jueves, 11 de septiembre de 2025

CANOA LAB

Raquel y Pedro en el Estudio.- 2025.- Foto Claudia Maurino

En el número 4 de la calle Font Rotja del cosmopolita barrio de Patraix está Canoa Lab, creación y diseño gestionados por Pedro Paz y Raquel Vidal, gallego y andaluza que han convergido en Valencia, para producir y expandir arte, ahora trabajando con el metal y el barro.

Pedro se trasladó a Madrid con veintitantos años y contagiado por su compañero de piso empezó a visitar museos y galerías de arte, de tal manera que pensó que su camino estaba en las Bellas Artes. Así que estudió en Granada e hizo el máster en Valencia.

Raquel repasando una vasija.- 2025.- Foto Claudia Maurino

En cuanto a Raquel, proveniente de familia muy relacionada con el arte, con su padre músico, su madre que dedicaba el tiempo que podía al teatro, y su abuela confeccionando muñecas y pintando al óleo, me dice que con la excusa de ver los gatos iba al estudio de su abuela para disfrutar viendo, oliendo y tocando. Por ello, estudió Bellas Artes en Almería, se diplomó en Granada y junto a Pedro hizo un máster en Valencia, ciudad donde residen desde el año 2012.

Desde que nació su hijo André se compaginan en la asistencia al tallercito.

Sin estar adscritos a ningún movimiento de diseño prestan mucha a atención a los realizados por íberos, griegos y romanos, por las maravillas que hicieron con sencillas herramientas y medios.

Muestrario.- Foto Claudia Maurino

Canoa Lab “Remar hacia ninguna dirección concreta (y aún así, llegar)”. Proyecto vivo y en constante evolución.

En página web.- Foto Claudia Maurino.

“No es casual que el nombre de canoa tenga que ver con navegar a la deriva. Se trata de una embarcación primigenia dependiente de la energía humana, en la que la proa y la popa son iguales. Nos sentimos muy identificados con esa forma de no apuntar a ninguna dirección concreta. Ahora estamos convirtiendo nuestro trabajo en piezas metálicas, de cerámica y de joyería, pero no necesariamente va a ser esto siempre. ¡O sí!, No lo sabemos”.

Atienden a clientes principalmente de Europa, Estados Unidos y Corea del Sur

Texto de Esteban Gonzalo Rogel

martes, 9 de septiembre de 2025

PLANO TOPOGRÁFICO DE VALENCIA


1841 - Anónimo. Planimétrica. Representa la vegetación abatida. Grabado en negro.

El plano enumera ochenta edificios singulares clasificados en nueve apartados: puertas de la ciudad, parroquias, conventos, capillas, colegios, hospitales, casas de piedad, tribunales y oficinas públicas y prisiones.

Enésima versión del plano del Padre Tosca, elaborada a partir del grabado de Rocafort de 1825.

Forma parte de la guía "Valencia en la mano, o sea, Manual de Forasteros. Guía cierta y segura". Imprenta y libería de En Julian Mariana por J:G 1852 y 1861.

En buen estado de conservación.

Edición de 1841 en la imprenta de "López y Cª", edición facsimil realizada por Librerías Paris Valencia. Valencia 1979.

Fuente: Cartografía Histórica de la Ciudad de Valencia.

domingo, 7 de septiembre de 2025

EPIDEMIA DE CÓLERA DEL 1885 EN VALENCIA

            
Enfermos en aislamiento en el antiguo Hospital General

Es la memoria de una epidemia que se apoderó de una población donde había que desplegar vertiginosa actividad para evitar la infección donde todavía no se había presentado, donde se tenía que llevar auxilio a los enfermos, socorro a los pobres y sepultura a los muertos.

Al reposo, la dieta vegetal, siempre preparada con agua hervida, abrigarse convenientemente, la ventilación se le unían el opio, preparados de bismuto, láudano, bicloruro de mercurio, citrato de hierro y hasta bebidas alcohólicas de preferente en forma helada con el fin de facilitar a la sangre el agua perdida.

En la misma ciudad de Valencia el primer caso fue el 12 de abril en una casa de la Plaza de Pellicers número 13, en el primer piso, aunque la epidemia ya estaba causando estragos en Játiva. La cuestión es que en esa misma casa, en el último piso había estado un hombre que por necesidad de su trabajo había estado en Játiva y tenía los síntomas de la enfermedad.


Cada puntito rojo pertenece a un fallecido por cólera en los distintos puntos de la ciudad de Valencia.

Las medidas de seguridad como el aislamiento y la desinfección, el lavado de los retretes y alcantarillas, y la compañía continua de un médico municipal al que asistía una brigada de desinfección, cortaron lo que podía haber sido un foco.

Tan solo transcurrieron unos días para que el 20 de abril, algunos habitantes de la huerta de Ruzafa y del término de Pinedo presentaban carácter sospechoso. Y es que la epidemia ya estaba en Sueca, y la razón es que muchos de la huerta de Ruzafa iban a trabajar a los campos de arroz.

Nada se pudo hacer ya ni con desinfección y aislamiento, de manera que ya a primeros de mayo prácticamente todos los días habían casos nuevos. La huerta de Ruzafa estaba contaminada. Pueblos y capital subyacían a la bacteria.

Una cosa curiosa es que la mayor parte de los afectados iban decreciendo dependiendo de la altura de las casas donde vivían , apareciendo mas en los pisos bajos, siguiendo en orden los de entresuelos, principales, segundos, terceros y cuartos. Parece ser que las alturas de las casas marcaban el estatus social y para con ello las medidas o las zonas higiénicas.

 
                         El Dr. Ferrán practicando la vacuna a su esposa

Para entonces Koch había descubierto el bacilo causante del cólera. El camino del progreso iba avanzando a través de microbiólogos de todo el mundo. No fue menos entusiasta el español Dr. Ferrán que creyó llegar a descubrimientos nuevos, creyendo descubrir el medio para procurar una inmunidad contra el cólera a través del tejido celular inoculando ciertos líquidos de cultivo.


                      Vacunación en las Escuelas Pías. Diario Levante

Precisamente fue en Valencia y su provincia donde en primer lugar se hicieron las experiencias y no exentas de cierta polémica. Cuando la Comisión científica que vino de Madrid declaró inofensiva la vacuna del Dr. Ferrán, éste estableció su centro de vacunación en la calle de Pascual y Genís comunicando a la alcaldía de su disposición de vacunar a los pobres.

                                                 ¡ Ya se fue el cólera!   


Texto de Amparo Zalve

viernes, 5 de septiembre de 2025

FUENSANTA. PARROQUIA DE LA VIRGEN DE LA FUENSANTA

 IGLESIAS, CONVENTOS Y MONASTERIOS DE VALÈNCIA

En la plaza de Murcia, nº 1, en el barrio de La Fuensanta, radica la Iglesia Parroquial de la Virgen de la Fuensanta, situada en un nuevo barrio surgido a raíz de la necesidad de viviendas para alojar a muchos de los que lo perdieron todo a causa de la Riada de 1957.

Aspecto del acceso al templo, foto E. Goñi, diciembre 2021.

El barrio está situado en el ensanche oeste de la ciudad, detrás del Hospital Provincial, zona que centralizó buena parte de la construcción de viviendas en aquellos momentos.

Foto ca. 1962, autor desconocido. Remember-València, pg 1646.

La iglesia, datada en 1958, como muchas de las edificadas en los años de la posguerra, sigue la tradición, tiene su campanario exento, es decir físicamente está separado de la iglesia.


Vista del campanario independiente, foto E. Goñi, diciembre 2021.

Tanto el nombre de la plaza, Murcia, como el de la advocación de la Virgen de la Fuensanta, también de origen murciano, para el barrio y la Parroquia, se debe entender como una muestra del agradecimiento de València a la ciudad y provincia de Murcia por el apoyo y solidaridad que tuvieron los murcianos para con nosotros, valencianos, que sufrimos los destrozos y muertes producidos por la riada de 1957, tanto en la ciudad, como en la huerta, ellos también conocedores y sufridores de riadas en su ciudad y provincia motivadas por el río Segura.


Vista posterior de la Parroquia, foto E. Goñi, diciembre 2021.

Para su visita nos acerca el autobús de la EMT líneas nº 70 y nº 73 o la bicicleta.

Texto de Enrique Goñi Igual

miércoles, 3 de septiembre de 2025

EL FICUS DE LA CALLE INDUSTRIA


 El ficus desde la calle de la Industria.- 2024.- Esteban Gonzalo

Es el grande, en un jardín rectangular enmarcado entre las calles Industria, Marino Albesa, Berenguer Mallol y Mirambell, en el barrio Aiora del distrito Camins al Grau.

Un espacio verde, de 3.044,56 m2. para descansar y oxigenarse, donde hay un representante de cada una de las 19 especies botánicas siguientes: Tuja (Thuja orientalis), Palo Rosa (Tipuana tipu), Celtic sinensis (Almez chino), árbol botella (Brachychiton populneus), árbol del fuego (Brachychiton acerifolius), Washingtonia robusta (Palmera robusta), Celtis australis (Almez o lodón), Celtis occidentalis (Almez americano), Morus alba Pendula (Morera), Eugenia uniflora (Grosella), Ficus microcarpa (Laurel de indias de hojas pequeñas y brillantes), Chamaerops humilis (Palmera enana), Cercis siliquastrum (Árbol del amor), Ficus nítida (Laurel de indias de hojas grandes), Jacaranda mimosifolia (Jacaranda), Pinus canariensis (Pino canario), Schinus molie (Árbol de pimienta), Trachycarpus fortunei (Palmera enana de abanico) y el gigantesco ficus macrophylia.(a)


Enorme cantidad de raíces aéreas.- 2024.- Esteban Gonzalo

Espacio ajardinado donde estaba el Huerto de las Camelias, donde cultivaba plantas ornamentales la Familia Galán, saga desde el siglo XIX con muchos enlaces familiares dedicados a la producción y venta de plantas y flores.


El ficus desde la calle Marino Albesa.- 2024.- Esteban Gonzalo



Parte norte del jardín.- 2025.- Esteban Gonzalo

Según el OMAV este Ficus macrophylla parece ser una subespecie o variedad llamada Columnaris, que se caracteriza por tener mayor número de raíces aéreas por rama, próximas al tronco y formando columnas o pilares. Sus dimensiones son: altura total 28,9 metros, diámetros copa E-O 33,1 metros y N-S 27,5 metros, perímetro tronco en la base 8,6 metros y a 1,30 m altura 10,8 metros, y 79 años edad estimada.

OMAV y Parques y Jardines.

Texto de Esteban Gonzalo Rogel

lunes, 1 de septiembre de 2025

LA GLORIETA EN LA MITAD DEL OCHOCIENTOS

 

Un parcial de Guesdon

La Glorieta de la primera mitad del Ochocientos, con la puerta del Mar, el edificio de la Aduana, -entonces dedicado a fábrica de tabacos - y la antigua Ciudadela o Casa de las Armas de la ciudad de Valencia.

En un principio la instalación del alumbrado de gas en Valencia encontró alguna oposición, algunos por temor a que las emanaciones fueran perjudiciales para la salud y otros por recelos a posibles peligros de incendio. Ello fue la causa de buen número de desgracias por un suceso que acaeció el día 3 de mayo del año 1845. El edificio de la Aduana, que desde 1828 había sido convertido en fábrica para la elaboración de cigarros, tenía en sus espaciosos locales, trabajando, cerca de cuatro mil mujeres y unos cincuenta hombres. A causa de un fuego ocurrido en la cercana calle del Mar, corrió en la fábrica la noticia de que se había incendiado la del gas y que Valencia estaba ardiendo. Las operarias se alborataron, cundió el pánico y se lanzaron apresuradamente a la puerta para salir, y en la confusión y en el tumulto murieron sofocadas doce mujeres, quedando otras muchas lastimadas.

El alumbrado de gas fue utilizado como notable aliciente por un italiano llamado Domingo Cucciare, para establecer, el año 1846, en la Glorieta, un café, muy concurrido especialmente en las noble estivales, donde, con los los conciertos musicales y otros alicientes, fue lugar preferido de los valencianos de aquella época. Después, en 1860, en la Glorieta se realizan nuevas modificaciones que mejoran su aspecto, con diversos árboles y plantas. Nuevo trazado de jardines se realiza y el cerrado con balustrada de madera y pilares de piedra era sustituido por una verja de hierro que le da un marcado ambiente colorista y pintoresco.

Aquella Valencia, tradicional y popular, desfila por el paseo de la Glorieta, y en las noches estivales, -tan magnificamente descritas por Eduardo Escalante en su gracioso sainete "Una nit en la Glorieta" - disfruta de sus atractivos con los conciertos de la banda de música, las tertulias, los horchateros, la galetera, "l'aigua fresqueta"...- en una época tranquila, pintoresca, de tranvías de caballos, de tartanas y el auca con "la vida y la muerte de Fabrilo".

En el anecdotario de la Glorieta, resalta también la gran exposición de plantas, flores y productos agricolas que se celebró allí en el año 1883; la instalación de una Casa de Socorro en 1895; el teatro de verano inaugurado en 1900, donde se estrenaron famosas zarzuelas, o se daban conciertos por la orquesta que dirigían los maestros Salvador Giner y José Valls.

Allí se celebro también, la noche del primero de agosto de 1900, un banquete popular con más de trescientos comensales presididos por las autoridades en homenaje al pintor Joaquín Sorolla y el escultor Mariano Benllire, nombrados hijos predilectos de Valencia por el gran triunfo de los dos insignes artistas valencianos en la Exposición de Paris. Algunos de cuyos destacados asistentes al citado banquete tendrían allí, después, instalados monumentos a su memoria, Francisco Domingo, Joaquín Agrasot, Antonio Muñoz Dregraín, el doctor Gómez Ferrer, ....

Es de mencionar que, en el año 1909, y con motivo de la Exposición Regional Valenciana, se instaló en el andén central de la Glorieta un grande y artístico pabellón de madera, donde se celebraron concursos de flores y plantas y que, después, terminadas las dos exposiciones -de 1909 y de 1910- quedaría como mercado de flores, permaneciendo en aquel lugar largo tiempo.

El ambiente pintoresco, tradicional, popular y costumbrista, desaparecía el año 1926, cuando, en nueva reforma, se quitaban las puertas y verjas de hierro que cerraban el antiguo paseo, quedando éste convertido en nueva plaza, con excelente jardinería, pero perdiendo la simpática intimidad de antaño.

Desaparecía también en aquella reforma toda una época de romanticos recuerdos de la antigua Valencia.

Fuente: Las Provincias - Valencia/Cultura