jueves, 3 de octubre de 2019

EL MERCADO DE MOSSÉN SORELL


Mercado Mossén Sorell con una corona en la cumbre de la cubierta en 1930. Autor anónimo.- pinterest

El recoleto mercado de Mossén Sorell ocupa el centro de la rectangular plaza de su nombre en el barrio del Carmen, al que afluyen las calles Corona, San Ramón, Santo Tomás y Sogueros, y con un alargado apéndice linda con la calle Alta. Nombres que suenan a ubicaciones de fallas pequeñas, como las antiguas, adaptadas a estrecheces viarias y económicas, pero con derroche de sátira que las hace muy atractivas e hilarantes para los visitantes.

Diseñado por el arquitecto Ángel Romaní e inaugurado en 1932, el mercado ocupa parte del solar que quedó tras el derribo del palacio que mandaron construir Tomás Sorell y Sagarriga y su mujer Eleonor de Cruilles, señores de Geldo, Sot de Ferrer y Albalat de Codinate, posteriormente Albalat dels Sorells, en la segunda mitad del siglo XV, y fue destruido por un incendio intencionado en 1878. Mossén Sorell, sacerdote y heredero del solar, lo cedió para que construyeran un mercado con su nombre.

Foto Esteban Gonzalo

Es de estructura metálica, con laterales acristalados que le aportan mucha luz natural y protegen de rigores climatológicos a vendedores y clientes. Desde la última reforma, culminada en el año 2008, su parte central está habilitada para actividades culturales y de ocio, opinando los vendedores que debería estar más aprovechada.

Fue remodelado, con menos palcos pero más amplios, para adaptarse a la menor población del barrio y que sus ofertas sean también atractivas para otros conciudadanos capitalinos y turistas. Un lugar donde además de poder comprar excelentes carnes, embutidos, quesos, conservas, pescados, crustáceos, encurtidos, salazones y aceites, con la Charcutería José Verdeguer, la Ostrería del Carmen y Vinostrum, como importantes alicientes añadidos, se puede disfrutar tomando unos vinos o cervezas acompañados de tapas, y saborear plácidamente un café o sus variantes. Para facilitarlo, además de las mañanas también abren los jueves y viernes por la tarde, siendo de tipo extraordinario el mercado de los sábados, con tenderetes de flores, plantas, frutas y verduras, en el exterior del edificio.

Foto Esteban Gonzalo

Un mercado de barrio, que sin perder su base de venta de productos frescos, tiene el añadido de los tipo gourmet y se ha convertido en punto de encuentro familiar las mañanas de los fines de semana.

Un mercado cuya cúspide coronada, según foto de autor anónimo de 1930, fue sustituida por el pináculo que ha perdurado.

Texto de Esteban Gonzalo Rogel 

1 comentario:

  1. En los años 40,y desde la Pl.Moncada(Junto Pl.Virgen)venía mi madre a comprar aquí,y estaba repleto de gente.Alguna vez la acompañé,siendo niño.

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