Años 40 - El puente de San José, el primero de los cinco pasos antiguos en las aguas del Turia que era de utilidad para comunicar los arrabales de Valencia con la ciudad, sitos “a la otra parte del rio” por el que bajaban los troncos desde la serranía conducidos por los madereros. Al encontrar en sus tajamares el primer obstáculo, eran almacenados en la zona situada entre la entrada a Marchalenes y la Avenida de Burjasot. La que guiaba mis pasos “chano chano” una vez que -junto a la barandilla de hierro- dejaba atrás la ciudad para llegar a Benicalap.
La nitidez de la foto ayuda a los recuerdos de unos años de pantalón corto parcheado, con zapatos de medias suelas remendadas, y cicatrices que más bien eran medallas haciendo harca tras brincar por los acequias para hacer las paces con los del barrio vecino.
El puente de San José que en su origen era de madera, fue construido de piedra cuando se iniciaba el siglo XVII, en el que a su final fueron colocadas en 1694 las estatuas de San Tomás de Villanueva y San Luís Beltrán del escultor italiano Ponzonelli, que por la ampliación del puente en 1906 fueron retiradas hasta su reubicación el 13 de marzo de 1945 en el Puente de la Trinidad, donde actualmente se encuentran.
En 1951 fue colocada la estatua de San José, de Salvador Octavio Vicent, tras sustituir las barandillas de hierro por las de piedra, del también conocido como Pont Nou. Ambos nombres, haciendo mención al Convento de San José próximo del siglo XVII, y al Portal Nou derribado en 1868.
En 1951 fue colocada la estatua de San José, de Salvador Octavio Vicent, tras sustituir las barandillas de hierro por las de piedra, del también conocido como Pont Nou. Ambos nombres, haciendo mención al Convento de San José próximo del siglo XVII, y al Portal Nou derribado en 1868.
Chimeneas y carros; y el Convento de la Zaidia que da nombre a esa zona “de la otra parte del rio”.
Preciosa foto de uno de los puentes históricos de la ciudad y que si sus piedras pudiesen hablar, seguro que nos contarían cosas muy interesantes en el transcurso de su existencia.
ResponderEliminarBuen día, aquí en León, fresquito y a ratos lluvioso. Un abrazo. Gregorio