El monumento fallero es puro arte. Arte e ingenio, y como toda obra artística, necesitado de un lugar donde exponerse. De él, sólo se libra del fuego “el ninot indultat” que empezó a
premiarse en 1934. Desde entonces, queda a perpetuidad para el disfrute y
mejor recuerdo de las fallas en su evolución constante.
premiarse en 1934. Desde entonces, queda a perpetuidad para el disfrute y
mejor recuerdo de las fallas en su evolución constante.
Con tal fin se decidió crear el “Museu Faller”, lugar de residencia, y dispuesto para su visita durante todo el año, aunque en los primeros y de forma provisional, fue instalado en el Palacio de Parcent y en el Mercado de Flores de la plaza del Caudillo, hasta encontrar un lugar que lo fuera fijo y permanente.
En la actualidad y desde 1971, la sede (ninost indultats y otras colecciones relacionadas con la fiesta) está establecida en el edificio anexo a la iglesia de Monteolivete, antiguo claustro del convento, que se muestra en la foto de finales los setenta con sus graffitis de índole político, tan característicos en aquellos años.
Que a diferencia de las fallas, ni arte ni ingenio tenían.
Fuente: Javier Mozas y Josep Lluis Marín - (Coordinadores de la “Guía del Museu Faller)
Uno de los lugares que siempre quería comocer y que afortunadamente en mis visitas a Valencia pude ver cumplido. Gracias a todos. Buen día y un abrazo desde Leon. Gregorio
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