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miércoles, 13 de noviembre de 2013

EL LANDÓ

LANDO 1926

1926 – Su recuerdo, salvo su presencia en ocasión de algún evento decimonónico, nos sirve para rememorar nostálgicos fastos en especial en los días de bodas -aunque también prestaba su servicio para trasladar a las autoridades ante actos de especial relevancia- que por el número de caballos utilizados no dejaba duda de la elevada clase social a la que pertenecían los novios. Y aunque entró en desuso con el nuevo siglo ante la aparición del automóvil, que también era señal entonces de lujo y ostentación, el landó siguió utilizándose hasta avanzado el nuevo siglo. El cochero y el postillón lujosamente vestidos, así como el mayor número de caballos no dejaban duda alguna de la alcurnia de la feliz pareja, que una vez terminado el enlace matrimonial, era conducida hasta el lugar donde se iba a celebrar el ágape nupcial, no sin antes acudir al estudio fotográfico para perpetuar el día de la boda. Ante la Iglesia del Temple vemos con todo su esplendor un landó con seis enjaezados caballos posando ante el fotógrafo, dispuesto con su elegante colaboración a dar mayor suntuosidad a tan feliz jornada.

4 comentarios:

  1. Muy bonita la foto y muy interesante la explicación. Gracias y buen día para todos. Gregorio

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  2. Mi mayor tuvo el capricho en el año 2000 para su boda, claro que mucho mas sencillo.

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  3. Gregorio, gracias a ti y también te deseo un buen dia.
    Un abrazo

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  4. Marcos, pues está muy bien darse ese capricho, al mismo tiempo se hace historia de nuestro pasado.
    Un abrazo

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