Durante unos pocos años y ya fuera de uso, el viejo Hospital General cumplió con su antigua costumbre de procurar el “mejor estado de forma” para quienes acudían al interior de sus instalaciones. El hecho anecdótico se produjo toda vez que el crucero central del viejo hospital fue utilizado como improvisado taller fallero desde el año 1964, en cuyo interior el artista Juan Barea construiría en 1966 su torre Eiffel, a exhibirse en la entonces plaza del Caudillo.
Tras dar cobijo el hospital a los últimos enfermos en 1962, y optar la Diputación por su total derribo, se acordó en 1963 mantener únicamente el Capitulet y la puerta gótica de la calle del Hospital, así como la Ermita de Santa Lucia y San Carlos de Borromeo, aunque estos últimos templos no pertenecieran al conjunto hospitalario. Fue cuando se produjo una fuerte respuesta social en defensa, especialmente, del crucero central. Presión de numerosas asociaciones ante la Diputación, propietaria del solar, que tuvo el fruto, a principio de 1964, de que fuese declarado por el Ministerio de Educación, Conjunto Histórico Artístico, sumándose a su permanencia el crucero central, como elemento sustancial y representativo del antiguo centro hospitalario.
La viejas columnas y sus bóvedas que durante tantos años habían sanado a la población valenciana, sirvieron como taller fallero durante unos pocos años, para convertirse, finalmente, en Biblioteca Municipal y como centro de cultura.
Fuente: Mercedes Gómez Ferrer
Fuente: Mercedes Gómez Ferrer
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