1903. En diciembre dos médicos comenzaron una práctica poco común salvando la vida a numerosos niños. Las ciencias adelantaban a pasos agigantados y las incubadoras para recién nacidos eran una novedad tecnológica carísima.
El doctor Ribes y el señor Brosa vieron enseguida sus ventajas y quisieron traerlas a Valencia, aunque el principal problema era el precio. Para todo problema hay una solución. Viajaron a Francia y comprando a plazos 20 del modelo Lión, instalándolas en la planta baja situada en la calle de la Paz número 40 esquina con Bonayre.
Aquellas incubadoras primitivas consistían en una cámara de cristal herméticamente cerrada, el aire corría gracias a un ventilador manteniéndose una temperatura constante de 24º mediante la circulación agua caliente por un serpentín.
Como solución para poder hacer frente a los plazos la planta baja se abrió al público, la gente recorría ordenadamente el local siguiendo una rotonda con una barandilla de madera viendo a los bebés, en el centro se instaló un cajón a modo de hucha en donde se dejaban los donativos.
La gente tomó aquello con un interés explicable. Diariamente pasaban por allí centenares de personas, recaudándose entre seis y setecientas pesetas diarias. Los dos médicos con la ayuda de un grupo de hermanas de la Caridad cuidaban de los bebés y daban las explicaciones pertinentes a los visitantes.
Pasaron cuatro meses y la planta baja apareció cerrada. Nadie sabe qué fue de las incubadoras o de los médicos, aunque no faltan rumores. Unos dicen que montaron la clínica en otra ciudad, otros que se fueron a un hospital. Algunos niños murieron, la mayoría consiguió vivir. Por primera vez en nuestro país se realizó una experiencia masiva para salvar a los niños nacidos antes de tiempo.
Texto de Paco Máñez
Texto de Paco Máñez
Es muy interesante poder ver las imágenes de aquellos tiempos.
ResponderEliminar¡Cuántos adelantos ha habido desde entonces!
Saludos, montserrat
Interesantísimo el reportaje, el texto y las fotos. Como siempre, pero quizá este que trata de los niños "me toca más el corazón"
ResponderEliminarMuchas gracias Julio
Pot ser estos meges inculcaren en Valénecia dos avanços al meteix temps, el fet de salvar chiquets en gestacions irregulars i sobre tot donar-nos a coneixer pel fet de voler ajudar als mes necessitats.
ResponderEliminar¿Que passà en ells? seguix seent un misteri, pero lo que passà en mosatros es de sobra coneixcut. Seguim velant per tots i seguim seent la patria mes caritativa i humanitaria del Mon, a on no soles mos prestem a l'ajuda, deixemque esperimenten en mosatros sense renegar.
Graceis Julio per la llço d'historia, i pensa soles una cosa. Aixo en atra capital del Mon haguera segut impossible. Ningu com Valencia per a donar soport a la ciencia.
Per cert, i molt curios, mosatros forem l'unica ciutat europea que celebrà el centenari de Darwin. Mira que som ilusos ;)