martes, 26 de julio de 2022

FARMACIA ROYO, LA CATEDRAL DE LA MAGNESIA

 

Farmacia Royo - Años 20.

Si no hay que confundir la gimnasia con la magnesia, los valencianos del cap i casal lo hemos tenido siempre muy claro. La mayor evidencia de ello se manifestaba en la esquina de la calle Ruzafa 37 con Cirilo Amoros 1, donde la ya centenaria Farmacia Royo fue todo un referente desde 1879. La magnesia efervescente de D. Adolfo Royo ocupaba todas los botiquines domésticos y significaba el mejor alivio para los trastornos estomacales.

Su venta y en exclusiva en la farmacia situada en la calle  por unos años nominada de Pi y Margall, una de las más concurridas de la ciudad, hizo que fuera uno de los establecimientos de mayor popularidad.

Y con los años, tal era su popularidad, que su mayor publicidad se evidenciaba en la prensa, donde, además de la que se publicitaba con su nombre, otras tiendas  y negocios proximos se anunciaban con su vecindad a la Farmacia Royo, la mejor llamada para su propia localización.


Entre sus muchos fármacos, los sellos pilulares del Dr. Deschamp aseguraban el adelgazamiento corporal, el fin de la obesidad.

El Ferinol ponía punto y final a la Tosferina; al igual que el Agua de Rocafort que era la "curación segura" para las enfermedades del estómago, higado, riñones y la diabetes.

El Disco Ebar hacía desparecer los dolores de cabeza en cinco minutos, todo un prodigio. 

Para la tos las Pastillas Aspaine, que de forma radical aseguraban su desparición por el módico precio de 1 pts. la caja.

Farmacia Royo aseguraba la salud y la magnesia fue su principal reclamo.

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