Colección Salvador Monmeneu
Fue en el año 1951 cuando en el interior de la XXIII Feria Muestrario Internacional se instaló el Pabellón Marroquí por vez primera, lo que supuso con la presencia de sus expositores y el tipismo de sus amplios y típicos vestidos de manga larga y capucha, una novedad que causó gran regocijo especialmente entre los asistentes jóvenes. Destacaban sus ofertas de exóticos perfumes, así como las de sus productos cerámicos, las de pequeños muebles artesanales y de objetos de metal, entre otras curiosas novedades que nada tenían que ver con el resto de expositores occidentales. Vemos en la foto su cerco almenado en el que sobresale la torre marroquí. Y ya en el exterior, el Palacio de Ripalda como bello vecino del recinto ferial.
Parece que los esté viendo, sentados con el cincel labrando las bandejas doradas. Y luego a tomar el Flan Chino Mandarín, con el gorrito chino de color roja.
ResponderEliminarJuio como indicas,al fondo el Palacio de Ripalda.
ResponderEliminarHuellas del pasado,foto bella e inedita por mi parte.
Un abrazo.
Marcos, uno de los principales atractivos de visitar la FMI era precisamente hacer buen acopio de propaganda y si era de desgustación, pues ni te digo. Como el Flan Chino Mandarín, sí señor.
ResponderEliminarSaludos
José Luis, tienes razón y gracias por la exquisitez en anunciarme el lapsus. Efectivamente, el Palacio de Ripalda.
ResponderEliminarUn abrazo.