Fuente – Rafael Solaz
Ca 1900 - Hubo un tiempo ya muy lejano que la familia valenciana de los arrabales compartía gran parte de su vida de puertas a fuera de su vivienda. Cuando era frecuente observar las entradas entreabiertas que al mismo tiempo dejaban ver una cortina que procuraba cierta intimidad.
Por las noches y sobre todo en las de caluroso estío, las cenas “a la fresca” y entre vecinos, era lo más normal, incluso en los barrios intramuros de humilde condición que compartían la velada entre fiambreras de pisto, tortillas de patatas junto a botas de vino y el “meló d’alger” o el “de tot el any”.
Y si la calle servía para la confraternidad vecinal, igual era útil para la ocasión de una foto que dejara para la posteridad el testimonio de un posado de la familia entera, cuando el uso de la cámara fotográfica estaba limitado a la más pudiente clase social.
En esta foto de principio del siglo XX y en la Vuelta del Ruiseñor, vemos a una familia entera que entre macetones y bajo un árbol, abuelos, padres y nieto posan ante un fotógrafo como recuerdo de un día que por alguna razón justificada optaron a su perpetuación.
Me parecen preciosas y todo un testimonio , estas fotografías con los grupos familiares . Mi bisabuela materna murió en el parto de una hermana de mi abuela , que en esos momentos solamente envía año y medio de edad y siempre comentaba que la pena que tenía era que no pida poner cara a su madre , pues nunca había tenido una foto de ella, mi abuela si vivirse ahora tendría 103 años ósea que estamos hablando de comienzos del siglo XX, en que en muchas familias , el dinero escaseaba como para hacerse una foto, perdón por el rollo . Gracias Julio y gracias a Rafael, muy buen día para todos. Gregorio
ResponderEliminarGregorio, es una costumbre perdida que por otra parte y en aquellos años era frecuente. Entrañable y bellos recuerdos.
ResponderEliminarUn abrazo