Fuente: Fundación Blasco Ibáñez
1911 - En 1908 Vicente Blasco Ibáñez abandonó la política para
iniciar su andadura sudamericana. Volvería a Valencia en 1911 y el 17 de
febrero de aquel año fue recibido en la vieja Estación del Norte a donde había
llegado a bordo del rápido de Madrid.
Ya a las 20 horas un gran gentío se concentraba en torno a
la plaza Castelar que semejaba ser un día festivo. Los andenes, entrevías y
demás dependencias de la estación se inundaban de sus más fervientes
seguidores. Entre vivas y aplausos, a las 20,37 la locomotora hacía su aparición en la playa de vías, al tiempo que su insistente silbido se mezclaba
entre los millares de sombreros, pañuelos y gorras que lo esperaban. El convoy
aminoraba su marcha.
Blasco Ibáñez pisó tierra y entre aquel mar de gente que le
estrujaba, tras más de 15 minutos de abrazos, consiguió llegar al landó situado
ante la puerta de la estación en la plaza del Sagrario de San Francisco, donde
le esperaba el alcalde accidental Sr. Valentin, al que también se unió el
diputado Felix Azzati, iniciando su trayecto en dirección a la Bajada de San
Francisco. Los jardines de la plaza Emilio Castelar, abarrotados de gente, esperaban su paso, mientras las farolas y el
arbolado eran utilizados por los más audaces para contemplar con mejor visión
el paso del maestro.
El carruaje continuó hacia la plaza Cajeros y a través de la
calle de San Fernando, entre un espectáculo grandioso, alcanzó la plaza del
Mercado para continuar por la calle de la Bolsería. En el Tros Alt se
reavivaron los vítores y el landó dobló hacia la calle Cuarte para dirigirse
a la cercana de Palomar, donde se hallaba el domicilio del editor Sempere, que
inundada de gente hasta la calle Murillo hacía imposible el paso del vehículo.
Por fin pudieron abrirse paso y ya ante la residencia, Blasco Ibáñez y sus
acompañantes, entraron en el domicilio. Finalmente, desde un balcón, el insigne
escritor tuvo ocasión de dirigirse al público, agradeciendo la multitudinaria
acogida que había disfrutado a lo largo del trayecto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario