sábado, 5 de septiembre de 2015

EL MAUSER

Archivo Rafael Solaz

Era lo que procedía cuando llegaba el turno del servicio militar. La hora de entrar en la mili, la hora del relevo, que en lo esencial, consistía en reemplazar a la novia que se quedaba en su casita por un nuevo acompañante, al que te debías durante las 24 horas y hasta la hora de la "verde", que así se citaba el día de la licenciatura. Si el cambio lo aceptabas de buen humor, el mal se hacía más llevadero.

Y me refiero al viejo y práctico fusil mauser al que de inmediato le dedicabas tu amor, épico y bizarro, que a la sazón tenía momentos de un gran protagonismo en la hora del tiro. Campo de fuego donde con correas y munición ajustabas la puntería.

En la foto de 1952 y en los cuarteles de la Base Aérea de Manises, un grupo de soldados posan para el recuerdo en jovial camaradería, mostrando a la gentil "novia" entre marciales sonrisas y pichis con amplias perneras.

Luego supe que fue Tomás Trenor Palavacino, militar y primer Marqués del Turia, quien había sido el encargado de negociar con la casa Mauser alemana, la incorporación al ejército español de un arma que iba a ser útil para adiestrar al soldado español en sus horas de instrucción y durante un larguísimo periodo.  Pero esta es otra historia.

1 comentario:

  1. Hola. Me gustaría entrevistarle para mi programa Universo Audio, de UPVRadio. Si accede, puede contactarme en rickymango, arroba, gmail punto com. Gracias.

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