El sexenio revolucionario fue rico en acontecimientos, y de grandes esperanzas representadas en “la Gloriosa” que, no obstante, no llegaron a concretarse.
El pronunciamiento del brigadier Topete, llevó al exilio a la Reina Isabel II en septiembre de 1868.
El pronunciamiento del brigadier Topete, llevó al exilio a la Reina Isabel II en septiembre de 1868.
Los políticos cogieron las riendas de la vida política, se crearon las Juntas Locales Revolucionarias en los pueblos españoles, se eliminaron los Alcaldes y se hicieron con el poder.
La Junta Revolucionaria en Valencia se pronunció con el mismo orden que entusiasmo, y el capitán general Gasset dejó el mando, después de que en elocución breve, diera cuenta de los sucesos del día.
El pueblo, muy gozoso, se agolpó en la Capitanía General y puso al frente de la Junta a Peris y Valero, con vivas a la soberanía nacional y abajo los Borbones. Todo ello en alegre concierto, con las música por las calles hasta alcanzar la Lonja de la Seda, tal y como se observa en el grabado que rememora los sucesos.
El pueblo, muy gozoso, se agolpó en la Capitanía General y puso al frente de la Junta a Peris y Valero, con vivas a la soberanía nacional y abajo los Borbones. Todo ello en alegre concierto, con las música por las calles hasta alcanzar la Lonja de la Seda, tal y como se observa en el grabado que rememora los sucesos.
Los presos políticos fueron puestos en libertad y la Junta Revolucionaria se mostraba entusiasta. Sin embargo, las ilusiones fueron quebradas en el paso de unos pocos años, mutadas por unas guerras cantonales, entre otras muestras de deslealtad, que las dejaron sin aliento.