1941 - El gasógeno se hizo popular en España en vehículos, tanto en coches, camiones o autobuses, al principio de los años 40 y duró por lo menos toda esa década, cuando habiendo una importante escasez de combustible derivado del petróleo, se impuso en los vehículos éste aparato.
El gasógeno ya fue inventado en el siglo XIX; consistía en un quemador de materias combustibles, como madera, carbón vegetal, cáscaras de almendras o serrín. Esta combustión al realizarse con escasez de oxigeno, emana un gas inflamable, el venenoso monóxido de carbono, que al introducirse en el motor de los vehículos, explota produciendo energía.
El gas producido por éste aparato no fue el elemento primario para mover el vehículo, lo continuó siendo la gasolina, ya que la puesta en marcha del motor se hacía con la misma, y el conductor, cuando lo creía conveniente, y ya con el motor en marcha, cerraba, mediante una llave que llevaba junto a él, el paso de gasolina y abría otra llave que daba paso al gas procedente del gasógeno.
Era sumamente engorroso el encender y mantener esta especie de horno portante, que pesaba bastante y afeaba el vehículo; tenía poca potencia, pero fue una solución que muchos conductores instalaron para solucionar la escasez de gasolina.
Aparte de los expuesto, era peligroso el interior del vehículo por posibles emanaciones de este venenoso gas.
El gasógeno ya fue inventado en el siglo XIX; consistía en un quemador de materias combustibles, como madera, carbón vegetal, cáscaras de almendras o serrín. Esta combustión al realizarse con escasez de oxigeno, emana un gas inflamable, el venenoso monóxido de carbono, que al introducirse en el motor de los vehículos, explota produciendo energía.
El gas producido por éste aparato no fue el elemento primario para mover el vehículo, lo continuó siendo la gasolina, ya que la puesta en marcha del motor se hacía con la misma, y el conductor, cuando lo creía conveniente, y ya con el motor en marcha, cerraba, mediante una llave que llevaba junto a él, el paso de gasolina y abría otra llave que daba paso al gas procedente del gasógeno.
Era sumamente engorroso el encender y mantener esta especie de horno portante, que pesaba bastante y afeaba el vehículo; tenía poca potencia, pero fue una solución que muchos conductores instalaron para solucionar la escasez de gasolina.
Aparte de los expuesto, era peligroso el interior del vehículo por posibles emanaciones de este venenoso gas.
Texto – Germán Gómez
El gasogeno, supongo que todavía habrá gente que lo conoció y lo utilizo, recuerdo de una época triste y de escasez, que esperemos que no volvamos a repetir, aunque tal como esta el mundo, nunca se puede decir no. Como siempre muy interesante la foto y el comentario. Gracias Julio . Buen día Gregorio
ResponderEliminarGregorio, el ingenio siempre surge en épocas de penuria. Es lo mejor que tienen.
ResponderEliminarUn abrazo