Archivo de Rafael Solaz
Valencia fue ciudad musulmana y en el Teatro Eslava del Paseo de Ruzafa se escenificó el arte mudéjar en toda su plenitud. Durante sus más de cincuenta años de vida, el público valenciano presenció numerosas representaciones teatrales en una sala, obra del arquitecto José Manuel Cortina, en la que destacaban sus palcos con arcos en herradura, embellecidos con la fantasía de la escayola entre otros recursos ornamentales en todas sus dependencias.
Y entre aquella reminiscencia arábiga, el Teatro Eslava ofreció diversos géneros, desde el vodevil, al dramático, sin desdeñar la proyección cinematográfica.
Y por su situación privilegiada en el centro de la ciudad, en su escenario se ofreció un curso de cocina para las amas de casa en un singular ejercicio comercial en 1936 que nos informa la foto.
Desde 1908 fue una de las salas favoritas del público hasta que en 1962 el “Cid llegó otra vez a Valencia” de la mano de Charlton Heston y Sopfia Loren, mutando la fascinación del estilo arábigo por el diseño de la modernidad y de nueva planta.
La película de Cesáreo González fue todo un hito en el Broadway valenciano de aquellos años.
La película de Cesáreo González fue todo un hito en el Broadway valenciano de aquellos años.
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