Esta es la visión que se ofrecía desde la avenida del Oeste con el inicio de la calle del Hospital en torno a 1950, en una zona que por la apertura de una nueva reticula urbana, las "obras en la ciudad" se perpetuaron hasta la década siguiente.
El carro con su tonel es una singularidad que si pudiera ser de vino, sin embargo no se me antoja, más bien sea de agua para auxilio de los obreros. Aún resiste a la piqueta el frontal de la calle Actor Rivelles con sus viejas casas de tres alturas, a la espera de su hora.
Vemos el edificio de la CNS en sus últimos años de construcción, que albergaría el sindicalismo vertical franquista durante sus años de vida.
Y junto a él, el edificio donde se ubicó el cine Oeste cuando finaliza la década de los cincuenta, que ofreció por vez primera en Valencia el Cinerama, “la más espectacular y maravillosa atracción del Mundo”.
El solar que observamos fue utilizado como feria ambulante en las fiestas navideñas, con su “tobogán” como atracción principal, que recuerdo con la añoranza de mi juventud. Si te ofrecias para subir a su alto las resbaladizas alfombras cargadas a tu espalda, la bajada gratuita estaba garantizada.
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