En 1954, por encargo de la Comisión del Parador del Foc,
Salvador Dalí diseñó la falla de la plaza del Caudillo, hoy en día plaza del
Ayuntamiento. En aquella época no existía falla municipal y se hizo cargo la
Comisión del Parador del Foc durante unos cuantos años. Anteriormente al Foc se hizo cargo de la
falla, el So Quelo.
Por ese precio hizo su primer y único trabajo fallero y además diseñó la insignia para el Parador del Foc, que representaba el esqueleto de una mano, con los dedos en llamas, y la firma de Dali. Tengo entendido que se hicieron pocas unidades, por lo que hoy están muy buscadas por los coleccionistas.
La Falla no fue entendida por los valencianos y tuvo muchas críticas. El artista fallero tuvo muchos problemas para realizarla. Representaba una corrida de toros con la plaza en una perspectiva diagonal, difícil de realizar. En la parte alta un extraño helicóptero, medio libélula, transportando un toro muerto. También incluía un torero con alas de mariposa, un enorme busto, mitad cara de Dalí, mitad cara de Picasso y, no podía faltar, Gala, su musa y esposa; y el público lo forman piernas, brazos y cuerpos que salen por los laterales de la plaza.
Actualmente, desde hace algunos años, hay fallas llamadas
experimentales que, como ésta, tienen un diseño innovador y diferente a los
clásicos. Salvador Dalí se adelantó a su tiempo, muy criticado en su momento,
pero ahora se considera que fue una aportación artística memorable en la larga
historia de las fallas.
Texto y fotos de Charo González de Cárdenas Linares
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