viernes, 24 de octubre de 2014

TRAJES A MEDIDA



Pañería en la calle de Adressadors, 7 CA 1915
Archivo de Rafael Solaz

Los trajes se hacían a medida y era habitual ver en un bajo de una sencilla calle, la artesanal tienda de un sastre en cuyo escaparate ofrecía un escueto muestrario de extendidos y ondulados paños.

En su interior había un mayor surtido de telas de suave tacto, tanto para los trajes de verano como para los de invierno.

La primera visita era la necesaria para tomar medidas, y el sastre, con su cinta métrica al cuello, anotaba a centimetros el perímetro del cuerpo. En segunda visita y con almohadilla en la muñeca ensartada de alfileres con cabeza, y con las telas hilvanadas, procedía a ajustar el traje al cuerpo del cliente para su final acabado en unos días después.

Una o dos pruebas más y el traje a medida estaba dispuesto para el día de su estreno.

El cálido sastre de barrio queda en el  recuerdo, y telas, agujas, tiza de sastre, espejos y tijeras, afloran merced a esta foto de en torno a 1915, situada en la calle Adressadors nº 7  que, como otras muchas, fueron engullidas por los grandes almacenes con su insustancial “pret a porter” de venta de trajes, ajustados al cuerpo del cliente tras los pertinentes recortes de mangas y en sus perneras.  

1 comentario:

  1. Un buen traje a media no tiene precio , aunque ahora con el pretexto a porter, salvo en ocasiones muy especiales , no se suele hacer , aunque yo no vivo esa época,eso recuerdo cuando era pequeño que iba con mi padre a que un íntimo amigo satre le cortase un traje , porque había alguna boda o alguna celes ración muy especial a la vista .grqsias a los dos , mi reconocimiento para el gremio de los sastres y buen día . Gregorio

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