miércoles, 15 de marzo de 2023

BUNYOLS BIENVE DESDE 1928

1928.- Bienvenida con empleadas.- Archivo Familia

Faltan pocos para cien años desde que Bienvenida Garrigues Luján comenzó a hacer buñuelos tras casarse con José Higón que tenía un bar en la plaza de Russafa.

A partir de los veinte años su hija Amparo comenzó a ayudarle, pero al afectarle esclerosis múltiple, su nieta Amparo tuvo que sustituirle con sólo once años, y hasta ahora, que con 66 es puntual a la venta de buñuelos, actualmente junto a la Heladería Glasol, en el número 22 de la avenida Reino de València esquina con la calle Pintor Salvador Abril.

Años sesenta.- Archivo Familia

Pero entre el primer lugar y el actual fue un peregrinar de ubicaciones: por derribo en 1959 del edificio de la plaza Ruzafa se trasladaron, provisionalmente, a la calle Clero para retornar en 1966 al nuevo inmueble donde montaron el Bar Bienve. Y de allí al Bar Clemente, a la horchatería La Flor de Ruzafa en la calle Carlos Cervera, en el año 2000 a una barraquita para hacer buñuelos delante de Bimbi, negocio de Jesús Barrachina en la Gran Vía Marqués del Turia que cerró tras su fallecimiento, y desde el 2018 el último traslado.

1968.- Amparo Bonet con su abuela.- Archivo Familia

Su abuela y su madre fueron hijas únicas, pero Amparo Bonet Higón tiene cinco descendientes, cuatro hijas (Celia, Amparo, Leticia y Adriana) y un hijo, Rafael, que le ayudan en la preparación y venta de buñuelos.

Amparo Bonet en la barraquita.- 2023.- Esteban Gonzalo

Tan extendida es la fama de la calidad de sus buñuelos de calabaza, que incluso con cálculos optimistas se quede corta dos semanas antes de los días grandes de la fiesta, como pude comprobar cuando le visité el 1 de marzo. Pero con espera breve, ya que previsoramente había ultimado la preparación de más masa.

Amparo, Leticia y Amparo Bonet en la barraquita.- 2023.- Esteban Gonzalo

También, y lo anuncia, hace por encargo buñuelos con higos borrachos. Fue una idea de un grupo de amigos en la horchatería La Flor de Ruzafa, cuando dijeron lo buenos que estaban los buñuelos mojándolos con mistela y cazalla. Higos que tiene en maceración desde noviembre.

Amparo, Leticia y Amparo Bonet,- 2023.- Esteban Gonzalo

En cuanto a la continuidad, dice Amparo que su abuela, que estuvo haciendo buñuelos hasta los 80 años, le hizo prometer que para no perder el oficio y seguir la tradición familiar tenía que enseñarles a sus hijos a hacer buñuelos, ya que si no “saldré y te arraparé”.

Texto de Esteban Gonzalo Rogel

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