Museo Fallero años 70
El Museo Fallero de València, un compendio expositivo que a los visitantes les informa sobre la principal fiesta del ámbito de la Junta Central Fallera, la Ciudad y los municipios de Burjassot, Mislata, Quart de Poblet y Xirivella, cumple 50 años.
1934.- En la primera exposición del ninot.- Biblioteca Valenciana.
Gran exposición
donde están los ninots y grupos que por votación popular se han librado
del fuego purificador de cada 19 de marzo desde 1934, excepto los años bélicos
1937/1939, con el añadido, desde 1963, de los indultados anuales de las fallas
infantiles.
Museo donde no están los indultados del año pasado, ya que, al anular los festejos por la pandemia del coronavirus, esperan poderlos colocar en sus fallas correspondientes, las guardadas del año pasado, el próximo mes de marzo, y después los llevarán a la exposición permanente.
El audiovisual
del vestíbulo del museo es el mejor preámbulo antes de iniciar la visita en las
dos plantas de que consta para ver figuras o escenas divertidas, satíricas,
jocosas o enternecedoras, que protagonizan la temática que para concursar
tuvieron más importancia según épocas, con información del año y falla donde
estuvieron plantados, artista que los hizo y con qué materiales.
Los ninots,
los protagonistas falleros, a mitad del siglo XIX los construían con un
esqueleto de madera o alambre con estopa y revestidos con ropa vieja, una
careta, y si acaso viejos calcetines y guantes rellenados con paja para
conformar los pies y las manos. A partir de 1863 tuvieron la enorme mejora
artística de la cara y las manos realizados con cera, en los años treinta del
siglo pasado se fue estandarizando el uso del cartón con su apogeo en los años
cincuenta, que fue mayoritariamente sustituido por el poliéster reforzado con
fibra de vidrio en los años setenta, y a su vez desplazados, generalizadamente,
desde los años ochenta por el corcho blanco, material que permite esculpir
directamente las figuras.
Completan la
muestra carteles ganadores y finalistas desde 1921, retratos de las Falleras
Mayores desde 1995, fotografías de Fallas que obtuvieron el primer premio y
cambios en los sistemas de montajes, siendo “al tombe”, el antiguo modo
de plantar la falla que continúan realizando algunas comisiones y otras
lo han recuperado, pero coincidiendo con fallas pequeñas y la mayoría en el
centro histórico de la ciudad. Y para no olvidar la pólvora hay una mascletá
en maqueta.
Además de la
valía artística de las figuras y grupos expuestos llama grandemente la atención
de los visitantes, si se lo dicen ya que no consta en los letreros
informativos, el ingenio y gracia de los artistas para soslayar, con doble
lectura y apurando al máximo posible, las limitaciones de expresión en épocas
de censura. Por ello es recomendable ir con guía que explique lo que el turista
no ve hasta que subsanen el error. Mientras que en algunas figuras o escenas el
mensaje es fácilmente perceptible en otras no, tanto en la referida época con
censura como posteriormente.
QUINCUAGÉSIMO ANIVERSARIO
El Museo Fallero está instalado desde 1971 en el antiguo convento de la casa
misión de San Vicente de Paül, que fue acabado en 1831 y tras la
desamortización tuvo múltiples usos, entre ellos prisión, cuartel y almacén,
hasta que finalmente lo compró el Ayuntamiento de València, excepto la iglesia,
Santuario de Santa María de Monteolivete, que está abierta al culto.
Museo rehabilitado y reestructurado a principios de los años noventa del siglo XX, reinaugurado en 1995, y en el 2016 homologado como Museo oficial de la Generalidad Valenciana y nuevamente reestructurado en sus planteamientos museísticos, siendo una de las novedades la puesta en marcha de la sala de exposiciones temporales "Josep Alarte", como homenaje al promotor del museo y dedicada a muestras antológicas de la obra de artistas falleros.
En la larga
historia fallera siempre ha habido algún indulto por deseo de las comisiones u
orden de las autoridades, pero salvar ninots oficialmente se debe a la aceptada
propuesta del artista Regino Mas, de indultar una figura o grupo cada
año a partir de 1934. El día 19 de marzo de ese año una comitiva llevó el
primero, una abuela con su nieta, al Palacio de la Exposición,
sede de un Museo del Folklore que no cuajó.
El Museo Fallero es muy atractivo e interesante, pero con arduo problema de falta de capacidad. Por ello, es urgente ampliar el espacio expositivo ocupando el resto del edificio ex conventual, donde actualmente está la Junta Central Fallera, o buscar otro lugar, siendo el céntrico y casi desocupado gran edificio de Correos, uno de los estudiados. En su amplio y bello vestíbulo cabría una falla muy representativa. Sería un gran museo acorde con la importancia internacional de las Fallas, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Desde el 17 de febrero del 2020 hay un protocolo general de actuación para potenciar institucionalmente la red valenciana de museos falleros, estando adscritos los de Alzira, Cullera, Gandía, los dos de València (Fallero y Artista Fallero) y el de Xàtiva.
El ex convento
y su iglesia resaltan grandemente con su estilo colonial en el entorno de los
modernos edificios de su vecina Ciudad de las Artes y las Ciencias.
Plaza de
Monteolivete nº 6.- Horario visitas:
lunes a sábados de 10 a 19 horas, domingos y festivos de 10 a 14 horas.
Texto de Esteban Gonzalo Rogel
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