Archivo Rafael Solaz
1869 - En la ciudad de Valencia y entre sus industrias más tradicionales cumplía lugar prominente la que secaba y curtia la piel de un pobre animal. Ya desde el siglo XIII
se tienen referencias de la existencia gremial de quienes laboraban el cuero. Mediado el
XIX existían 18 curtidurías y la ciudad era el gran centro de la
provincia, que, de tal guisa, suministraba materia prima a la industria del calzado local y de
Elda.
Tal era su importancia que el
capital extranjero que había fijado su atención en la incipiente industrialización española invirtió en nuestra ciudad, como es el
caso de un comerciante francés que en 1863 apostó por Felipe Cimarro Font,
maestro zapatero valenciano.
Apuesta acertada pues unos años
después, en 1867, en la Exposición de Productos Artísticos, Agrícolas e
Industriales, auspiciada por la Sociedad Económica de Amigos del País,
considerada como la primera Feria Regional de Valencia, instalada en el que
fuera Convento de San Juan de Ribera situado en la proximidad de la Alameda,
Felipe Cimarro consiguió una Medalla de Cobre.
Vemos la cuidada presentación
utilizada por Felipe Cimarro como cabecera de sus facturas, Industria que le procuró muy buenos beneficios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario