domingo, 7 de septiembre de 2025

EPIDEMIA DE CÓLERA DEL 1885 EN VALENCIA

            
Enfermos en aislamiento en el antiguo Hospital General

Es la memoria de una epidemia que se apoderó de una población donde había que desplegar vertiginosa actividad para evitar la infección donde todavía no se había presentado, donde se tenía que llevar auxilio a los enfermos, socorro a los pobres y sepultura a los muertos.

Al reposo, la dieta vegetal, siempre preparada con agua hervida, abrigarse convenientemente, la ventilación se le unían el opio, preparados de bismuto, láudano, bicloruro de mercurio, citrato de hierro y hasta bebidas alcohólicas de preferente en forma helada con el fin de facilitar a la sangre el agua perdida.

En la misma ciudad de Valencia el primer caso fue el 12 de abril en una casa de la Plaza de Pellicers número 13, en el primer piso, aunque la epidemia ya estaba causando estragos en Játiva. La cuestión es que en esa misma casa, en el último piso había estado un hombre que por necesidad de su trabajo había estado en Játiva y tenía los síntomas de la enfermedad.


Cada puntito rojo pertenece a un fallecido por cólera en los distintos puntos de la ciudad de Valencia.

Las medidas de seguridad como el aislamiento y la desinfección, el lavado de los retretes y alcantarillas, y la compañía continua de un médico municipal al que asistía una brigada de desinfección, cortaron lo que podía haber sido un foco.

Tan solo transcurrieron unos días para que el 20 de abril, algunos habitantes de la huerta de Ruzafa y del término de Pinedo presentaban carácter sospechoso. Y es que la epidemia ya estaba en Sueca, y la razón es que muchos de la huerta de Ruzafa iban a trabajar a los campos de arroz.

Nada se pudo hacer ya ni con desinfección y aislamiento, de manera que ya a primeros de mayo prácticamente todos los días habían casos nuevos. La huerta de Ruzafa estaba contaminada. Pueblos y capital subyacían a la bacteria.

Una cosa curiosa es que la mayor parte de los afectados iban decreciendo dependiendo de la altura de las casas donde vivían , apareciendo mas en los pisos bajos, siguiendo en orden los de entresuelos, principales, segundos, terceros y cuartos. Parece ser que las alturas de las casas marcaban el estatus social y para con ello las medidas o las zonas higiénicas.

 
                         El Dr. Ferrán practicando la vacuna a su esposa

Para entonces Koch había descubierto el bacilo causante del cólera. El camino del progreso iba avanzando a través de microbiólogos de todo el mundo. No fue menos entusiasta el español Dr. Ferrán que creyó llegar a descubrimientos nuevos, creyendo descubrir el medio para procurar una inmunidad contra el cólera a través del tejido celular inoculando ciertos líquidos de cultivo.


                      Vacunación en las Escuelas Pías. Diario Levante

Precisamente fue en Valencia y su provincia donde en primer lugar se hicieron las experiencias y no exentas de cierta polémica. Cuando la Comisión científica que vino de Madrid declaró inofensiva la vacuna del Dr. Ferrán, éste estableció su centro de vacunación en la calle de Pascual y Genís comunicando a la alcaldía de su disposición de vacunar a los pobres.

                                                 ¡ Ya se fue el cólera!   


Texto de Amparo Zalve

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