Archivo Municipal
El discurrir de las aguas por el interior del cap i casal significó el acta
notarial de su configuración como isla
fluvial que lo había sido en el 138 a. C. que llevó a la determinación de Décimo Junio Bruto,
cónsul romano, a su fundación.
Un brazo que se desgajaba del Turia para penetrar en la
ciudad por la actual calle Na Jordana para continuar por la Alta, y a través de
la Bolseria alcanzar la plaza del Mercado, y por la del Caudillo buscar la de
las Barcas para que por Pintor Sorolla llegar al Parterre y a la Glorieta y en su
ruta final mezclar otra vez las aguas con el cauce rumbo a su desembocadura al mar.
La imagen nos muestra el nivel de las aguas que hace buena
la expresión que asegura la vuelta a su cauce natural de cualquier aluvión que
se precie.
En este caso pasados veintidós siglos como certificado de su prístina existencia.
En este caso pasados veintidós siglos como certificado de su prístina existencia.
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