jueves, 13 de junio de 2024

UNA BAJADA DE SAN FRANCISCO MUY GRÁFICA

 


Mirando una calle ya desaparecida hace muchos años, mirando sus comercios... ¡Qué buena información!, la gráfica.

Era una calle pequeña en longitud, pero que podría ser lo que llamaría la “ Milla de oro” de principio de los años veinte, como refleja el año de estas dos postales, 1920.

Pertenecen al final de la Bajada de San Francisco, llamada así por el cierto desnivel de la corta calle que discurría desde la Plaza de Cajeros hasta la calle Barcelonina en paralelo con la Plaza de San Francisco. Para que no haya duda he aquí el plano reducido:


Como ya he dicho, esta vez trataremos la última numeración, la que llega hasta la plaza de San Francisco y en otra ocasión la otra mitad, hasta llegar a Plaza de Cajeros y su confluencia con la calle San Vicente.

Para comprenderlo bien habría que juntar las dos fotografías que están señaladas. En una se visualiza mejor la zona izquierda y en la otra la derecha.


Entramos en los números impares, los de la zona de la izquierda: La relojería Carbonell en el 31, se ve bien el reloj en su fachada. Un relojero que inventó el despertador “Cudolet“, y en su escaparate daba cuenta de ello con un gran capazo lleno de estos relojes a reclamo por 9 o 10 pesetas. A su lado, la zapatería de Enrique Presencia, en el 29. En el 27, la camisería de Salvador Gamborino. A continuación, en el 25, una imprenta donde se despachaban libros rayados, y papel de fumar. Y en el 23, una tienda de loza, cristal y porcelana en el bajo, donde también había en piso el dentista Jesús Montolio y una modista.

En los números pares: La Fonda Esmeralda, que se lee bien en su fachada, con chocolateria, esto en el número 34. Unas casas más allá, en el bajo del 28, la pastelería Alcaraz. Y siguiendo los pares, en el 26, la peluquería de José Espí, con practicante incluido.

Ahora faltará la segunda parte con menciones interesantes. ¡ Hasta la próxima !

Texto de Amparo Zalve

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