(Colección Miquel Ramón Quiles, con mi gratitud)
1953 - El tiovivo con su música estridente en descanso, y alegre tras su inicio, gira y gira mientras las barras cilíndricas suben y bajan sin cesar, izando al caballito a un ritmo sostenido sobre el que cabalga, ora asustado, ora imaginativo, un jinete sumergido en su mundo de fantasías en el que asiéndose con todas sus fuerzas y entre controlados miedos, se ufana al mismo tiempo cual héroe en su briosa cabalgadura.
Y el caballo gira y gira sin cesar en su fijo horizonte, mientras el niño, que por momentos deja de ser jinete, busca entre el gentío a su papa o a su mamá quienes escudriñan sus miradas hacia el nuevo aparecer del infante caballero. Lo hacen desde el mirador sito en la Gran Vía Ramón y Cajal, frente a la llanura de la futura Jefatura Superior de Policía en un año de gracia de 1953.
Lo viví en mi infancia, y acompañando a todos mis hijos.
ResponderEliminarPreciosa fotografía, en mi caso, la última vez que estuve en Terra Mítica, me subí en un Tío Vivo, que tiene para recordar otros tiempos . Buen día , un abrazo. Gregorio
ResponderEliminarLo recuerdo,luego pusieron también coches y moto
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