Archivo de Rafael Solaz
La festividad del 1 de noviembre, el día de Todos los Santos, no es una fiesta de obligado cumplimiento, aunque pudiera parecerlo, al ser el día que de forma mayoritaria se llena el camposanto.
Si existen los días del padre y de la madre, aunque sus hijos los aprecien durante los 365 días del año, no puede extrañarnos pues que también exista el día de nuestros seres queridos, quienes siguiendo vivos en nosotros, duermen en la paz del silencio que no es más que una forma de vivir, porque tan sólo muere lo que discurre al olvido.
La flor como más bello fruto de la naturaleza es la ofrenda que mejor representa un sentimiento de amor, que en el día de Todos los Santos, como fecha señalada, se deposita ante el lecho de paz.
Un nicho y una flor. Siguen pues vivos en nosotros.
Un nicho y una flor. Siguen pues vivos en nosotros.
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