1921- En la primera década del siglo XX la vieja aspiración de que El Grao de Valencia dispusiera de un puerto de primer orden, capaz de recibir con plena garantía en el interior de su dársena los barcos de mayor calado, iba convirtiéndose en una realidad.
Desde 1869 se habían puesto en marcha las obras diseñadas por Juan Bautista Llovera y el puerto iba tomando su peculiar forma que garantizaría la actividad marítima protegido por dos diques que cerraban la dársena.
Conseguido el propósito era de necesidad construir un edificio que le diera la personalidad debida y al mismo tiempo útil para dar cabida a los servicios básicos que la autoridad portuaria exigía. Y con esta idea se inicia en 1914 un edificio diseñado por Federico Gómez de Membrillera, a semejanza de la estación ferroviaria de París-Lyon.
Emblemático "edificio" conocido como "del Reloj", de rica arquitectura y porte señorial, con una torre que muestra en lo alto de su perímetro cuadrangular cuatro relojes, estuvo destinado en un principio como sede central de la actividad portuaria y como estación marítima, con prestación de servicios de Correos, Teléfonos y Telégrafos en planta superior, tan necesarios en su actividad comunicativa, con despachos para la Presidencia y Junta de Obras.
Entró en servicio en 1916 y vemos el aspecto que ofrecía pocos años después, en 1921. Reconstruido tras la Guerra Civil, en la actualidad presta su servicios para exposiciones culturales.
Edificio del Reloj, Escalera Real, golondrinas a la “gita”: páginas de nuestras vidas que pasan movidas por la brisa del mar, amarillentas de salitre, mientras que el pescador de caña se esconde por tinglados de nostalgias.
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