Ca. 1960 - El carro para el huertano valenciano representaba el necesario medio de transporte para su cotidiana faena. Cercana la huerta a la ciudad, a ésta se dirigía con mucha frecuencia y ver a su dueño guiando su destino por las calles de Valencia era el símbolo más representativo de los campos al cultivo de hortalizas, enriquecidos por sus frutales y aromatizados por el azahar. Es frecuente en las fotos de la Valencia más antigua, incluso en las de hasta pasado medio siglo del XX, en las que se puede observar un carro desplazando su lento caminar por las calles y plazas de la ciudad, sea en una postal donde se muestra la singularidad de un bello edificio, o la amplitud de cualquiera de sus más largas y anchas vías. El carro de la fotografía en la plaza del Dr. Collado nos indica la existencia de una de las tiendas más emblemática de la Valencia huertana: la “Hija de Blas Luna”, que desde hace más de cien años, aparte de su especialidad en telas metálicas, surte de una gran variedad de elementos útiles para quienes laboran la tierra, con el único cambio en el tiempo, por citar uno de los muchos ejemplos, del abandono del esparto por el plástico en un simple capazo, otrora artesanal, pero que antes como ahora, dan a su fachada tan peculiar carácter con sus cedazos y otros utensilios.
Cuántos kilómetros de vida y de esfuerzo en esas ruedas y en la resignación del inmóvil caballo.
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