viernes, 21 de julio de 2017

EL DEPÓSITO DE AGUAS - "SALA HIPÓSTILA"


1850 Ca - Cabe el honor de atribuirse la llegada del agua potable a la ciudad tanto a la Sociedad Económica de Amigos del País como al Canónigo Liñán, empeñados en erradicar los insalubres pozos como principal fuente de suministro. El tercer pivote fue el alcalde José Campo con la puesta en marcha de una sociedad que regulará el servicio.

Entre otros proyectos que se rechazaron, se tomó la decisión en 1845 de construir un depósito de abastecimiento de aguas para la ciudad situado a la entrada de Mislata, próximo al cauce, encargando su ejecución al ingeniero catalán Idelfonso Cerdá, al tiempo que se ejecutaban otras obras, aguas arriba, a la altura de la presa de Manises, que iban a estar en comunicación directa con el nuevo depósito, cuya construcción arquitectónica adopta la característica "hipóstila". La presión estaba garantizada, pues la altura escogida con relación al nivel del mar era similar al alto de las torres de Cuart.

Para su construcción se necesitaron tres años de trabajo, pese a su urgencia para mejorar un servicio que se había iniciado el 19 de noviembre de 1850, con un acto inaugural en la plaza del Negrito con asistencia de las autoridades religiosas, civiles y militares. 

Inaugurado el nuevo depósito de aguas en 1851, muy pronto se quedó pequeño para las necesidades de la ciudad.

Junto a los de Madrid y San Sebastián, fue uno de los primeros depositos de agua construidos en España, un alarde arquitectónico hecho a base de columnas que sostienen bóvedas donde el ladrillo se convierte en protagonista, en un recinto cerrado por muros de mampostería que por su técnica utilizada es conocido como “sala hipóstila”.

Forma parte del Patrimonio Histórico Español surgido de la Revolución Industrial que se produjo en la España a mitad  del siglo XIX, cuando estaba menos desarrollada que allende los Pirineos.

Vemos en la imagen del depósito de aguas en un momento de su construcción. En la actualidad cumple su función como sede del Museo de Historia de Valencia.

Fuente: Carlota Lorente Balado, de la Universidad de Valencia

No hay comentarios:

Publicar un comentario