1900 - Martínes Aloy
Plaza de las Escuelas Pías, con su fondo cubierto por la fachada de la Iglesia con este nombre, en su inicio Colegio Andresiano, nominación que recibió de su fundador el arzobispo Andrés Mayoral, cuyo primer dato documental se puede observar en el grabado de Fortea de 1738 y reconstruida en el año 1767 con el aspecto que nos ofrece la foto de Martinez Aloy, que ha llegado hasta nuestros días.
Pero centramos nuestra atención en el edificio a la izquierda. En su origen, la nueva iglesia andresiano, oprimida por una estrecha callejuela, no podia lucir su fachada, por lo que el arzobispo con la compra de unas casas justo enfrente, con sus derribos, dio ocasión a la creación de una plaza, no muy ancha, pero lo suficiente para el lucimiento de su iglesia.
Completó la reforma urbana con el proyecto de construcción de un edificio con el objetivo de dar asistencia escolar a los niños pobres en régimen de externado, a cargo de los padres escolapios, que fue conocido con el nombre de “escoletes”. Pero con la muerte del arzobispo en 1769, su persona no pudo llevar a término su deseo, siendo el nuevo prelado Francisco Fabián y Fuero, sucesor del efímero arzobispo Azpuru, que fiel al ideario calasancio, culminó una obra que fue inaugurada el 22 de julio de 1775 con la puesta en servicio de ocho aulas.
Estas escuelas para pobres permanecieron hasta la década de los sesenta del pasado siglo. Con su derribo privaron a la ciudad de un edificio que daba la réplica adecuada al entorno de una placita muy querida para el vecindario del barrio “dels velluters”.
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