1929 - Palacio de los Escrivá y Boil
Caminando
desde la fachada lateral izquierda de la Basílica de la Virgen por la calle del
Almudín, aparece una pequeña plaza que tras tres siglos consecutivos fue
creando una historia cuyos vestigios todavía quedan en pie.
Pocos metros
distan entre tres relevantes construcciones en un cuadrado rincón cercano a la
iglesia de San Esteban. Plaza que ha recibido distintos nombres, según los
gustos de la época, pero que actualmente se llama Plaza de San Luis Bertrán.
El turno lo
lleva el orden cronológico que a los siglos me atengo.
Hubo un tiempo,
a principios del siglo XIV, que sobre un alcázar musulmán se construyó un
depósito donde guardar el trigo, también se vendía. Tan solo era una pequeña
construcción cuadrada con solo una nave
central, sin techo y con el suelo de cantos rodados. Unas bellas pinturas murales
lo adornaron en el XVI con imágenes de comerciantes y los patronos de los
gremios que comerciaban con el grano. Hubo que protegerlo mejor y se instaló
techo en el XVII.
Hasta
principios del S. XX, cumplió su función el Almudín. La fachada que
vemos desde la plaza conserva su conformación original con un pórtico de tres
arcos en su entrada.
En 1439,
frente al depósito de grano, D. Guillén de Escrivá construyó su palacio. Un
precioso palacio de estilo gótico que ha ido cambiando con el paso de los siglos,
que en la actualidad y desde el siglo XVI, uno de sus descendientes,
D. Juan Escrivá se casó con Doña
Jerónima Boil y uniendo ambos linajes, pasó a ser el Palacio de los Escrivá y
Boil.
Lo que en un principio fue estilo gótico, con bellos ventanales en su fachada se modificó, y tan solo destaca en ellos el mayor tamaño de los de la primera planta que indican la pertenencia a las estancias dormitorio. Sí que hay que destacar la escalera gótica interior de acceso a las dependencias desde el patio central, bellísima escalera toda de piedra. Sobre la entrada principal al palacio se tienen sospechas de que fuera otra distinta a la que hay actualmente, la que da a la plaza, pues se han encontrado vestigios de un gran portalón recayente a la calle Conde de Olocau.
Lo que en un principio fue estilo gótico, con bellos ventanales en su fachada se modificó, y tan solo destaca en ellos el mayor tamaño de los de la primera planta que indican la pertenencia a las estancias dormitorio. Sí que hay que destacar la escalera gótica interior de acceso a las dependencias desde el patio central, bellísima escalera toda de piedra. Sobre la entrada principal al palacio se tienen sospechas de que fuera otra distinta a la que hay actualmente, la que da a la plaza, pues se han encontrado vestigios de un gran portalón recayente a la calle Conde de Olocau.
Llegó 1526 y
un acontecimiento ocurrió junto al palacio, en una vivienda contigua. El
nacimiento de un varón que con el tiempo, y con multitud de milagros en su
tierra natal, sería Santo, San Luís Bertrán.
1966 - Inauguración fuente
El que dio
nombre al barrio de la Fuente de San Luís, y al camino por donde recorría,
Carrera de San Luís, cuando enfermo y ávido de beber, le fue recomendada una
fuente en Ruzafa por el camino que llevaba a la Albufera. La fuente obró el
milagro recuperándose del mal y el agua que emanaba de ella se convirtió en
milagrosa.
En 1619 el
recinto de su casa natal fue
transformado en capilla.
En 1966 se
inauguró una pequeña fuente acorde con el tamaño de la plaza y la hizo todavía
más acogedora.
Texto de Amparo Zalve Polo
Habia pasado por alli y me gusto mucho esa plaza,pero no sabia su historia.La proxima vez que pase , la vere con todo detalle
ResponderEliminarComentando el nombre de ésta entrañable, silenciosa y recóndita plaza, tuvo su historia de nombres, llamóse Plaza del Almudín, Plaza de la Granota, plaza del Mestre Racional referido al sr. Bernardino Zanoguera, y Plaza de los Derechos del Niño del 26 de Diciembere de 1924, y su actual nombre San Luis Beltrán.
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