Colección Manuel Lozano
1936 - Por la ciudad de Valencia, en su casco urbano, discurrían al descubierto caudalosas acequias con el peligro que suponían para el ciudadano, siendo las más importantes las de Favara y Robella sin olvidar las de Mestalla y Rascaña, así como otras con importante caudal. Muy lentamente fueron cubriéndose, pero no con la rapidez que el peligro que suponían merecía, tal y como sucedió en los años sesenta y setenta, ya muy avanzados, por citar los años más modernos, en los que se produjeron la muerte de varios niños en las acequias de Mestalla, Favara y Rascaña. En la foto de 1936 vemos la acequia de Favara a su paso por la Avenida de Pérez Galdós al descubierto, causante de varias muertes al no ser cubierta en su totalidad hasta mediados los años setenta.
Yo siempre que veo este tipo de fotos. Quizás porque sea muy peliculero, me imagino si se hubiesen conservado partes , como si fuesen pequeños cañales, bien urbanizados y con árboles alrededor de estas acequias , sería Valencia , la Venecia del Mediterráneo occidental y es que soñar cuesta poquito.
ResponderEliminarHay que ver lo que los moros , diseñaron para el riego de esa huerta valenciana. Gregorio
Gregorio, efectivamente es agradable soñar, pero bueno, ya tenemos la Albufera, sin las góndolas venecianas, pero sí con una barquitas en las que se puede "perchar" por sus aguas.
ResponderEliminarUn abrazo
Pues a mi me gustan los sueños, a veces son agradables
ResponderEliminarYo conoci la Favara de niña y mas aun porque vivi al lado de ella, era la huerta de Patraix y a veces me daba un poco de miedo, pero los campos alrededor y toda esa naturaleza me gustaban mucho y la Favara daba mucha vida, siempre me recuerdo las mariposas y las libélulas.
En ese tramo falleció un niño que iba al colegio conmigo en el Convento Santa Clara. Se ahogó cuando iba a rescatar sus libros.
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