Postal de Pilar Bravo Escriche, con mi gratitud
1912 - El derribo de la muralla cristiana iniciado en 1865 suponía la expansión de la ciudad, por lo que se hicieron necesarias nuevas vías de comunicación que unieran sus cuatro puntos cardinales de acuerdo con el criterio que estaba imperando en otras ciudades europeas, así como otros proyectos para su ensanchamiento.
El más controvertido fue precisamente el llamado a oxigenar la ciudad mediante grandes avenidas perpendiculares en las que el eje norte sur estaba resuelto con la que uniría en línea recta las desaparecidas puertas de San Vicente y del Portal Nou, mientras que el este oeste con un trazado desde la Puerta del Mar a la calle de San Pedro Pascual en Guillem de Castro, según el proyecto de Reforma Interior de 1892 del arquitecto Luis Ferreres Soler, que fue variado más adelante por el de Federico Aymami de 1908, aprobado por el Ayuntamiento en 1912.
El eje norte llegó a ser aprobado por el Ayuntamiento, no así el segundo que suponía derribar la Iglesia de Santa Catalina, respetando su torre.
El más controvertido fue precisamente el llamado a oxigenar la ciudad mediante grandes avenidas perpendiculares en las que el eje norte sur estaba resuelto con la que uniría en línea recta las desaparecidas puertas de San Vicente y del Portal Nou, mientras que el este oeste con un trazado desde la Puerta del Mar a la calle de San Pedro Pascual en Guillem de Castro, según el proyecto de Reforma Interior de 1892 del arquitecto Luis Ferreres Soler, que fue variado más adelante por el de Federico Aymami de 1908, aprobado por el Ayuntamiento en 1912.
El eje norte llegó a ser aprobado por el Ayuntamiento, no así el segundo que suponía derribar la Iglesia de Santa Catalina, respetando su torre.
Con muchos años de retraso y felizmente, el primero sólo supuso el nacimiento de la Avenida del Oeste, mientras que el segundo nunca se llevó a cabo. Los citados proyectos se habían desechado y Valencia se ha ido configurando urbanísticamente de la mano de su muralla cristiana que ha ido dejando la impronta de una ciudad con rondas. Tres son las que facilitan su conexión.
Vemos del proyecto olvidado de Ferreres el nuevo y modificado de Federico Aymami de 1911 del que sólo se ejecutaría la Avenida del Oeste. Y también, el de la plaza de la Reina, que dejaba la torre de Santa Catalina exenta y el Miguelete al fondo.
Vemos del proyecto olvidado de Ferreres el nuevo y modificado de Federico Aymami de 1911 del que sólo se ejecutaría la Avenida del Oeste. Y también, el de la plaza de la Reina, que dejaba la torre de Santa Catalina exenta y el Miguelete al fondo.
Interesantisimo todo.
ResponderEliminarMuchas gracias.
Muy interesante comentario , cuesta trabajo a día de hoy imaginar como sería esa gran Avenida del Oeste, que no se sí habría o no mejorado la fisonomía de la ciudad, pero que seguro se habría llevado por delante parte de la historia de la Valencia más antigua, pero es solamente un opinión personal, para gustos, los colores, buen día y un abrazo. Gregorio
ResponderEliminarHola Gregorio, en mi opinión la apertura hasta el Portal Nou, hubiera sido un error, pero la Avenida del Oeste se ha demostrado con el tiempo que era necesaria, sobre todo para dar vida al Mercado Central y la posibilidad que se baraja ahora de hacer peatonal el entorno de la Lonja.
ResponderEliminarUn abrazo.
Amparo, gracias por seguirme y por tu fidelidad.
ResponderEliminarUn saludo