamente desapercibida, al estar en la parte opuesta de la puerta de entrada, a los numerosos visitantes que acuden a conocer el arte que encierra la iglesia, la capilla de los tapices, el claustro, la escalera y el museo, de un monumento histórico artístico nacional desde 1962.

Sin firma de quien realizó el magnífico trabajo de forja.

Texto de Esteban Gonzalo Rogel

sábado, 15 de junio de 2024

LA MURALLA CRISTIANA A VISTA DE J. LAURENT

 

La fotografía de J. Laurent de 1870, de la colección de Diaz Prósper, nos da la ocasión para presenciar un buen tramo de la muralla cristiana en sus últimos años de vida y en su transcurrir por la calle de Colón, cuando el ensanche era un proyecto que comenzaba a vislumbrarse desde 1858 presentado por los arquitectos Timoteo Calvo, Antonio Sancho y Sebastian Monleón, éste último quien diseñó la plaza de Toros, con su inauguración en el año 1859.

Los depósitos de gas de José Campo dispuesto para abastecer de alumbrado a la ciudad, aparecen tras unos edificios frente al puente del Mar, con el inicio de una arboleda en dirección al Llano del Remedio.

Vemos en primer término la torre campanario de la Iglesia de San Esteban y frente al puente del Mar un friso de casas de dos alturas, que por el nuevo ensanche y el trazado de nuevas calles entre la calle Colón y la nueva plaza de América, fueron víctimas de la piquetas para el alzado de nuevas edificaciones de mucha mayor envergadura.

Con todo, el almenado de la muralla cristiana del siglo XIV es lo más significativo de la fotografía que comenzó su derribo en 1865 desde la puerta del Real, situada frente al puente con su nombre.

jueves, 13 de junio de 2024

UNA BAJADA DE SAN FRANCISCO MUY GRÁFICA

 


Mirando una calle ya desaparecida hace muchos años, mirando sus comercios... ¡Qué buena información!, la gráfica.

Era una calle pequeña en longitud, pero que podría ser lo que llamaría la “ Milla de oro” de principio de los años veinte, como refleja el año de estas dos postales, 1920.

Pertenecen al final de la Bajada de San Francisco, llamada así por el cierto desnivel de la corta calle que discurría desde la Plaza de Cajeros hasta la calle Barcelonina en paralelo con la Plaza de San Francisco. Para que no haya duda he aquí el plano reducido:


Como ya he dicho, esta vez trataremos la última numeración, la que llega hasta la plaza de San Francisco y en otra ocasión la otra mitad, hasta llegar a Plaza de Cajeros y su confluencia con la calle San Vicente.

Para comprenderlo bien habría que juntar las dos fotografías que están señaladas. En una se visualiza mejor la zona izquierda y en la otra la derecha.


Entramos en los números impares, los de la zona de la izquierda: La relojería Carbonell en el 31, se ve bien el reloj en su fachada. Un relojero que inventó el despertador “Cudolet“, y en su escaparate daba cuenta de ello con un gran capazo lleno de estos relojes a reclamo por 9 o 10 pesetas. A su lado, la zapatería de Enrique Presencia, en el 29. En el 27, la camisería de Salvador Gamborino. A continuación, en el 25, una imprenta donde se despachaban libros rayados, y papel de fumar. Y en el 23, una tienda de loza, cristal y porcelana en el bajo, donde también había en piso el dentista Jesús Montolio y una modista.

En los números pares: La Fonda Esmeralda, que se lee bien en su fachada, con chocolateria, esto en el número 34. Unas casas más allá, en el bajo del 28, la pastelería Alcaraz. Y siguiendo los pares, en el 26, la peluquería de José Espí, con practicante incluido.

Ahora faltará la segunda parte con menciones interesantes. ¡ Hasta la próxima !

Texto de Amparo Zalve

martes, 11 de junio de 2024

SOBREELEVADO. AV. PERIS Y VALERO CALLE DR. SUMSI

 MIRANDO HACIA ARRIBA


En la Ronda de Tránsitos, zona de la avenida Peris y Valero, 139 hemos encontrado en el chaflán con Dr. Sumsi un edificio de los años 50 del pasado siglo de cinco alturas al cual se le han sumado tres nuevos pisos y además lo que aparece más retranqueado hacia el centro.

Peris y Valero, 139. Foto E. Goñi, enero 2024.

A primera vista se notan los cambios en la decoración de las ventanas, y aparecen balcones fuera del estilo del resto. Un cambio tan radical destaca la nueva obra realizada.

Las palmeras de Peris y Valero. Foto E. Goñi, enero 2024.

En una foto tomada desde mayor distancia aparecen unas zonas en obra algo extrañas y francamente más altas. Está claro que estamos ante un buen sobreelevado.

Para su visita convienen las líneas 35 y C-3, por otra parte la bicicleta tiene un buen carril.

Texto de Enrique Goñi Igual

domingo, 9 de junio de 2024

PAISAJES CAMBIADOS. ANTES Y DESPUÉS DEL TÚNEL

Salida del túnel en febrero 1991.- Esteban Gonzalo

En febrero de 1991 un automotor Man, con llegada prevista a las 14:20 horas a la cercana estación Cabanyal y destino Caudiel, en la línea a Teruel y Zaragoza, circula por el trazado provisional junto a la boca sur del túnel para el trazado ferroviario soterrado que entró en servicio el 13 de abril de ese año.

Mientras que todo el recorrido tanto en superficie como soterrado por la calle Serrería corresponden al inaugurado el 20 de abril de 1862 entre Valencia y Sagunto, el de la calle Ibiza desde la boca sur del túnel hasta la curva donde enlaza la calle Menorca soló tuvo vías férreas desde que inauguraron el 27 de noviembre de 1967 la variante ferroviaria por Fuente San Luis.

El mismo lugar en noviembre de 2023.- Esteban Gonzalo

Como se ve en la instantánea tomada el 4 de noviembre del año pasado, en la parte este de la salida sur del túnel hay pocas construcciones, y de ellas varias en fase de ejecución por la excesiva demora en la realización de la prolongación sur del soterramiento que permita prolongar la avenida de Francia, la calle Luis García-Berlanga Martí y el paseo de la Alameda.

Texto de Esteban Gonzalo Rogel

viernes, 7 de junio de 2024

HACIA LA CALLE LAURIA

 

En la primera década del siglo XX

Por su dirección, se intuye que el vehículo carroza se dirige hacia la calle Lauria, y al mismo tiempo nos hace pensar en la posibilidad de que tras recoger a algún viajero por su llegada a la estación de ferrocarril de José Campo, construida en el año 1852, en una época en la que ya había tomado el nombre de Estación del Norte.

El probable viajero debía ser de condición ilustre, toda vez que el gentío atento a su paso así lo justifica.

El arbolado de la calle Sagrario de San Francisco, anexa a la plaza, entre las calles Lauria y Barcas, nos informa de su periodo invernal, cuando estaba en fase de derribo el Barrio de Pescadores del que en la foto vemos el lateral de uno de sus edificios.

Las pilastras de entrada a la Estación de Ferrocarril nos fijan su acceso principal, y a su espalda, la manzana en la que se concentraban la Iglesia de San Rosa de Lima, la Casa de la Enseñanza -sede del Ayuntamiento y el antiguo Hospital de la Reina, que tras la fusión del conjunto en su solo cuerpo, surgió el actual Ayuntamiento inaugurado en el año 1930.

Adivinamos al fondo las calles Sangre y En Llop, con el palacio de Jura Real que se muestra inconfundible.

El aspecto de la zona que nos ofrece la foto, correspondiente a la primera década del pasado siglo, nada tiene que ver con la importante remodelación que se llevaría a cabo en la década de los treinta de la mano del arquitecto municipal Francisco Javier Goerlich, con su triangular y elevada “tortada central” de la plaza Castelar. Las vías tranviarias eléctricas conectaban la plaza Castelar con Ruzafa, cuando los “tranvías de fuerza” iban desapareciendo de la ciudad.

miércoles, 5 de junio de 2024

UNA ESCAPADA ROMÁNTICA POR LA ALAMEDA

 


Una fotografía romántica de 1920, posiblemente de domingo, buscando el recreo por el Paseo de la Alameda.

Podría ser que la luz fuera otoñal ya que los álamos, que longevos aún se conservaban, no habían perdido todavía su follaje, pero sí por las vestimentas de los paseantes se podría decir que ya hacía frio.

Punto de encuentro de la burguesía valenciana que ya había tomado nota de la moda de los años veinte. De reciente uso las medias de seda con bordados, zapatos de tacón bajo y cómodo. Los complementos vistosos y en ocasiones algo extravagantes. Los collares de perlas, los guantes posiblemente de “Camps”, los textiles naturales, como la seda o el hilo de algodón, puede que de “El Ángel de Plata”, para lentejuelas, hilaturas y bordados se surtían bien en “Las Ollas”, para los grandes sombreros ya estaba “Albero”. Algunas más atrevidas vestían de forma andrógina, con trajes de pantalón y chaqueta, incluso con chaleco, aunque el toque de feminidad lo daban con piel en puños y cuello. Los hombres también se atrevieron con el cambio de moda y las telas para los pantalones se convirtieron en más livianas y con tonalidades más claras. Los bolsillos de las chaquetas con tapas. Solían usar los colores grises, azules marrones o verdes.

Un bonito paseo bajo la sombra de los álamos y reencuentros o nuevos encuentros que ofrecía una mañana larga para charlar o para lucir. Algunos paseaban en calesa por el suelo de tierra, otros llegaban allí a través de carruaje. En la fotografía se ve uno de ellos parado junto al desnivel de la zona ajardinada, con algo de inclinación, cuando todavía no estaba la zanja que más tarde separó una zona de la otra con el fin de recoger el agua de lluvia y la tierra no se erosionase.

Texto de Amparo Zalve

lunes, 3 de junio de 2024

NOU MOLES. PARROQUIA DE SAN FERNANDO REY

 IGLESIAS, CONVENTOS Y MONASTERIOS DE VALÈNCIA


La Iglesia Parroquial de San Fernando Rey la tenemos localizada en la calle de Almoines nº 1, en el barrio de Nou Moles. Construida básicamente con ladrillo cara vista en la segunda mitad del siglo pasado, presenta un aspecto ligero y moderno con unas finas cruces junto a las dos puertas de entrada. Una de ellas, la lateral, dispone de un pequeño atrio animado con unas palmeras.

Vista general de la Iglesia de San Fernando Rey. Foto E. Goñi, mayo 2021.

Destacable la falta de campanario o de espadaña, ni siquiera hay un altavoz.

Vista frontal de la Iglesia. Foto E. Goñi, mayo 2021.

Para su visita, aparte de la bici, es recomendable utilizar las líneas de EMT nº 67, C-3.

Texto de Enrique Goñi Igual

sábado, 1 de junio de 2024

EL BARCO DE AGUA EN EL PASEO MARÍTIMO

El barco de agua.-2001.- Esteban Gonzalo

“Nos veremos en el barco de agua” fue en los primeros años de este milenio una frase habitual entre los habitantes de la ciudad de Valencia que con cierta asiduidad acudían al Paseo Marítimo, que contornea las playas del Cabanyal y la Malvarrosa, para deambular apaciblemente y acomodarse, si les interesaba, en uno de los muchos establecimientos de restauración. Además, fina arena, escaso declive y manso mar, invitando al baño en verano y en soleados días de primavera y otoño.

Se referían a un monumento situado casi en la parte media del paseo cuya taza tiene señalizada la rosa de los vientos y los nombres de los que predominan en la zona (Tramuntana, Gregal, Llevant, Xaloc, Migjorn, Llebeig, Ponent y Mestral), mientras que la parte central es una estilizada barquita a vela de las utilizadas antaño por los pescadores del Cabanyal, que está completa cuando lanzan agua los numerosos agujeros de un ligero armazón de tubos de aluminio y, más bella cuando está iluminada.

El barco, palmeras y las grúas del puerto en lontananza.- 2019.- Esteban Gonzalo.

La barca con la proa orientada al SE, como impulsada por el “Mestral”, el fondo de palmeras y la playa, es una de las imágenes más captada para recuerdos familiares por conciudadanos y visitantes.

Llamativa y además refrescante para quienes en un día ligeramente ventoso se sitúan a contraviento.

Monumento de aluminio, mármol y granito, diseñado por el Ciclo Integral del Agua, e inaugurado el 15 de diciembre de 1999 en recuerdo y homenaje a los calafates y pescadores del Cabanyal, que fue noticia en Ven Aquí Valencia en junio del 2002 y en Top Turisme en agosto del mismo año.

Su funcionamiento estuvo paralizado entre el 2013, cuando temporales marinos y lluvias inundaron la sala de máquinas y deterioraron la instalación, y el año 2018, finalización de la restauración con instalación de nuevo equipamiento eléctrico de bombeo y alumbrado, éste con 150 foquitos de tecnología LED de bajo consumo, totalizando una inversión de 72.000 euros. Mantenimiento dependiente de Parques y Jardines Singulares y la Escuela Municipal de Jardines y Paisaje.

Bello de día y de noche.

Texto de Esteban Gonzalo Rogel