Hacer la lista y buscar la libretita para revisar las
direcciones de familiares y amigos, aunque vivieran a dos manzanas, para enviar
las postales de Navidad. Es la primera tarea para empezar las fiestas. El deseo
de compartir felicidad y de llenar los
aparadores con decenas de tarjetas semiabiertas con vivos colores de gráficos, belenes infantiles para los mas jóvenes y otros algo más clásicos para los más
mayores.
La televisión está preparada para que Pepe Isbert nos
acompañe un año más en la película “La gran Familia”. El Belén con multitud de
figuritas, cada año dos o tres a añadir, mientras que suena un tocadiscos “Dime niño de quien eres, todo vestidito de blanco...”. Otros prefieren
cantarlos ambientando con “carrancs y panderetas".
Para que no se diga, en Valencia tenemos una gran feria que
ponen en la Alameda, en la que no faltan ni el Látigo, ni la Montaña Rusa, ni
el “pringarnos” la cara con el algodón de azucar.
Llegado el día de Navidad, y después de la opípara comida de
la que hablaremos ahora mismo, es costumbre en los niños dar la vuelta a la
mesa y besar la mano cerrada de los mayores para que al abrirla puedan recoger
las estrenas, cada uno lo que pueda dar, y en el mismo día gastarla en el
kiosco cercano o en la feria por la tarde.
Habrá que preparar dos botellas, una de vino, y otra de
champagne junto a una pastillita de turron del duro, el de Alicante, para el
guardia urbano.
Nos sentaremos a la mesa habiendo preparado algun guiso con gallina, muy típico en Valencia de toda la vida. Al día siguiente, Navidad. Ahí tomaremos "puchero". Acompañaremos la comida con dulces, principalmente boniato y calabaza asada, turrón, frutas escarchadas y chocolates. Sin olvidar “el cascajillo” con avellanas, nueces, pasas, e higos secos.
Nos sentaremos a la mesa habiendo preparado algun guiso con gallina, muy típico en Valencia de toda la vida. Al día siguiente, Navidad. Ahí tomaremos "puchero". Acompañaremos la comida con dulces, principalmente boniato y calabaza asada, turrón, frutas escarchadas y chocolates. Sin olvidar “el cascajillo” con avellanas, nueces, pasas, e higos secos.
Y a esperar al dia de Reyes y que no nos traigan carbón.
Texto de Amparo Zalve Polo
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