jueves, 28 de marzo de 2019

CARICATURAS FERROVIARIAS - IV - Sierra Menera y La Panderola

Caricatura de Miguel Angel García Pozas

Entre el Puerto de Sagunto y Ojos Negros, en la Sierra Menera, provincia de Teruel, hubo entre 1906 y 1972 un ferrocarril de ancho métrico y 204 kilómetros de longitud utilizado exclusivamente para el transporte de mineral de hierro. Hasta 1923 para exportarlo por vía marítima, y a partir de ese año también para suministrarle a la Siderúrgica del Mediterráneo, construida en el citado Puerto de Sagunto.

Línea con dura rampa en los 130 km. entre Sagunto y Puerto Escandón y entre Teruel y el citado puerto (19 km.) y hacia Ojos Negros (58 km.), con el añadido inconveniente de las nevadas

Casi todo su trazado, hasta las cercanías de Santa Eulalia (Teruel), era paralelo con el del Ferrocarril Valencia-Calatayud. Duplicidad de infraestructuras, cuando con una adecuada hubiera sido suficiente, según demostraron resultados posteriores, que permitió el gobierno en lugar de intervenir para acercar posiciones económicas entre ambas compañías, máxime en un país donde tantas zonas estaban necesitadas de obras públicas.

Para mejorar la cobertura de la explotación minera fue suprimido el 1 de julio de 1972 y traspasado el transporte de mineral a la vía ancha que ya estaba gestionada por Renfe.

Dibujo de Miguel Angel García sobre la pericia y conjunción que tenían los maquinistas y los fogoneros, éstos con paladas contínuas de carbón al hogar de las grandes locomotoras de vapor, para remolcar o retener, según tramos y ayudados por el freno Westinghouse, pesados trenes con mineral o largas composiciones de tolvas vacías. Fue publicado en AVAF en mayo de 1983.

Con 75 cm. de entrevía, el Tranvía con motor a vapor de Onda al Grao de Castellón, fue el trenecito de vía más estrecha con servicio público de viajeros y mercancías de la Comunidad Valenciana. Su circulación era consustancial con La Plana de Castellón, de cuyo paisaje formó parte setenta y cinco años. Generalizadamente lo apreciaban por lo que ayudó a fomentar la agricultura, principalmente el cultivo de naranjos, impulsar la industria azulejera de Onda y servir de acicate para la construcción del puerto de Castellón, ya que tuvieron que utilizar inicialmente un embarcadero que se adentraba desde la playa para acercar a los barcos los vagones cargados con cajas de naranjas y azulejos.

El 13 de agosto de 1888 fue inaugurado el tramo entre Castellón y su Grao, el 31 de octubre del año siguiente la sección hasta Vila-real y el 17 de abril de 1890 la continuación hasta Onda. También hubo entre 1907 y 1963, con dos periodos intermedios de inactividad ferroviaria, un ramal entre Vila-real y el embarcadero primero y puerto después de Burriana.

Facilitó los desplazamientos masivos a la playa de Castellón, con el récord de 27.324 viajeros el 29 de junio de 1956, festividad de San Pedro, a los toros y a cuantos festejos celebraban las poblaciones de su recorrido. Pero en los últimos años cincuenta del siglo pasado era testimonial el transporte de mercancías y sólo llevaba muchos viajeros en verano. Ello, junto con el peligro de sus largos tramos en continuo paso a nivel por el centro de Castellón, Almassora y Vila-real, motivó la clausura de este ferrocarril de 39 km. de longitud el 1 de septiembre de 1963. Los postes de su desestimada electrificación fueron utilizados para una línea de trolebuses que entre el Grao de Castellón y Vila-real sólo prestó servicio entre 1961 y 1966 y fue un gran fracaso.
La Panderola

El marchar apresurado de las locomotoras del trenecito, con pausas o frenazos al menor riesgo, principalmente en los tramos urbanos, y su negro charol original, motivaron el apodo, cariñoso y familiar de La Panderola, cucaracha en lengua valenciana, por su similitud con el correr de ese coleóptero.

El caricaturista Miguel Ángel García reflejó en el boletín AVAF de noviembre de 1984 la enorme cantidad de viajeros que durante el verano transportaba La Panderola hasta la playa del Grao de Castellón y la salida rápida de éstos para ocupar buen sitio, como sigue ocurriendo ahora por doquier.

Texto de Esteban Gonzalo Rogel

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