Historia Gráfica de las Fallas
La falla plantada en 1953 en la entonces plaza del Caudillo
y actual del Ayuntamiento tenía como parte principal el utópico proyecto de una
gran estación central de ferrocarriles, bajo esa plaza, y en la que se unieran
las líneas de la Compañía Norte con la del ex Central de Aragón procedente de
Calatayud y Zaragoza.
Josep Lacreu Sena dice en su libro “Las Fallas y el
Ferrocarril” que los Hermanos José y Antonio Fontelles Alegre, a quienes la
comisión del So Quelo les encargó la falla, quisieron recoger en ella varios de
los proyectos que por aquellos años existían.
La estación estaba simbolizada por la boca de un horno, en
cuyo borde había una calabaza asada, y encima, por un lado llegaba un tren del
ex Central con figura femenina y por el opuesto otro con figura masculina
simbolizando a la Compañía Norte. La calabaza significaba la que les habían
dado en los altos niveles al presentar el proyecto.
Fue una crítica sobre una de las soluciones pedidas desde
los últimos años veinte del siglo pasado para el problema de la gran cantidad
de pasos a nivel que había en Valencia, con cinco estaciones (desde 1940
cuatro) como lugares de partida y llegada de viajeros y sus correspondientes
instalaciones para carga y descarga de mercancías, y la creciente expansión
urbana.
Asunto que se trató de solucionar con el Plan Sur, siéndolo
para los trazados de vía ancha, parcialmente en los años 1967 y 1969 y con
modificación lo restante en 1991, mientras que las líneas de vía estrecha
tuvieron que esperar hasta sus transformaciones en metropolitano con
adentramientos soterrados entre 1988 y 1995.
En la falla de 1953 estaba contemplada la solución con la
visión moderna de situar a los viajeros lo más cerca posible de sus destinos
comerciales, laborales, sanitarios y lectivos, al contrario que en la falla de 1956 (a), donde pedían el retranqueo alejando la Estación de Norte hacia el
sur, sin tener en cuenta que con la competencia de otros medios de transporte
ya no era comercial ubicar la terminal ferroviaria donde quisiera el
concesionario y que los viajeros se las apañaran para ir hasta ella.
Los intentos del retranqueo y derribo de la terminal
ferroviaria continuaron hasta mediados los años setenta y el actual hito
turístico del modernismo se libró por las protestas del Colegio de Arquitectos
de Valencia y de los medios de comunicación que provocaron la concienciación
ciudadana y de entidades para proteger
su existencia de la especulación urbanística.
Solucionaron los trazados, pero 65 años después del utópico
proyecto fallero no hay nada concretado para una estación soterrada en Valencia
para los trazados de los anchos ibérico y estándar europeo.
Fue un año grande para los Hermanos Fontelles, también
autores de la falla plantada en la plaza del Doctor Collado, que fue
galardonada con el primer premio de la sección especial, ex aquo con la de la
plaza del Mercado Central, e indultado su ninot "El coeter".
Texto de Esteban Gonzalo Rogel
(a) Valencia
en blanco y negro 18-11-2017
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