En la segunda década de los felices años veinte en las carteleras de espectáculos de la prensa local abundaban los teatros. El cine en su versión muda iniciaba su andadura y el interés por la cinematografía aumentaba en sus adeptos. En diciembre de 1919 el anuncio del estreno del Cine Moderno en la calle Rojas Clemente, que conectaba la de San Vicente con la plaza Castelar de corto recorrido causó emoción a los aficionados por la pantalla iluminada.
El día de San Lucía abrió sus puertas bajo la batuta de su propietario don Blas Cortés con la pretensión de ampliar sus negocios en un sector en el que se movía con amplio conocimiento.
El local cumplía con creces los deseos del aficionado al cine mudo, con muy buena disposición en sus butacas, y una elegante decoración combinada por variados detalles que destacaban por su riqueza artística.
Un variado programa de películas elegidas con tino por el sr. Cortés sorprendió a la concurrencia que llenaba la sala. Películas de la casa Ajuria de las que "La niña de los besos" se presentaba como la estelar de la noche.
El local estuvo en uso hasta mediados 1929, al ser demolido por las obras de ampliación de la plaza Castelar.
El publicitario del cine Moderno nos sirve para conocer el aspecto de la calle de Rojas Clemente.
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