jueves, 28 de febrero de 2019

DISCREPANCIA


Archivo Municipal

La irritación de que acabo de hablar en el capítulo anterior, irritación que me suscitaba el rótulo de Universidad Literaria, marca una orientación fundamental en mi vida.

Quedarían mancos estos recuerdos si no hablara yo, aunque sucintamente, de tal material.

Véome parado en el umbral de la puerta que da a la calle de la Nave en la Universidad. Esta puerta era la más utilizada. Cerca estaba la calle de las Comedias, donde estuvo el teatro de la Olivera, matriz de la dramaturgia de lengua castellana en Valencia, y en la calle de las Comedias se hallaba establecida famosa pastelería. En los intermedios del afán estudiantil, de clase a clase, los escolares salíamos por la puerta de la calle de la Nave e íbamos a comer unas deliciosas empanadillas, acabadas de sacar del horno, en la dicha pastelería. Inmóvil yo en el umbral de la puerta, considero el contraste flagrante que ofrece a mi ánimo la pugna entre las letras broncíneas del dintel y mi personalidad psíquica. Arriba está lo oficial, inflexible, y abajo lo particular, irreducible. A lo largo de toda mi vida ha de manifestarse tal discrepancia. Y para fortalacerme más en ello, he de apelar -si ya no fuera instinto- a la austeridad en el vivir. ”

José Martínez Ruiz, “Azorín” - Valencia, 1940.

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